Capitulo 39 (Parte I)

68 2 0
                                    

¿Kevin es mas "lindo" que yo? No lo creo ¿Yo era lindo? Si... Estaba seguro de que si lo era ¿Por que no lo notaba ella? Kevin no se la merece... A parte, a el le gustan las rubias, creo.
—Marbella, es imposible —podía jurar que estaba virando los ojos. Y ya no quería seguir escuchando sus cotilleos acerca de Kevin. Me acerque a la puerta de la entrada, la abrí y la cerré ruidosamente para que advirtiera que ya estaba allí.— luego te hablo, te quiero mucho
—¿____, estas aquí? —pregunte. Seguramente se le haría extraño que dijera eso, los días anteriores nadie se preocupaba mucho si el otro estaba presente.
—si, aquí estoy —salió de la cocina y camino hasta el sillón sin verme siquiera. ¿Acaso iba a seguir con eso? No, claro que no.
—¿Que se supone que pasa por tu torpe cabeza? —la tome por los hombros antes de que lograra llegar a la sala. Ella se quedo inmóvil un segundo.
—¿A que te refieres? —pregunto nerviosa.
—a todo esto, a todo lo que a estado pasando últimamente ¿Por que no me hablas? ¿Que no se supone que "todo estaba bien"? ¿No éramos mejores amigos?
—¡no me eches la culpa a mi! —se soltó de mi agarre y me miro con ojos furiosos— tu ni siquiera me mirabas ¿Por que te iba a hablar si parecía que te molestaba con cada **** palabra?
—¡Yo no te hablaba porque tu no me hablabas! —ahora ambos parecemos estúpidos.
Me sostuvo la mirada furiosa unos segundos, después soltó una carcajada de repente con esa maldita risa que me hará reír siempre. Estuvimos riendo como por dos minutos.— deja de reír tonta, me duele el estomago
—lo siento —me miro con cara de perro lastimero— ¿No me odias?
—¿Como te voy a odiar estupida? Te quiero mucho —sonrío abiertamente y se lanzo a mi con los brazos abiertos para abrazarme
—yo también te quiero mucho, Drew —la estreche aun mas fuerte y aspire el dulce aroma de su cuello deseando que aquellas palabras tuvieran otro significado.
—¿Ahora esta todo bien, en serio?
—si, te lo juro —no separamos con lentitud, como si ninguno de nosotros quisiera deshacer ese abrazo.
—te tengo un regalo —___ me miro con los ojos brillantes.
—¿Que es?
—la cosa mas importante de toda la maldita lista
—¿Fumar marihuana y tener sexo con cinco hombres? —pregunto con los ojos bien abiertos y con una sonrisa muy grande. Mi corazón se paro, estaba a punto de darme un ataque. Lo sentía, sabia que tenia la cara de trauma mas grande de todo el mundo pero... ¿Tener sexo con cinco hombres? ¿Fumar marihuana? Eso no podía ser cierto, jamas le ayudaría en algo así ¡Nunca!— por dios ¡era broma!
—gracias al cielo —de acuerdo, me escuche demasiado contento respecto a que aquello fuera mentira— pero no, es robar dulces, porque tu dijiste que...
—¿Me vas a llevar a robar dulces? —ahora estaba completamente emocionada con algo totalmente normal. Eso si que lo podía soportar. Asentí y ella se emociono aun mas— ¿En serio? ¡Oh dios mío! Esto es tan asombroso, voy a llorar ¿Cuando, cuando vamos a ir?
—esta noche —ella dio un grito de felicidad y me volvió a abrazar.
—te quiero mucho, mucho ¿dónde será? ¿qué tenemos que hacer? ¿qué me pongo? ¿tienes pasamontañas?
—cálmate, linda —puse mis manos en sus hombros para calmarla, estaba eufórica y solo por ir a robar unos dulces.
La mayoría de las chicas que conozco se hubieran puesto felices solo por ir a robar ropa o dinero, o perfumes o zapatos algo así; pero ahí estaba la mujer mas hermosa y especial del mundo emocionada porque iría por fin a robar dulces, como siempre quiso y gracias a mi.
—no me puedo calmar —se sacudió de la emoción una vez mas con una sonrisa gigante. —¡responde! ¿tienes pasamontañas?
—¿qué es eso?
—lo que se pone así en la cara —quite mis manos de ella y me aleje para ver su representación de un pasamontañas— es para que nadie nos reconozca
—____... vamos a robar dulces, no un banco
—¡eso que importa! Es para darle mas dramatismo a todo —viro los ojos.
—creo que tengo un par, los usábamos cuando íbamos a esquiar
—¡asombroso! Los iré a buscar ¿están en tu armario verdad? —pregunto rápido. Yo asentí y ella salió disparada a la habitación
Dos horas mas tarde bajábamos de mi auto a la tienda de dulces. Aunque yo sabia que no era un robo de verdad, estaba muy nervioso, porque ___ también se había puesto muy nerviosa durante el camino; decía que ya no le agradaba la idea de robar, que tenia tan mala suerte que nos iban a descubrir, pero teníamos que hacerlo.
A demás, íbamos con dos pasamontañas que encontramos en mi armario, nadie sabría que somos nosotros si nos llegaba a ver alguien, aunque cualquier policía que pasara iba a sospechar, porque nadie pasa por ahí con la cara tapada... ¡cálmate, Justin! no estas robando de verdad.
—¿cómo vas a abrir? —susurro ____ con los nervios de punta cuando nos acercamos a la puerta que era de cristal— se ve todo tan perfecto
—ummm ¿tienes algún broche del cabello? —le pregunte, hurgando en mi bolsillo para encontrar la llave. No estaba nada mal hacerme el interesante un poco.
—si —se saco el pasamontañas rápido, saco un broche de su cabello y se volvió a tapar la cabeza en menos de 15 segundos. — eso no va a funcionar, tonto, mejor rompemos el vidrio y sacamos los dulces rápido, eso suena bien...
—¡No! ¡___, claro que no! —la detuve de un grito cuando dio unos pasos hacia atrás decidida a romper el vidrio ¿de donde sacaba esas ideas? —yo se abrir puertas con broches
—¿en serio? —yo asentí y me puse delante de la puerta con el broche y la llave en la misma mano

The Perfect Bucket List  {Adaptada} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora