Capitulo 6

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espero que te gusten Justin —vocifero Adele. —Provecho
—gracias —contestamos los dos. Ella fue a atender otra mesa con su usual sonrisa cálida.
suspire viendo mi plato. Se veía tan delicioso que no podía esperar a comerlo. Pero no podía, ¿Y si Justin pensaba que era una cerda para comer?
No comía exactamente comía una señorita. Comía como macho. Lo acepto.
El seguramente estaba acostumbrado a las damitas que comían como princesas. Tome mi tenedor con inseguridad y partí un pequeño pedazo de wafle. Lo mire antes de llevarme el tenedor a mi boca, el no estaba comiendo muy elegante.
—¿esta rico? —le pregunte con una sonrisa involuntaria. El me miro contento, con la boca llena.
—lo mas rico que eh probado en toda mi vida —confeso tragando.
¿Porque era tan lindo y encantador? ¿Así eran todos los chicos en Londres, o solo el?
No lo conocía casi nada pero era perfecto. Todo de el, sus ojos, su boca, su acento, su personalidad, su risa, los hoyuelos que se forman en sus mejillas cuando sonríe.
Como quisiera que eso fuera una cita. Que me dijera que le gusto, que soy bonita y me besara. Que me pidiera ser su novia y poder disfrutar juntos todo lo que me queda de vida.
Pero eso era imposible. Eso solo pasaba en las películas. A las chicas bonitas con mucha suerte que todo siempre les sale bien. Yo era fea con mala suerte y siempre me pasaba lo peor. Siempre me golpeaba con cosas y era muy torpe. A ningún chico le gustaba eso. Menos a uno de Londres, tan elegante.
Quise ignorar esos pensamientos el resto del desayuno.
Era muy agradable pasar el rato con el y a veces la vergüenza se iba y hablaba con el como si fuera mi amigo de toda la vida. Se me paso el tiempo volando. Ni siquiera sentí que nos fuimos de la choza escondida y nos dirigimos al parque de diversiones hasta que estábamos en la entrada de este.
—¿Te dan miedo todos los juegos o solo la montaña rusa?—me pregunto entregando los boletos al muchacho de la entrada. El tipo los rompió a la mitad y nos dejo pasar.
—solo la montaña rusa —admití. Nos quedamos mirando "el destructor" la montaña rusa mas grande del estado. El nombre lo decía todo. El grito de una chica en el destructor resonó en todo el lugar.—¿Te das cuenta por que me da miedo? Esa pobre chica esta horrorizada.
—no, ella esta gritando de placer —dijo y se cayo al instante. Yo solo sonreí.—no mal pienses
—no mal pensé —me defendí.—esta clarísimo que ella esta teniendo un orgasmo en la montaña rusa
Reímos. Diablos, su risa era contagiosa. Me tomo la mano y me deslizo hacia un lugar. No pude ver hacia donde. Estaba demasiado ocupada gritando de la felicidad mentalmente. ¡Me estaba tomando la mano!
—esto te va a encantar—murmuró. Tenia la mente bloqueada, ni siquiera sabia porque había dicho eso. ¿Que me encantaría? ¿Acaso me daría un beso?
Porque eso si que me encantaría. Caminamos mas y aun no me soltaba la mano. Oh, su mano era tan suave y tan grande. Nos sentamos en algún lugar y seguía sin soltar mi mano.
Entonces pensé, ¡claro que esto es una cita! Pero entonces un palo de acero me saco de mis pensamientos. Voltee a todos lados alarmada. Diablos, diablos.
¡Maldito chico guapo! Me había llevado hasta el maldito destrozador, matador, rompe huesos, como sea. No podía ni recordar el maldito nombre de la maldita montaña rusa.
—¡¿Que diablos te pasa?!—le grite asustada y enojada. El maldito carro comenzó a moverse y Justin me miro extrañado.—¡Voy a morir! Te dije que no me iba a subir, te dije que me daban miedo.
—pero si me dijiste que si—se defendió—bueno, no dijiste nada pero estabas sonriendo lo tome como un si.
Suspire y me hundí en el asiento. Tome con fuerza el tubo cuando empezó a ir mas fuerte.
Claro que estaba sonriendo, porque pensé que me había tomado la mano porque le gustaba, no porque me estuviera llevando a esta cosa.
Dios santo, estaba tan asustada. Las lagrimas salieron de mis ojos una tras otra y mi corazón palpitaba muy fuerte. El aire frío me reseco los labios y Justin -el traidor- tomo mi mano de nuevo.
—lo siento —susurro. Le hubiera contestado pero el carrito empezó a andar por el riel que parecía muy chico, sentía que íbamos a salir volando con todo y carrito, luego empezó a subir.
Oh dios, eso estaba muy empinado.
Aprete la mano de Justin lo mas fuerte que pude.
Llego a la cima y bajo a toda velocidad, grite lo mas fuerte que pude, pero no de miedo, eso era muy divertido. Las lagrimas se me secaron y cerré los ojos. Sonreí cuando el carrito subió de nuevo. La adrenalina recorría mis venas. Aun tenia la mano de Justin tomada con fuerza. Me voltee a verlo, el solo me miraba con una sonrisa de lado.
Al terminar el recorrido tenia un montón de sentimientos encontrados. Quería volver a subirme a el destructor, había sido asombroso. Estupendo.
Quería disculparme con Justin, por gritarle cuando el no tenia la culpa de que me hubiera quedado como retrasada mental cuando me agarro la mano.
Y me daba vergüenza aceptar que había sido asombroso.
—y...¿Que tal? —pregunto el con una sonrisa. Sabia que me había gustado, lo sabia. Me encogí de hombros.
—pues, estuvo bien —conteste sin tomarle mucha importancia.
—oh, te encanto y te quieres volver a subir aceptalo —dijo. Yo lo mire y sonreí de oreja a oreja.
—¡fue genial! —exclame. El rió suavemente— al principio me estaba muriendo de miedo pero después no quería bajar
—no quiero decir te lo dije pero —se encogió de hombros con una hermosa sonrisa—te lo dije


Cinco semanas después, no había hecho nada mas de esa lista. Seguía saliendo con Justin, de hecho todos los días lo veía, se estaba convirtiendo en mi mejor amigo. El me repetía que tenia que empezar a hacer todo lo que quería porque, lamentablemente, el tiempo se me estaba acabando.
Y yo llevaba esas cinco semanas yendo a hospitales, haciendome estudios, sacandome sangre. Había días que ni siquiera podía levantarme de la cama de lo débil que estaba.
Ya no quería estar así, nadie había descubierto nada de la maldita enfermedad, nadie había encontrado alguna cura y yo ya me estaba dando por vencida

The Perfect Bucket List  {Adaptada} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora