The Perfect Bucket List {Adaptada} TERMINADA

Capitulo 53

Sin poder ni respirar pase mis manos por su cuello para juntar nuestros cuerpos aun mas. No me interesaba en absoluto estar en la calle o que alguien nos pudiera ver. Él paso sus manos por mi espalda y se acomodo mas cerca de mi.
—de verdad nos gustaría dejarlos expresar su amor eterno de esta manera —nos exalto la voz de Trisha— pero están en la calle y una señora los esta viendo mal.
—oh —voltee la cara hacia una señora paseando a su perro. Nos estaba viendo desde la acera de enfrente pero podía sentir su desprecio y podía ver bien su cara ceñuda. Tosí falsamente y Justin se alejo de mi.
—es su culpa de todos modos —dijo con amargura hacia a ellas y se metió al auto de nuevo.
—_____, se nos ocurrió una idea —murmuro Lizzy y se acercaron a mi. Yo seguía en sentada en el cofre con los sentimientos a flor de piel.
—¿qué?
—vas a perder tu gran V con Justin —susurro Trisha muy cerca de mi para que no escuchara nadie. Yo no era tan imbécil como para no saber que la "gran V" era la virginidad. —obviamente no esta noche porque nosotras vamos a estar ahí, pero mañana...
—¿de que están hablando? —susurre fuerte— no voy a perder nada con nadie y menos con él
—no seas testaruda, ya planeamos todo —dijo Lizzy— y esos trajes van a ser la cereza del pastel
—niñas, ya trate una vez ¿recuerdan? Trisha, a ti te acabo de contar lo que paso —ella reprimió una risita— no sirvo para eso ¿de acuerdo? Lo voy a estropear todo de nuevo.
—pero ahora nos tienes a nosotras para... —un fuerte pitido nos hizo saltar a todas— casi me deja sorda el maldito
—miren, no quiero rechazar sus consejos sexuales de esta manera —me baje del cofre— pero de verdad no sirvo para esto, no soy seductiva o esas cosas, de verdad no lo soy ¿no me ven? Probablemente me rompa una pierna en el intento
—no dudamos que quizás te lastimes tratando de hacerlo —dijo Lizzy— o que lastimes a Justin, o que quemes el apartamento de alguna manera, o que rompas la cama, o que...
—si, ya entendí —la interrumpí.
—el caso es que va a valer la pena ¿esta bien? Solo déjale todo el trabajo a él —aconsejo Trisha.— no hagas nada que pueda terminar en tragedia
—todo lo que hago yo termina en tragedia, de todos modos, aquí no es lugar para hablar de eso
—esta noche no te salvas de nosotras —amenazo Lizzy y se metió al auto.
—solo queremos ayudar ¿no crees que el pobre Justin se merece algo de acción? —pregunto Trisha antes de subir también.

No podía creer que de verdad me estuvieran obligando a hacer eso. Estaba enojada y nerviosa. Justin aparcó fuera de una tienda que se veía obscura salvo por el gigante anuncio de colores neón "Sex Shop"
—¿cómo conoces este lugar? —le pregunte a Justin antes de bajar.
—el dueño es hermano de un amigo —contesto y se encogió de hombros— ya vamos, va a ser divertido
—esto es considerado acoso sexual en muchos países —murmure para mi misma antes de bajar. —acoso sexual y prostitución
—no seas exagerada —Justin me rodeo la cintura con fuerza y me arrastro hacia dentro de la tienda.
Penes de plástico, cosas del diablo, juguetes sexuales, mas penes de plástico, trajes de prostituta, mas cosas del diablo...
Estaba gritando de pánico por dentro; no es que no hubiera visto eso antes. Marbella y yo vimos una película porno hace un tiempo para sacarnos de dudas. Pero esto era otra cosa, otro nivel que va mas haya de lo obsceno.
—¡Justin, hola hombre! —grito un tipo gordo que estaba tras el mostrador. Lo rodeo y camino hacia nosotros. Casi podía sentir el piso retumbar con cada paso que daba el gordo.
—¿que hay, Pete? —Justin se acerco a él y estrecharon manos.
—no mucho, ¿cómo esta Joel? —preguntó. Trisha a mi lado se volteo nerviosa y Justin dio una mirada hacia ella.
—esta muy bien, procreando y todo eso
—¿procreando? —repitió sin entender.
—si, Joel va a ser papá ¿puedes creerlo, Pete? Ella es la afortunada —señalo a Trisha. El gordo me miró con la boca abierta y se acerco a mi con los brazos abiertos. Me encogí tratando de no ser tocada por el dueño de una Sex Shop pero de todos modos me abrazo.
—¡Que linda eres! —exclamo.
—no, no ella —corrigió Justin— la de al lado
—oh, lo siento —se separo de mi con un poco de timidez y avanzó hacia Trisha. —¡Que alegría! ¿de verdad estas embarazada?
—si... Tengo tres meses —admitió nerviosa separándose de él.