Me levante de mi cama con mucho cuidado de no despertar a Justin y busque mi maleta a tientas en la obscuridad. La tome y salí de ahí sin hacer nada de ruido. Me encantaba su departamento y le ayudaría un poco a limpiar, tampoco me iba a quedar en su casa sin hacer nada.
Recogí toda la basura del piso y los muebles, sacudí y barrí el piso. La cocina estaba atrás de una pequeña barda, era muy grande, paredes blancas y muebles de madera blanca. Habían platos sucios por todas partes, siempre odie lavar los platos pero lo haría por Justin.
Tarde casi dos horas limpiar todo el apartamento, quedo reluciente, hasta yo misma me sorprendí. Ahora que estaba limpio se veía mas elegante, mas grande y mas acogedor. Solo me faltaba limpiar el cuarto pero eso lo haría hasta que Justin decidiera levantarse. Tome mi mochila y saque mi viejo diario para ver la pagina de "el chico de mis sueños" por que Justin cumplía todas mis expectativas y hasta las superaba.
Busque un bolígrafo para tachar "comprar un boleto de avión al primer destino que tengan" "escaparme de mi casa" y "vivir en Londres" de la otra lista. Estaba sonriendo como tonta y no podía creer que todo lo que ya había cumplido de esa lista había sido con Justin y todo gracias a el.
Creía en el destino y que todo sucede por una razón, y estaba mas que segura de que conocer a Justin no había sido alguna coincidencia, lo había conocido por una razón, no lo se, quizás dios quería que me enamorara antes de morir o lo de enamorarme había sido por mi cuenta y dios solo me lo había mandado para que me ayudara a hacer lo de la lista.
Quien sabe.
Le di la vuelta a la pagina y encontré lo que estaba buscando. La lista de requisitos que debía tener un chico para que pudiera enamorarme. Sonreí inconscientemente al empezar a leerla, parecía que la había escrito pensando en Justin.
Empece a tachar lo primero "bonitos ojos (de preferencia color miel)" hasta con el maldito color de ojos había acertado, eso ya no era normal, porque los ojos de Justin eran los mas bonitos que había visto en toda mi vida. "una linda risa, que me haga reír" amaba su risa tonta, la manera en que entrecerraba sus ojos, los hoyuelos que se le hacían en las mejillas y en general, me encantaba escucharlo reír "que sea tierno con los niños" la manera en la que era con su hermanita, era el chico mas lindo y tierno con ella, la hacia reír a cada rato y no podía quedarse enojado con ella mas de un minuto. Estaba segura de que la amaba mas que a nadie y eso era estupendo. "que me trate bien, como a una princesa" cuando estábamos juntos me sentía la chica mas afortunada del mundo. Jamas un chico había sido tan caballeroso conmigo. Justin me trataba como una princesa aunque ni siquiera me lo mereciera. "que me haga sonreír cuando estoy triste" cada vez que me veía triste hacia lo imposible para hacerme sonreír, me daba palabras de aliento y no me dejaba sola nunca. Tache también "que sea alto" porque Justin era muy muy alto, me sacaba mas de una cabeza.
Amaba lo protegida que me sentía cuando me abrazaba y lo bien que quedaba mi cabeza en su pecho.
Amaba la manera en la que me tenia que levantar en las puntas de los pies para poder verlo a los ojos.
Amaba la forma en que me besaba la frente
Lo amaba a el.
Sabia de lejos que un chico como el seria muy, muy difícil de tener y mas para alguien como yo, lo único malo de esos chicos era que eran imposibles para cualquiera, solo estaban con chicas perfectas y yo no lo era, ni de lejos.
Empece a garabatear corazones y el nombre de Justin por toda la hoja mientras pensaba en esas cosas que me deprimían, pero era imposible no deprimirme por eso, porque sabia perfectamente que todo era verdad, sabia que algún día de estos Justin saldría con esa Trisha, sabia que me contaría de ella y de lo bien que se la había pasado en sus brazos, sabia que el estaba enamorado de ella o que se iba a enamorar, lo sabia aunque no la conociera porque la manera en la que hablaba de ella era la forma en la que me encantaría que hablara de mi. Con los ojos brillantes, las mejillas rosadas y una sonrisa de satisfacción que no se le iba de la cara. Si no me sintiera de esa manera con Justin hasta me sentiría contenta por la chica, me sentiría feliz por ella, pero no podía sentir otra cosa que no fueran celos, envidia y tristeza.
Esa chica seguramente no sabia lo afortunada que era por tener a alguien como Justin enamorado de ella, no lo sabia porque apostaba lo que fuera a que tenia otros miles de chicos enamorados de la misma manera.
Y saber eso dolía, dolía mucho, porque ella ni siquiera lo amaría como el se merecía ser amado y yo si.—¡Dios! ¿Que paso aquí? —murmuro Justin asombrado mientras frotaba sus ojos. Cerré el diario rápidamente y lo metí a mi maleta. Me miro con la misma cara.—¿Limpiaste?
—no, vino la nana mágica a limpiar —dije con sarcasmo. El puso los ojos en blanco y se dedico a mirar todo el apartamento.
—no recordaba verlo tan limpio desde que me lo dieron —se sentó a mi lado—gracias por eso, pero no debiste limpiar todo tu sola.
—calla Justin, una no puede ser hacendosa contigo —me queje riendo.
—esta bien —se estiro y puso su brazo al rededor de mi cuello, se acerco mas y beso mi mejilla— ¿Me haces un sandwich?
—tampoco abuses —golpee su estomago suavemente. Pero sinceramente no le podía negar nada. Me levante en silencio y me dirigí a la cocina, el no dijo nada, quizás no pensó que le fuera a hacer algo o quizás no quiso arruinar la oportunidad de que se lo preparara, pobrecito tenia mucha hambre mi niño.
Liam era un chef magnifico y me enseño a hacer varias cosas muy buenas, para que pudiera sobrevivir cuando el no estuviera.
Hice tres sandwiches, por eso de que Justin no quedara satisfecho con uno. Tosté el pan y le puse queso derretido dentro, con jamón y una salsa mexicana que estaba deliciosa. Solo esperaba que le gustara a Justin tanto como a mi.
—toma —le di su plato ya que me había sentado a su lado. El lo tomo con una sonrisa.
—gracias linda, tengo mucha hambre—si, eso lo note cuando le dio una mordida gigante a uno y soltó algo parecido a un ronroneo de un gato. Trago y volvió a atacar, otra mordida de esas y se lo acababa. Yo estaba como ida mirando como comía, hasta comiendo era perfecto, adorable y hermoso.—dios, esto esta exquisito ¿Por que nunca me dijiste que hacías sandwiches tan perfectos?
—oh, no exageres
—¿Que no exagere? Todo este tiempo me estuviste escondiendo que cocinabas tan rico, es una perdida de talento no tenerte en la cocina todo el día —musito mientras se acababa el primer sandwich y atacaba el otro, yo solo había mordido una vez el mío.
—eso es machista —lo mire con los ojos entrecerrados, si por mi fuera pasaría el resto de mi vida cocinando para el –lo cual era irónico porque me quedaban unos cuantos meses mas– la verdad no me importaría, con tal de verlo feliz.
—no me mal interpretes, no soy machista —aseguro, no podía creer que ya se había acabado todo. Yo mordí una vez mas mi sandwich lentamente, tomandome mi tiempo masticando y saboreando. Justin solo se me había quedado viendo. —¿Te enojaste por esa estupidez?
—¿Y a ti quien te dijo que estoy enojada? —le pregunte calmada—puedo quedarme callada aveces sin estar enojada, grabate eso
—si tu lo dices —viro los ojos y se acomodo en el sofá para verme de frente—son las cinco de la tarde, ¿Que quieres hacer hoy?
—¿Que tal si nos quedamos viendo películas? Estoy cansada, mañana salimos
—tu decides linda, tengo un par de películas aquí —se agacho y saco una caja llena de películas debajo de la mesa de centro.
Quería salir y conocer Londres, ir visitando todos los lugares que siempre quise ver y aprovechar el tiempo allí, pero estar sola con Justin era una mejor idea para mi, prefería quedarme con el y ver películas tontas, reír con el y sentirme como si fuera su novia.
Si, era una cuestión estupida y patética quedarme en casa solo para sentirme mas cerca de el, pero no me importaba nada.
No tenia tiempo que perder, no tenia tiempo para arrepentimientos, me iba a morir y si, quería pasar el mayor tiempo posible con el.
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The Perfect Bucket List {Adaptada} TERMINADA
FanfictionEs sorprendente lo ciego que fui, el tiempo que perdí pensando que lo inevitable jamas pasaría. Pero me equivoque y ese fue el peor error de mi vida. Todo tiene solución, menos la muerte.