-Hola...-suelta en un susurro desde la puerta.
-Hola.
Me enderezo sentado en la camilla.
Ella corre y se abalanza sobre mi, besándome.
¡¿Besándome?!
Me separo de ella.
-¿Qué haces..Luke?
-Está en el aparcamiento, buscando sitio. Tenía muchas ganas de verte. Creía que te había pasado algo. Esta realmente asustada, yo...
-Shhh, Benson. Tranquila. Estoy bien.
Me mira con ojos llorosos y me vuelve a besar. Pero no me importa.
Tenía muchas ganas de verla. Y fue ayer cuando me despedí de ella, pero la echaba en falta. Necesitaba su calor.
Es como si sus besos fueran mi anestesia para todo.
Creo que de verdad, me gusta. Que de verdad la quiero. Que de verdad estoy enamorado de ella.
Se qué no es la típica historia de que ella es la 'nerd' y yo al final me acabo enamorando de ella por su misterio.
Benson es una chica normal y me atrae mucho, muchísimo.
Pero hay un problema y es que su novio, es mi mejor amigo.
-Yo...Yo soy Lauren. Y Kaidan... Es mi ángel de la guarda.
Benson sonríe contra mis labios al escuchar a la niña y se separa de mi.
-Te va a cuidar muy bien. Es el mejor ángel que podrías haber encontrado.
-En realidad, me encontró él a mi.-dice felizmente
-Yo soy Lauren, una buena amiga de Kaidan.
-Se que sois novios, no hace falta que me lo ocultes. Tengo la edad para saber lo que es un beso. Y que si se a en la boca, es de novios.-su vocecita presenta algo de superioridad, lo que nos hace reir a 'Mi novia' y a mi.
-Pero no lo somos, Lauren. Ella tiene uno ya.
-¿Cómo que tiene uno? Pues eso no puede ser. Tenéis que estar juntos. Pegáis mucho y se os ve muy felices.
-Lo se.
Benson cierra los ojos y coloca su cabeza en mi hombro, con sus labios pegados a mi cuello, sin llegar a besarme. Lo que me provoca un escalofrío.
Sin previo aviso, Luke entra y nos ve.
Pero parece no importarle, porque besa a su novia en la cabeza y me abraza fuertemente.
-Hola, tio.-me dice al oído.
-Hola, compañero.
-Antes me han llamado para decirme que también te había dado un "yuyu"
-Estoy bien.
Y después de varios minutos de charla, de presentaciones y de escondidos roces entre Benson y yo, me doy cuenta de que estoy desnudo.
Así es. Desnudo. Con solo una bata de hospital que transparenta todo. TODO.
Con unas risotadas, voy hacia el baño de la habitación, el cual antes no estaba en mi campo de visibilidad por ello no lo había descrito, y cierro la puerta.
Me miro al espejo y mojo mi cara con agua fría.
-...Lo digo enserio, S...
-Benson... Pero no quiero...
Escucho de lejos la conversación entre Luke y Benson.
Me acerco a la puerta y la abro despacio para escuchar mejor.
Si, soy cotilla. ¿Algún problema?
-Lo se desde hace mucho tiempo. Lo veo en vuestras miradas.
-Lo siento, mucho.
-No importa. Es lo mejor para los dos. Desde un principio lo sabía, pero quería asegurarme.
-Eso significa que solo has salido conmigo para que me enamorara de él.
-No. Bueno... Era una forma de que tu y él... Estuvierais más cerca.
-¿Esto lo habéis planeado entre los dos o es solo cosa suya?- el tono de la chica suena enfadado. Muy enfadado.
-No, Benson. Él no sabe nada. Lo digo en serio. Sólo quiero que estéis bien. Se os ve bien juntos.
-Ya...
-Eh. No te enfades. Eres un buen partido.
-Eres un tonto, Luke. Pero te quiero mucho, serás un buenísimo amigo.
-Ya estoy. ¿De qué habláis?- disimuladamente salgo del baño como si nada y me siento en la cama, donde Lauren, se ha vuelto a dormir.
-No seas idiota, Kai. Lo has oído perfectamente. Se veía el cinturón de la bata asomando por la puerta.
-Ah... Y...bueno...
-Que si, que sois novios oficialmente.
-Perfecto.-suspiro mientras ella se acerca a mi.
Mi sonrisa debe ser de un real idiota mirándola. Porque Luke se empieza a carcajear.
Benson se acerca, sensual,ente hacia mi. Y me besa. Con una pasión escondida y guardada de hace varias semanas.
-Te...te quiero, Kaidan.
-Te quiero, Benson.
Y todo nuestro al rededor se fue.
Sólo éramos ella y yo.
Mi siquiera escuchábamos la risa de Luke o las palmadas de alegría que daba Lauren.
O el sonido de las máquinas de la habitación o el grito de la voz de la abuela de Lauren al descubrir que a mi madre se había muerto.
Sólo éramos ella y yo.
