Capítulo 1

1.3K 44 3
                                    

Hola a todas! Este es mi nuevo fic, Bella/Jasper, All Human, OOC, AU.

Es algo que quería escribir hace tiempo, pero "La oportunidad de Jake" ganó en prioridad y lo dejé de lado hasta ahora, pero me muero de ganas por explorarlo.

Espero que les guste y le quieran dar una oportunidad. Una vez que termine LODJ continuaré con este, pero me gustaría conocer sus opiniones desde ya.

Disfruten!

%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%

Capítulo 1

Bella POV

Manejé por horas sin detenerme, sin pensar en el camino frente a mí, sin parar a comer, sólo deteniéndome una vez en el viaje de 15 horas desde San Francisco para recargar combustible e ir al baño. Desde que recibí la llamada de Jasper no pude enfocarme en nada más: Necesitaba regresar a casa. Necesitaba llegar a mi hogar y lidiar por fin con los fantasmas de mi pasado.

Después de algunas horas de viaje el paisaje comenzó a cambiar, la lluvia se hizo más persistente, el bosque más tupido y las tonalidades de un verde más profundo. A medida que me fui acercando a casa, kilómetro a kilómetro me vi invadida de recuerdos dulces y amargos, de mis sueños de juventud, de mi corazón roto al alejarme, de las horas de risas y complicidad, de las terribles peleas.

La entrada del pueblo con su cartel de bienvenida me devolvió a la realidad. Detuve el auto y aspiré profundamente tratando de calmar mi pulso desbocado, me repetí una y otra vez como un mantra que soy una adulta, una mujer segura de mi misma, soy exitosa en mi trabajo, tengo un novio que me ama y soy feliz.

Por alguna razón a pesar de que todo esto era relativamente cierto, me sonó extraño y contraproducente tener que reafirmarme de esta manera. Si efectivamente soy todo eso... ¿por qué me encuentro estacionada a la entrada del pueblo teniendo un ataque de pánico ante la mera idea de volver a casa... de volver a verlo a él?

Un par de minutos más tarde, logré regular mi respiración, y mirándome en el espejo retrovisor traté de componer un poco mi apariencia deslavada. Murmurando "tu puedes!", encendí el motor del auto y me dirigí a mi hogar de la infancia. Las familiares calles de Forks se veían vacías a esta hora de la tarde, ya era hora de cenar, y además la lluvia y el viento no invitaban a dejar el calor del hogar. Todo lucía tal como lo dejé 4 años atrás. No sé lo que había esperado, pero me sorprendió... realmente pensaba que el pueblo cambiaría por mi ausencia? Que tal como yo luchaba por reinventarme el pueblo sufriría cambios similares para adaptarse a la nueva Bella? Sonreí ante mis pensamientos, mi mente ciertamente era parcial y egocentrista, y de alguna manera imaginaba al mundo exterior reflejando a mi yo interior.

Al doblar en la esquina de nuestra calle, pude ver la casa de mi padre a lo lejos y adiviné la casa de Jazz, aunque no se veía desde el camino. Un nudo se formó en mi garganta, obligándome a tragar compulsivamente para evitar las lágrimas. La casa se veía tan solitaria... casi abandonada. Una oleada de culpa me abrumó al pensar en que yo debería haber estado aquí, haciéndome cargo de mi padre en lugar de escudarme en mis nuevas obligaciones para no enfrentar mi pasado. Oh Charlie, lo siento tanto!

Al llegar frente a la casa me estacioné en mi lugar habitual, me bajé del auto y me estiré, tratando de recuperar la movilidad de mis articulaciones luego de 8 horas ininterrumpidas tras el volante. Realicé algunos ejercicios de respiración que me enseñó Laurent, mi profesor de Pilates y rodeé el auto para sacar mi pequeño bolso de viaje, conteniendo apenas lo esencial.

Con mi bolso en la mano me dirigí a la puerta, pero dudé... sería capaz de cruzar el umbral? Oleadas de recuerdos me volvían a abrumar y las lágrimas comenzaron a rodar libremente por mis mejillas. Estuve a punto de darme media vuelta y dirigirme a un hotel, incluso manejar hasta Port Ángeles, pero antes de tener tiempo de actuar ante mis instintos de fuga, un par de fuertes brazos me rodearon por la espalda y una voz masculina me dijo "Bienvenida a casa cariño".

Regreso a CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora