Capítulo 25

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Hola a todos! Este es el último capítulo de Regreso a Casa. Espero que les guste. Yo estoy contenta con esta historia, y sobre todo por la reacción que recibí de ustedes, mis lectores. No les puedo expresar con palabras lo feliz que me han hecho con cada uno de sus comentarios. Hasta los peores días son mejores cuando recibo una review y veo que mi trabajo es apreciado. Gracias por eso!

Al final incluyo una pequeña nota sobre mi próxima historia. No olviden comentar, esta es su última oportunidad! Díganme que les gustó y disgusto más de esta historia o de mi estilo narrativo... así puedo mejorar para la próxima.

Eso sería, disfruten!

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Capítulo 25

La juventud era una extraña enfermedad
que solamente el tiempo nos pudo curar
¿Ves la colina que despunta hacia el sol?
Es nuestra casa, la que haremos tú y yo.

Nuestra casa / Christina Rosenvinge

Jasper POV

Tres días. Tres putos, eternos, jodidos días sin Bella. Sin noticias. Sin nota de rescate. Sin nada.

Me estaba volviendo loco. No dormí, no comí, no hablé después del primer día. Dejé de funcionar salvo para cuidar de Clark. Bella no me perdonaría si Clark no se alimentaba apropiadamente.

Pero el cachorro sentía que las cosas no estaban bien. Apenas comía y se pasaba el día echado sobre la camiseta de Bella. Yo a veces lo ponía sobre mi regazo y lo acariciaba pensando en que es lo que Bella querría. Bella, Bella, Bella...

Peter y Char estaban desesperados y haciendo todo lo que podían por ayudar. Pusieron carteles por el pueblo y salieron a recorrer granjas vecinas para saber si alguien había visto algo fuera de lo común.

El clima era un desastre. Llovía torrencialmente borrando cualquier pista que hubieran podido seguir los perros policiales. Borrando los rastros de Bella.

Y yo encerrado en la casa sin hacer nada. Cuidando al perro. Atendiendo el teléfono mientras todo el pueblo llamaba para ofrecer su simpatía por mi situación. Perdí la cuenta de la cantidad de moldes de gelatina que trajeron las vecinas después del N° 15. Y por sobre eso los estofados, cacerolas, pies y pasteles. Me querían hacer comer para olvidar.

Al principio Char congeló la comida, pero cuando el congelador de Charlie se repletó decidió comenzar a llevar la comida al asilo de indigentes donde trabajaba María. Ellos la agradecieron y yo agradecí no botar la comida que no tenía ninguna intención de comer.

La policía tenía tan poco con qué trabajar que no hacían más que patrullar las calles y llamar a la morgue y al hospital 2 veces al día para confirmar que no hubiera aparecido Bella por ahí.

Cuando traté de romperle la cara a Félix por incompetente me salvé de la cárcel porque él asumió que yo estaba demasiado inestable como para ser imputado. Desde ese momento trató exclusivamente con Peter. Bien por mí, yo no tenía nada que decirle.

Eran las 2 de la mañana del cuarto día. Peter y Char ya se habían ido a dormir desde hacía rato y yo me encontraba en el sofá con Clark en mi regazo viendo por enésima vez "Lo que el viento se llevó". Me relajaba. Me sabía cada línea de diálogo y eso me daba cierta sensación de control.

De pronto escuché a alguien golpear la puerta y Clark se volvió loco ladrando y saltando. Extraño, él ya se había acostumbrado a ver montones de personas entrar y salir de casa sin ni levantar la cabeza de su camiseta. Menudo perro guardián.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2015 ⏰

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