Capítulo 18

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Nuevo capítulo, nuevas emociones!

Creo haber prometido muffins de maracuyá y chocolate blanco y clones de Jazz a cambio de sus reviews... les aseguro que ya los envié, revisen sus buzones, reclámenle al cartero!

A varias les apenó el destino de Edward, que se quedó solo... pero les aseguro que siendo tan buen partido no le faltarán candidatas que quieran consolarlo. Él es el hombre perfecto, sólo que en esta historia, no es el hombre perfecto para Bella.

Ah! y a lo mejor se habrán preguntado por qué la banda sonora de esta historia está a cargo exclusivamente de Christina Rosenvinge. La respuesta: Simplemente porque me gusta montones y porque tiene canciones apropiadas para todas las situaciones.

Disfruten!

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Capítulo 18

En el mundo real

Nada crece sin sacrificio

No recibes sin dar

No hay fácil no hay armisticio

A contrapelo /Christina Rosenvinge

Al despertar al día siguiente de mi regreso a Forks sentí como si todo en mi mundo estuviera exactamente donde debía estar. Los planetas se habían alineado para mí y estaba en mi hogar, acurrucada contra el cálido cuerpo de Jazz, los dos desnudos sobre la alfombra, y cubiertos con una manta.

Jazz seguía durmiendo, él no despertaría antes de las 10 am a menos que fuera estrictamente necesario. Estiré mi brazo para tomar un cojín del sofá y ponerlo entre sus brazos en reemplazo de mi cuerpo y me levanté para ir al baño. Subí a mi habitación y me puse una camiseta y shorts y bajé a la cocina a preparar el desayuno. Preparé panqueques con chips de chocolate y mientras cocinaba planeé cómo cuidar de Jazz de la mejor forma posible. El primer paso sería renunciar a la editorial, el segundo sería dejar mi apartamento en San Francisco, deshacerme de mis muebles y cancelar todos mis servicios. Agh! Un montón de trámites me esperaban...

Por lo pronto, debía acomodar la casa a las necesidades de Jasper. Claramente él no podía seguir durmiendo en un sofá, y menos si yo quería dormir a su lado. Además teníamos que encontrar una forma de que pudiera bañarse sin peligro, y me gustaría echar un vistazo a su herida para asegurarme de que estaba sanando apropiadamente... Seguro que se había intentado rascar con todo tipo de utensilios en lugar de desabrochar la bota plástica.

...oOo...

-Cariño! Pensé que me habías abandonado de nuevo –Dijo haciendo un delicioso puchero que resultó cómico en un hombre adulto como él.

-Nop, estaba preparando desayuno para alimentar a mi hombre –Respondí depositando la bandeja a su lado.

-Mmmmmh... panqueques con chispas de chocolate... te he dicho que te amo?

-No hoy –Le dije dándole un beso en la punta de la nariz y le acerqué su café negro –Y quiero que sepas que estoy profundamente agraviada por ese hecho.

-Bueno, eso hay que remediarlo... te amo cariño, te amo, te amo, te amo! –Exclamó.

-Si esa es tu reacción ante los panqueques los vamos a convertir en un hábito –Dije sonriendo.

Me senté a su lado y comencé a sorber lentamente mi café con leche mientras él atacaba los panqueques sin misericordia e intercalaba sonidos de apreciación. Dios, era tan fácil hacerlo feliz!

-Jazz... Tenemos 2 cosas que discutir. Una es de logística y la otra es sobre manejo de la basura.

-Okaaay? –Dijo curioso.

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