Capítulo 13

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Demonios! Aún no puedo responder a sus reviews!!! Trataré de contactar al sitio a ver qué puedo hacer al respecto... Pero mientras lo soluciono, por favor no dejen de escribirme!! Me hacen sonreír con cada una y me impulsan a seguir escribiendo.

Este capítulo es otro bonus, un Jasper POV que no tenía planeado, pero que me sentí impulsada a escribir. Ojalá les guste.

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Capítulo 13

Lo sabes, ahora ya estás advertido,
no te fíes de un animal herido,
y yo, descuida, le mentí,
soy un experto cazador.

¿Lo has visto? Es mi mundo derruido,
lo que hoy es puro mañana está podrido.
¿Y qué te iba diciendo yo?
Me he perdido.

Me he perdido /Nacho Vegas, Christina Rosenvinge

Jasper POV

Mi madre murió cuando yo tenía 17 años en un bizarro accidente automovilístico en el que destruyó el Mercedes de mi padre. Fue un alivio. Yo sabía que ocurriría tarde o temprano, ella era una alcohólica rematada y le encantaba manejar el condenado auto en las carreteras eternamente húmedas y resbaladizas de Washington, por lo que la única sorpresa fue que chocara sobria contra una vaca y no ebria contra otro auto o un árbol.

Después de años de maltrato, esa mujer simplemente ya no significaba nada para mí, por lo que su funeral y entierro fueron un trámite que me trajo más alivio que pena. En algún momento la amé, pero cuando conocí lo que era pertenecer a una familia de verdad, la borré de mi corazón completamente. Y no volvió a hacerme daño.

Con su muerte, heredé la casa con todo su contenido, unos $50.000 dólares en acciones que pertenecían a la cartera de mi padre y que de todas maneras habrían pasado a mi poder en un fideicomiso al cumplir los 21 años, el valor del Mercedes que chocó mi madre (que estaba asegurado contra todo evento) y la pensión que dejó mi padre como oficial de ejército, que duraría hasta que yo cumpliera los 18 años. Con eso quedó asegurada mi educación universitaria y algo de dinero extra para más adelante.

Lo ignoré. El dinero nunca significó nada para mí, pero era bueno saber que no sería una carga demasiado pesada para Charlie, él tenía que preocuparse de Bella y su porvenir, y eso ya era bastante.

Bella... lejos y con mucho lo mejor que me ha pasado en la vida. Si ella no me hubiera descubierto en el bosque con sólo 5 años, mi vida habría tomado un rumbo completamente distinto. Ella fue mi refugio y fortaleza cuando no había nada más por lo que vivir. Ella curó mis heridas y ella fue la primera persona que me demostró amor.

Y gracias a ella conocí a mi padre de facto, Charlie, quién me recibió en su casa, me protegió y luchó por mi custodia. Me enseñó qué es ser un hombre, me enseñó a manejar, cazar y pescar, me enseñó a tratar a una mujer y a afrontar las dificultades de la vida estoicamente... y me introdujo a la equitación.

Y ahora, todo lo que amaba se diluía entre mis manos. Charlie había muerto, y Bella había regresado a Forks pero se negaba a aceptar lo que había entre nosotros. Se negaba a conversar del pasado, se negaba a aceptar mis disculpas.

Yo bien sabía que no merecía su perdón, lo que hice con Alice fue inexcusable, un momento de rabia y debilidad que pagué muy caro cuando la maldita enana lunática fingió un embarazo que me amarraba a su lado. Yo jamás dejaría de lado a un hijo mío, y ella lo sabía. Me manipuló y me obligó a dejar de tratar de contactar a Bella aduciendo que el stress de mi infidelidad ponía en peligro su embarazo... un embarazo que nunca existió.

Y gracias a mi error Bella me dejó... la entendí, pero la necesitaba como necesitaba comida y oxígeno. Dejé de dormir, dejé de comer, adelgacé 15 kilos y pensé seriamente en acabar con todo y suicidarme, pero Charlie fue nuevamente mi roca. A pesar de lo que había hecho a Bella fue él quien me salvó de mi mismo, quién me empujó a actuar de manera honorable y quién recogió los pedazos cuando se descubrió la farsa de Alice.

Regreso a CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora