Los rumores sobre las "clases de baile" ya corrían por todo Hogwarts, y francamente, no podía imaginar nada más incómodo.
Pero cuando descubrí que cada casa tendría su propio ensayo con su respectivo jefe de casa, sentí un pequeño consuelo:
por lo menos no tendría que bailar bajo la mirada de McGonagall.
...Hasta que recordé quién era nuestro jefe de casa.
El Profesor Snape.
Genial. Perfecto. la muerte lenta como un vals...
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El aula de pociones había sido despejada. Las mesas estaban a un lado, y el suelo brillaba por un hechizo de limpieza.
Snape estaba frente a nosotros, de pie, con los brazos cruzados y la expresión de alguien que preferiría tragarse un bezoar antes que estar ahí.
—El Baile de Navidad —dijo con voz grave—. Una tradición que, por alguna razón, el director considera... esencial para su educación.
Su mirada recorrió el grupo de Slytherin con desaprobación.
—Dudo que la mayoría de ustedes sepan distinguir entre un vals y un ataque de hipogrifo.
Blaise rió por lo bajo. Snape lo fulminó con la mirada y el silencio volvió de inmediato.
—Así que, para evitar que nuestra casa quede en ridículo, aprenderán lo básico... conmigo.
No sé qué fue peor: si su tono de resignación o el murmullo emocionado de las chicas.
Pansy prácticamente hiperventilaba.
—Merlín, si me elige a mí, juro que me desmayo —susurró.
—No te preocupes —murmuré—, Snape nunca bailaría contigo... ni conmigo.
error.
Su mirada se detuvo en mí.
—Señorita Edwards.
Sentí cómo se me helaban los dedos.
—Profesor... ¿sí?
—Será el ejemplo.
rayos!!
Las risitas comenzaron inmediatamente.
"Excelente", pensé. "Mi muerte social está asegurada."
Los Slytherin empezaron a cuchichear.
Pansy me empujó entre risas.
—Suerte, futura señora Snape.
—¡Cállate! —susurré entre dientes mientras caminaba al centro, sintiéndome como si fuera a enfrentar un dragón.
Snape levantó una ceja, extendiendo una mano enguantada.
—Coloque su mano aquí —indicó con la misma voz con la que normalmente explicaba cómo manejar venenos.
Cuando la tomé, un escalofrío me recorrió.
Su mano estaba fría, pero firme, y su mirada... imposible de sostener mucho tiempo.
—Pies juntos. Espalda recta. No pise mis zapatos —dijo.
—Lo intentaré, profesor —respondí, aunque mi voz sonó más nerviosa de lo que quería.
La música empezó.
Un vals suave llenó la mazmorra, y, por primera vez en la vida, la sala de Pociones pareció tener algo de... magia buena.
Snape se movía con una elegancia que no encajaba con su imagen habitual.
Cada paso era exacto, controlado.
Yo trataba de seguirlo, pero entre su perfume tenue y su voz baja corrigiendo mis movimientos, me costaba recordar cómo se respiraba.
—Demasiado tensa, señorita Edwards. Si fuera una poción, ya se habría evaporado —murmuró con ironía.
—No sabía que bailabas, profesor —me atreví a decir.
—Hay muchas cosas tu no sabes—respondió, girándome con una suavidad que me robó el aire.
Por un instante, nuestras miradas se cruzaron, y fue como si todo se detuviera.
El gramófono, las risas contenidas, el frío de la mazmorra... nada existía.
Solo él.
Solo nosotros.
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𝐀𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬- 𝐬𝐞𝐯𝐞𝐫𝐮𝐬 𝐬𝐧𝐚𝐩𝐞 𝐲 𝐭𝐮
Randomseverus snape y tu. en el 4to años en Hogwarts, t/n ira descubriendo de a poco sus sentimientos hacia el murciélago de las mazmorras (severus snape) y tras los sucesos en el torneo de los tres magos, tendrá que decidir de que lado estar desde a h...
