Los tres sonríen mientras se guardan los billetes. ¡Mis billetes! Entre sus ropas y devuelven a su sitio mi bolsa. Como si nada hubiera ocurrido. Seguro esperando que no me percate. Cuando pregunte me dirán que se ha acabado en las bebidas. Pero sé que no es así. Ahora lo sé. Únicamente hemos comprando dos botellas, de las cuales prácticamente la única que ha bebido soy yo. ¡Hijos de puta! ¿Así que ese es su juego? Embriagarme y luego quedarse con mi dinero.
―Y eso ocurre todas las noches. Mientras tú te dedicas a embriagarte y a no saber de ti, ellos te roban ―Dice con voz queda. Esto es molesto, pero que sea él quien me lo dice no me hace gracias. ¿Por qué tiene que fastidiarme?
― ¿Y? ―Me giro y lo fulmino con la mirada― ¿Quieres que te de un premio?
No sé si estoy más enojada con él por mostrarme la verdad, con ellos por ser unos hijos de puta y robarme o conmigo por ser tan confiada y estúpida. Sabía que ellos no eran mis amigos, sino una simple compañía, sabía que solo estaban conmigo por el interés, porque tenía dinero para comprar alcohol y drogas, pero... que no se conformen con eso y además de todo me roben. Eso es demasiado, incluso para mí. Que no tengo nada que perder.
Min me mira sorprendido, por la brusquedad de mis palabras. Es cierto que ahora mismo me siento deshecha y confusa, pero no necesito su lastima. No necesito de nadie, así que necesito que él también salga de mi vida.
―Jenny ―Intenta sujetarme, pero retrocedo manteniendo la poca distancia que los cuerpos entorno nos permiten.
―Es solo dinero ―Afirmo secamente, intento darme la vuelta para regresar hasta la mesa. ¿Para qué? No tengo idea, no se quiero hacer. Solo quiero alejarme de él.
―Espera ―Su mano se cierra con fuerza sobre mi brazo y me hace retroceder hasta verlo a los ojos― Ellos no son tus amigos ¿Es que acaso no lo ves? ―Quiero gritarle, quiero golpearlo. Sé que tiene razón, pero en este mundo no existen amigos y da lo mismo, siempre se aprovechan de ti, sin importar quien sea. Y lo acabo de comprobar una vez más.
―No es tu asunto, así que no tiene porqué importarte.
―Me importa ―Afirma.
―Pues ese es tu problema, no el mío ―Tiro de mi brazo, pero es inútil, parecer no tener intenciones de soltarme. Miro el reloj detrás de la barra y por primera vez me alegra ver que son las 8 y sigo sobria― Lo hice ―Canto victoriosa. Frunce la frente sin comprender a que me refiero, levanto la barbilla señalando la barra― Son las 8 y no he bebido una gota de alcohol, así que espero puedas cumplir tu palabra y dejar de aparecer...
― ¿Para que sigan aprovechándose de ti y tu inconsciencia?
― ¿Eso? Tú lo viste, puedo vivir sin el alcohol, pero resulta que no quiero hacerlo ―Me mira furioso y tira de mi acercándome más a él.
― ¿Tanto lo vale? ―Su voz es severa y me hela la sangre. ¿Lo vale? ¿Lo estoy imaginando o se refiere a él? ¿Lo sabe? ¿Sabe? No, no, es imposible. A menos que también lo haya averiguado, como muchas otras cosas sobre mí, con él todo es posible. Cosa que lo vuelve alguien peligroso para mí. Porque yo no quiero saber nada.
― ¿Qué cosa? ―Finjo ignorancia, sintiendo la bilis subir por mi garganta.
―La razón por la que haces esto, cualquiera que sea no es válida. Te estas destruyendo ¿No lo comprendes? ―Me relajo un poco. Creo que ha sido mi imaginación y él no sabe nada. Lo dicho, no hay forma.
―Eso es algo que no tiene porqué importarte. Ya jugué contigo y tú conmigo. Gane, así que ahora déjame en paz.
―Jenny, déjame ayudarte ―Intenta acercar su rostro al mío. Su aliento fresco me golpea y siento el impulso de besarlo, pero lo empujo, colocando mis manos en su pecho. No puedo enredarme con él, ya no. Esto es demasiado peligroso.
―Hicimos un trato, he ganado ¿Puedes cumplir tu palabra? Espero que lo hagas y me dejes en paz o de lo contrario... te denunciare por acoso ―Jalo mi brazo y esta vez me libera sin decir nada.
Me abro paso entre la multitud, rumbo a la salida y veo como permanece inmóvil mirándome con expresión dolida.
Aprovecho su desconcierto para abrirme paso y llegar a la entrada del lugar. No sé porque de algún modo me siento mal, quizás se me ha pasado la mano con todo lo que le he dicho, pero él tiene la culpa. Ha hecho todo para provocarme y yo solo quiero ir en su contra. Algo a lo que me he acostumbrado.
No puedo dejar de lado a esos cretinos. Ahora entiendo porque su interés en que me uniera a ellos, deben haberse quedado sin fondos. ¡Malditos! Todas las noches, todo el dinero perdido, han sido ellos y quien sabe que más habrán hecho mientras no se de mí. Pueden quedarse con mi dinero esta noche, espero lo disfruten porque será el último que obtendrán. Estoy demasiado sumida en mis pensamientos que no veo a la persona que aparece delante de mí, hasta que chocamos.
―Lo siento ―Digo sin interés e intento seguir caminando, pero no se aparta del camino.
Es el peor momento para ligar, si es lo que intenta, no estoy de humor para juegos. Levanto la mirada, lista para enviarlo al demonio, pero entonces lo reconozco y me quedo pasmada.
―Veneno ―Murmuro en voz baja.
―Hola hermosa ―Sus ojos me miran con interés y mi sobriedad hace que el pánico me invada. "Es un tipo peligroso" Las palabras de Sasha suenan como una advertencia y siento el impulso de echarme a correr, pero no creo poder escapar. No está solo, al menos 4 tipos están detrás de él, mirándome como su fuera una presa.
¡Rayos! Seguro ha venido a cobrarse el favor de aquella noche, pues no tenía el dinero suficiente para saldar lo que sea que me haya dado. Aunque sigo sin comprender como es que termine en mi casa y sin rastros de haber tenido sexo. Quizás estaba demasiado drogada y no quiso intentar nada, pero su expresión perversa me indica que esta vez no piensa quedarse con las ganas. ¡Maldición! Lo peor es que estoy totalmente consciente y que no quiero tener nada con él.
―Supongo que sabes por qué estoy aquí ¿Verdad? ―Dice pasando su dedo por mi hombro. Su tacto me da asco.
―Tengo una idea ―Contesto, intentando no delatar mi miedo.
―Entonces ¿Vienes conmigo por las buenas o por las malas? ―Sus acompañantes me muestran sus armas y entonces tengo que pasar saliva. ¿Qué rayos?
―Vamos ―Digo con una sonrisa forzada.
―Chica buena ―Me toma del brazo y me conduce hasta una camioneta― Esta noche, nos divertiremos, como nunca.
Me lo puedo imaginar. Rayos. Estoy en graves problemas y lo peor, nadie vendrá a salvarme. Ya no hay nadie que venga detrás de mí, lo acabo de enviar al demonio.
)J

ESTÁS LEYENDO
Adicta
Short StoryLa vida de Jenni se resume en unas cuantas palabras: "Sexo, alcohol y drogas". Todo con el fin de no recordar su pasado, a quienes la traicionaron y lastimaron. Pero la aparición de un desconocido que insiste en sacarla de sus vicios, traerá de reg...