Luce igual, quizás un poco más grande, aunque desde luego el maquillaje y los costosos tratamientos la hacen lucir muy bella. Sigue vistiendo ropa de marca y costosas joyas, cosa que siempre la ha caracterizado. No sé muy bien que decir, no esperaba verla.
― ¡Cariño! ―La voz varonil que se escucha detrás de ella capta mi atención. Es un chico alto y musculoso, bastante apuesto y aproximadamente de mi edad. Pero no es eso lo que me sorprende, sino que esa palabra parece estar dirigida hacia ella― Irene ―Saluda tomándola de la cintura. Ella esta rígida observándome.
―Philip ―Murmura mirándolo de reojo y sacudiéndose su brazo. Es entonces cuando él repara en mi presencia y se da cuenta que ha cometido un error. Pero es tarde, lo sé.
―Nos vemos ―Digo y comienzo a caminar seguida por Milán, quien no dice nada. Tampoco ella intenta detenerme― Por favor, has un comparativo entre nuestros departamentos y los de la competencia. Tenemos que modificar la publicidad.
―Entendido ―Subo al auto y arranco.
Es sorpréndete y al mismo tiempo esperado. Su perfecto matrimonio no es más que otra pantalla para la sociedad. Por eso ni se inmuto cuando le conté lo que vi aquel día en el despacho de mi padre. Por eso no cancelo el compromiso cuando debió hacerlo.
***
***
― ¡Mamá!
―Por favor, cielo. Es hombre ¿Qué esperabas? ―La miro sin dar crédito. ¿Lo dice en serio?
― ¿Qué harías tú, si mi padre te hiciera lo mismo? ―Niega y sonríe.
―Tu padre cumple con su deber y tú tienes que hacer lo mismo.
― ¿Qué quieres decir?
―Tienes que casarte.
―No ―Arruga la frente y por primera vez noto una reacción que no sea apatía.
―Jennifer...
―No voy a casarme ―Se pone de pie y avanza hacia mí.
―Querida... es solo una aventura, algo sin importancia. Se cansara y la dejara, tú serás la señora de la casa.
―Mamá...
―Nada, cielo. Haremos de cuenta que no pasó nada. Tú no viste nada y no hemos tenido esta conversación. Ahora ve y despídete de tu prometido.
***
Suspiro e intento prestar atención en el camino. Pero no puedo dejar de pensar, que si en aquel instante me hubiera escuchado, mi vida jamás se hubiera convertido en un infierno. Aunque no solo es su culpa, sino la mía por haber sido ingenua.
Entro en la recepción y veo a Julia hablando con un par de empleados. Al verme los despide y avanza hacia mí. Espero que no venga en plan de competir, el encuentro con mi madre aun me tiene desconcertada y ansiosa. Algo sin duda negativo.
―Buenos días, Julia ―Saludo con normalidad.
―Buenos días, Jennifer. ¿Cómo fue todo? ―Su pregunta me intriga. Me detengo y la miro con atención.
― ¿Todo? ―La pruebo. Noto como cambia el peso sobre sus pies y como intenta parecer tranquila.
―Supe que irías a ver los departamentos. Escuche rumores de que las ventas no van muy bien ―Mantengo serena la expresión. ¿Quiere demostrarme que ella logro vender todos en una semana? Supongo que en otro tiempo la hubiera puesto en su lugar, pero no es ni el momento ni el lugar.
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Adicta
Short StoryLa vida de Jenni se resume en unas cuantas palabras: "Sexo, alcohol y drogas". Todo con el fin de no recordar su pasado, a quienes la traicionaron y lastimaron. Pero la aparición de un desconocido que insiste en sacarla de sus vicios, traerá de reg...