Prólogo

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¿Será que él siente algo por mí? No... lo dudo mucho, él solo me ve como una amiga y creo que así será para siempre... pero ¿Por qué últimamente solo me mira tanto y en silencio? Tal vez ese día... yo tenía algo en la cara y el otro día y el otro... 

No recuerdo haberle dicho algo que lo molestara... soy buena, o eso creo. Solo algo tímida, temperamental, orgullosa, perfeccionista, y puede ser que hasta un poco egocéntrica, entre otras cosas como que a veces soy tan directa que terminan odiándome. A veces pareciera que prefieren que sea hipócrita... En fin, lo que no entiendo es porque él de repente dejó de ser conmigo como era antes, es decir; molestoso, gracioso y hablador...

¿Tal vez tiene problemas con su familia? Sé que lo estaban forzando a que tenga una novia estable, eso es lo que escuché, ya que sus únicas relaciones "estables" no pasaron de una semana... aunque, bueno, realmente hace más de un año dejó de ser así. Hace más de un año no sale con nadie

Suspiro.

Me levanto de la cama después de tanto pensar y fui a arreglarme un poco antes de bajar, recién me estaba despertando. Bajé las escaleras y vi a Matías, mi primo, ahí estaba él despierto hablando con alguien por teléfono, despeinado como si recién se hubiera levantado lo cual no me sorprende. Si lo describiría físicamente se podría decir que tiene un aire al ídolo de mi adolescencia; Joe Jonas. Su mismo pelo oscuro, labios y sus mismos ojos. Como sea, Matías es un mujeriego, no se exactamente cuantas novias ya tuvo, pero ninguna formal y lo peor es que me controla como a una niña. Me acerqué un poco mas a donde estaba él hablando por teléfono, para escuchar mejor.

—Lo sé, pero hoy no puedo salir del país —dijo algo preocupado. ¿Qué? ¿Va a salir del país?—. Correcto, mas tarde arreglamos bien —dijo después de unos segundos y colgó.

— ¿A dónde vas a ir, primito? —dije divertida mientras me acercaba a él. Me miró mejor.

— ¿Qué escuchaste? —me preguntó confundido como si tuviese miedo de que haya escuchado algo que no tendría que haber escuchado.

—Todo —dije desafiándolo. Él solo sonrió como si supiera que solo había escuchado la parte de salir del país...

—No te metas, ___ son cuestiones de negocios, solo para hombres —dijo serio. Lo miré con odio, ¿podría ser más machista asqueroso? Me fui a la cocina a prepararme el desayuno sin decir nada, no tengo nada que decir, me calló con esas estúpidas palabras machistas que siempre repite toda mi familia.

Después de terminar de desayunar me dirigí a mi cuarto para cambiarme y poder salir. O eso planeaba hasta que suena el teléfono. Seguro es mi madre para decirme donde se encontraba, o tal vez era él... fui corriendo a atender el teléfono, pero Matías me ganó.

— ¿Hola? —dijo a través del teléfono. Me miró, hizo una de sus malditas sonrisas antes de responder:— No, no está aquí. 

Me miró divertido. Supe de inmediato que es para mi, así que tomé rápido el teléfono y contesté.

— ¿Hola? —dije. Pude escuchar su voz a través del teléfono, era él. Evité sonreír como tonta.

—Hola, ___, necesito hablar contigo —dijo quien tanto esperaba que llamara, Emmanuel. Matías me miraba fijamente, está vigilándome para decir algo en contra de Emmanuel como siempre, lo odia prácticamente desde que dije que somos amigos.

—Claro ¿Donde? —contesté rápido evitando la mirada de desprecio de Matías.

—Nos vemos en la plaza.

—Ya estoy saliendo —dije y colgué preparándome para correr a mi cuarto.

¡Si! al fin hablé con él, aunque haya sido solo por teléfono pude escuchar su voz, pero ¿Por qué necesita hablar conmigo? ¡Dios! ojala no sea nada malo. Tengo que subir y cambiarme rápido no me puede ver con esta ropa, aunque... me vio con ropas peores. 

Mi huésped (Nick Jonas y tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora