Mi huésped (Nick Jonas y tú) TERMINADA

Capítulo 13

— ¡___! Soy Sarah— Nicholas me miraba como si tratara de descifrar quien llamaba

—hola Sarah— Nicholas sonrió y volvió su vista hacia el mar

— ¡___! Necesito que me compres el test cuanto antes si es posible ahora mismo, por favor— suplicó rápidamente

—ahora no puedo, tengo que ir a la casa, Emmanuel me invitó a cenar—

— ¿a cenar? ¿Emmanuel? ¡Dios mío! ¡quiere llevarte a la cama! ¿tiene condones cierto? —

— ¡hey! — chillé —Emmanuel no es así conmigo, es cierto que es raro que me haya invitado a cenar pero... ¡olvídalo! Mañana iré por esa cosa ¡adiós! — le corté luego de gritarle

— ¿___? ¿estas bien? — preguntó Nicholas frunciendo el ceño

—si, si, no fue nada— respondí rápido tratando de que mi mal humor se vaya

— ¿que pasó? — preguntó tranquilo mirándome

—nada...— Nicholas levantó una ceja

—bien, aunque pareces molesta—

—si es que... Sarah empezó a hablar mal de Emmanuel y de la cena y no se que cosas vergonzosas— comencé a balbucear. Nicholas me miró divertido

—tranquila, ya pasó—nombrarme con tono sereno. Asentí tratando de sonreír.

Volví a dibujar en la arena, una carita feliz. Nicholas miraba fijamente el dibujo y luego tomó una ramita en la arena e hizo un hombrecito típico de semáforos. Reí bajo y dibujé a su lado uno igual pero con pelo y un vestido. Él rió también y escribió mi nombre arriba de estos dos

—que linda letra— dije al ver su cursiva tan perfecta

—gracias, aunque... lamento no poder decir lo mismo de la tuya— se encogió de hombros y rió. Lo miré mal

— ¡hey! que malo— le di un pequeño golpe en el brazo

— ¡oh Dios! que dolor, creo que veo la luz— dramatizó tirándose a la arena con su mano en el brazo. Comencé a reír y él dejó de hacerlo sin dejar de mirarme desde ahí abajo. Dejé de hacerlo al ver que me miraba sonriente. Me tiré a su lado sin dejar de mirarlo sonriente al igual que él

—hola... Nicholas— le saludé divertida una vez a su altura, boca abajo. Él rió bajo

—hola ___— me estremecí al escuchar mi nombre con su tono de voz ronca

— ¿de verdad mi letra es fea? — le pregunté algo triste. Él rió apenas

—no, pero tampoco tan linda como la mía— presumió y yo solo rodee los ojos haciéndolo sonreír —es broma— agregó suave y sonreí. Lo seguí mirando y él también a mi comenzaba a darme miedo, jamás miré a alguien tanto tiempo, pero no podía quitar mi mirada de sus ojos, son tan profundos... es tan inalcanzable. Parecen tan transparentes... tan únicos — ¿que pasa ___? — interrumpió curiosamente. Pasa que... eres perfecto ¿algún problema?

—nada ¿por que? — fruncí el ceño haciéndome la desentendida

—estás triste— susurró. Fruncí el ceño

—claro que no— quité mi mirada de él y me senté como pude, él me siguió sin dejar de mirarme serio. Le sonreí

— ¿eres feliz ___? — preguntó de pronto

—si, no me quejo— respondí normal y algo divertida encogiendo los hombros — ¿tu eres feliz Nicholas? —

—aprendí a serlo— respondió sonriente sin sacar su vista de mi. Miré mi celular de nervios hasta que me acordé de... ¡maldición!