Mi huésped (Nick Jonas y tú) TERMINADA

Capitulo 43

El sonido de la puerta me despertó, ¿En que momento me había quedado dormida?

Sequé mis aún, húmedos ojos para salir. El único que podría ser era Nicholas así que me miré al espejo para verificar que no me veía tan horrible como me sentía.

—Hola —dije sonriéndole. Me veía fresca.

—¿Estabas durmiendo?

Asentí: —Me dio sueño planificar mi vida amorosa junto a Emmanuel —me encogí de hombros y esta vez lo noté. Una vez más esa expresión extraña en sus ojos y sus hombros tensos.

¿Acaso hasta le daba asco hablar de mi vida amorosa?

—Que bueno que lo estés hasta planeando.

—Lo sé, ¿Y bien? ¿Hablaste con el futuro padre de mis hijos?

—Deja de hacer eso —respondió  Nicholas—. No es gracioso.

—A mi me parece gracioso. Ya sabes, decirme a quien amar y a quien no.

—Nunca he hecho eso. Te dije que solo que podrías darle una oportunidad

—Y yo te dije que lo haría.

—Si, pero en forma de burla.

Suspiré: —Alguna vez estuve enamorada de Emmanuel, volverá a pasar si sigo estando tiempo con él así que no te preocupes por eso. No lo decía de broma, lo hago en serio.

—¿Entonces es así? ¿Así de fácil de enamorar y desenamoras de alguien?

—Tal vez.

—Genial. Entonces no me preocuparé más por ti —dijo sin evitar lucir molesto. Lo miré confundida, ¿Qué significaba eso?

—¿Estás... molesto?

—¿Molesto? No, solo eres exasperante.

—¿Exasperante? —susurré para mi misma porque  Nicholas se había ido. Me sentía tan confundida así que decidí seguirlo— ¿Había algo que querías decirme?

—No.

Fruncí lo labios siguiendo detrás suyo. —¿Entonces por qué llamaste a mi puerta?

Nicholas se detuvo en plena escaleras y giró a mirarme. —Porque es mi último día aquí y quería estar contigo. Verte.

—Ah — Nicholas retomó su camino—... ¿Y por qué me ignoras ahora?

—Iré a tomar agua.

—Aún así te siento molesto. Estás siendo cortante... te conozco.

—No lo haces. No me conoces.

—Lo hago. Dormimos juntos muchas noches, me has contado mucho de ti. Dicen que las personas cuando están medias dormidas son como los borrachos, solo dicen verdades.

Nicholas tomó un vaso y se sirvió agua.

—Mi ex vino en la mañana. Me di cuenta que no me gusta y no tengo ningún sentimiento de cariño u odio hacia él. Es como si fuera otra persona. Así que si estás preocupado porque no pueda seguir tu consejo te equivocas; podré enamorarme de Emmanuel tanto que mi vida se reducirá solo al deseo de hacerlo feliz —digo y  Nicholas me mira serio dejando lentamente su vaso en la mesilla—. Sé que él está enamorado de mí así que será más fácil, y él sigue gustándome, estoy emocionada por estar pronto tan enamorada de alguien como esa persona de mi, así que—

Me quedé muda cuando tomó mi cara con ambas manos y chocó su boca contra mía. Sus labios a penas tocaron los míos me hicieron soltar un suspiro al igual que a él. Entonces comprendí todo, yo provoco algo en él, realmente provoco algo en él.

Sus labios se movieron sobre los míos y yo me dejé llevar, respondiendo a cada uno de sus movimientos y girando la cabeza para profundizar el beso. Sentí como se tensó pero se relajó segundos después y sus manos bajaron a mi cintura. Alejó su boca de mí y hundió su cara en el hueco de mi cuello y hombro. Sentí miles de mariposas en mi estomago mientras sachaba su respiración sobre mi piel.

—No quiero que te enamores de alguien más —murmuró en el mismo lugar estremeciéndome hasta los dedos de los pies. Mordí mis labios—. No quiero que ames a nadie más que a mi. No quiero ni escucharte decir eso.

Lo alejé para verlo a los ojos pero él chocó su frente contra la mía. Noté su cansancio por primera vez, como estaba suprimiendo sus sentimientos y las lágrimas brotaron de mis ojos al verlo así de débil frente a mi.

—Te amo —le dije tocando sus mejillas— ¿Tú...

—Yo también te amo. Te amo tanto que solo quiero verte feliz, quiero que tengas una vida normal y no una como la mía pero te amo tanto que no soporto imaginarte estar con alguien más.

— Nicholas...

—No podría ser el padrino de tus hijos, no podría ir a tu boda. No podría controlarme si te viera besando a alguien más —murmuró acariciando mis mejillas con sus pulgares y piel de gallina de formo en mi cuerpo—. Fue un milagro que no golpeara tu ex cuando lo vi. Saber que te lastimó pero también saber que alguna vez te besó estaba sacando lo peor de mi pero estabas tú para controlarme. Solo tú eres suficiente para mi.

Sonreí ampliamente: —¿Entonces no te irás cierto? Porque te golpearé yo a ti si lo haces.

—Me iré pero no mañana y no solo. Quiero que vengas conmigo. Y quiero que seamos novios. Dios, ___, no puedo imaginarme una vida sin ti —dijo dándome mucho besos en los labios y mejilla— ¿Soy un idiota, cierto? Por esperar hasta el último momento para decírtelo.

—Lo eres y aún estoy intentando asimilar todo esto —reí bajo. Nicholas me abrazó, entonces una pregunta surgió en mi mente— ¿Estás seguro de esto? ¿De tú y yo?

—Si, lo estoy —murmuró en mi cabello—. Te lo dije, tus besos me confunden y sé por qué. Todo ese tiempo que estuvimos alejado me hizo aceptar mis sentimientos hacia ti y más tú confesión de anoche y esta tarde, me hizo darme cuenta que no podría dejarte sabiendo que alguien más podría estar contigo. Te quiero, ___, y te quiero conmigo, únicamente para mí, quiero que seas mi compañera, tenerte en mi vida y a mi alrededor. Quiero todo contigo.

Mi sonrisa no podía ser eliminada con nada ahora, quería llorar de felicidad: —También te quiero Nicholas. Mucho, más de lo que crees.

—Oh, vamos. Yo te quiero más, a mi no me sigue "gustando" un amigo que está enamorado de mí y tampoco estoy planeando tener hijo con él —reí ante su indirecta de mis comentarios a Emmanuel.

—Solo lo dije porque sentía que te ponías celoso. Y ahora veo que tenía razón, ¿O no? —me excuso.

—¿Quieres que te diga que me estaba muriendo de celos? Eres malvada, ¿Sabías eso? —asentí haciéndolo reír y negar con la cabeza pero comencé a llenarlo de besos. Mientras él se quejaba y retaba diciéndome que no vuelva a repetir algo parecido sobre todo lo de los hijos porque "él es el único" con el que puedo fantasear tener un hijo y nadie más.

Emmanuel recibió varios pequeños insumos de parte de Nicholas al igual que DoHwan. Yo solo reía y lo callaba con besos dándome cuenta lo relajado que estaba y un brillo en sus ojos que me enamoró más que antes.

Seguía sorprendida por las palabras de Nicholas pero por alguna razón las asimilaba rápido. Las pistas siempre estuvieron, él me trataba extraño y sobreprotector  porque le gusta y no porque me veía como a una hermana pequeña. Él nunca me vio como una hermana pequeña pero si como una mejor amiga. Al igual que yo al principio, cuando lo considere mejor amigo y sin darme cuenta me enamoré.

Esa noche dormimos juntos. Él quejándose consigo mismo por ser un cobarde y por casi huir de mí y yo riéndome de él por perder su vuelo por ser un apresurado tonto. Me abrazó con fuerza y después de un par de cosquillas, de un momento a otro estaba dormida. Dormida en los brazos de la única persona que amo y amaré por siempre. En los brazos del que simplemente comenzó siendo mi huésped.