Mi huésped (Nick Jonas y tú) TERMINADA

Capítulo 4

—Hey, ni siquiera me conoces —lo acusé divertida—. Aunque tienes razón —Nicholas sonrió mostrando su fila de dientes blancos, nunca pensé que alguien podría tener una sonrisa tan linda.

Ambos terminamos de comer. Nos paramos y Nicholas se alejó de mí para pagar la cuenta. Quise pagar mi plato pero no me dejó, no quise pelearle así que lo dejé, pero esto no volverá a ocurrir.

—Ah, lo siento me olvidé preguntarte si querías postre —dijo divertido cuando salimos del restaurante.

—Ay, que caballero —dije sarcástica entrecerrando los ojos. Él rió bajo, al parecer estaba feliz o mejor dicho estaba cómodo, eso me hace sentir bien— Si quería postre.

—Bueno, ___ —dijo subiendo el tono cuando pronunció mi nombre.

— ¿Qué? ¿Te gusta mi nombre? —pregunté divertida ¿A quien le puede gustar mi nombre? Ah, si a Emmanuel le gusta. Pero él es raro en sí.

— ¿Si me gusta? Es un nombre hermoso —dijo encogiéndose de hombros. Mis mejillas ardieron y sé que si fuera pálida ahora mismo estaría completamente roja ¿Le gusta de verdad mi nombre? Oh, por Dios. Nicholas habla de una forma que, no sé que me hace sentir y hasta me hace bajar la mirada... amo su voz. Yo solo le sonreí— ¿Paseamos? Tal vez vendan helados por ahí.

—Solo si me das la mano —dije divertida. Nicholas me miró como diciendo "¿De verdad?"— Es una broma —dije divertida al ver su cara. Él sonrió tranquilo.

—Estaba apunto de dártela— me contestó divertido y casi me río.

Diablos ¿Por qué siempre cuando Nicholas dice algo pienso con doble sentido? Le sonreí ampliamente y ambos caminamos por la playa al frente del mar es un hermoso día soleado. Había sombrillas con persona que comían y como siempre también habían personas que estaban tomando sol, otras que tratan de entrar al mar como los niños, entre otros. Por suerte me puse unas sandalias sino estaría sufriendo con la arena en mi zapatos

— Amo la playa —dijo deteniéndose mirando hacia el mar.

—Yo también —le contesté, en realidad no me gusta mucho que digamos, pero el sonido y la brisa realmente me relaja. Giré mi cabeza para otro lado. Que suerte tengo haya viene el de los helados —Nicholas allá hay un hombre que vende helados —dije, él miró hacía donde está el hombre— Yo quiero sabor chocolate —agregué rápido sonriente. Nicholas me miró y rió bajo causándome un cierto escalofrío ¿Se ríe por compromiso o por qué de verdad le gusta lo que digo?

—Vamos allá entonces —dijo y caminamos hacia el hombre— Dos de chocolate, por favor —le pidió Nicholas.

—Claro —contestó el vendedor. Nicholas le pagó yo solo lo observaba mientras empezaba a comer el helado. Él vendedor nos agradeció.

—De nada —contestamos ambos y nos alejamos de él acercandonos al mar.

— ¿Quieres sentarte? —me preguntó y asentí.

Nos sentamos en la arena mirando hacia el mar. Nicholas achicaba los ojos al igual que yo por el sol. Estábamos como en tipo novela donde obviamente él era el galán y yo... la nada. Nicholas es muy lindo para estar compartiendo su tiempo conmigo. Quiero que sea mi amigo, parece alguien sincero, amo a la gente sincera.

—Que romántico — comenté mirándolo divertida. Sonrió ampliamente— ¿Qué es eso? —pregunté señalando algo que el mar traía y se llevaba.

—Debe ser basura —contestó Nicholas y luego lamió su helado normal pero para mi era excitante verlo hacer eso—Hay que ir a la concesionaria —me sugirió interrumpiendo mis pensamientos y se levantó.