Glimmer Dixon [TWD FANFIC]

Capítulo 10 A Washington

Bajaron del auto, todos cabizbajos, mirando fíjamente al suelo, algunos con lágrimas en los ojos. Glenn, Michonne, Rick y Noah estaban deshechos, con todo lo que la palabra significa. Estas personas perdían gente a diario, es muy doloroso pensar en todo lo que han sufrido en tan poco tiempo, la muerte de Beth, y la de Tyreese en escasos días.

En mi mente aparecieron resúmenes de todas y cada una de las muertes que había presenciado en mi vida. La gente se muere, es cierto, pero lo malo es que sabes que en un mundo NO podrido como este, podrías haberla disfrutado más y de mejor manera.

Desde la muerte de Beth, las personas de este grupo me habían dado muchas razones para quererlas y pensar que son muy fuertes, ahora, tenía una más.

Traté de no llorar. No por hipocresía hacia lo que le dije a Carl. Sino porque sabía que no era justo que yo llorara por alguien que no conocía demasiado, pero no pude evitar sentir un nudo en el estómago al ver la imágen de Rick y Glenn bajando el corpulento cuerpo de Tyreese. Era increíble que alguien que se veía tan fuerte muriera de un segundo a otro. 

Nos metimos un poco en el bosque que había al lado de la carretera y encontramos un lindo lecho para enterrar al hombre. A los pies de un hermoso árbol Rick y mi tío se dispusieron a cavar. Enterramos a Tyreese, mientras Gabriel leía una parte de la biblia, y cada uno puso un poco de tierra sobre él con una pequeña pala. Cuando llegó mi turno, dejé una lágrima caer en la tierra, y ví como lo último que se podía observar de Tyreese desaparecía al ser cubierta con mi montoncito de tierra.

Cuando llegó el momento de mi tío, ví su expresión, fría y seria. Estaba inexpresivo, como si en ese momento se estuviera haciendo un sandwich y no enterrando a una persona. ¡¿QUÉ ES LO QUE LE SUCEDE?! Bueno sí, sé que él es muy rudo y todo, pero jamás lo había visto comportarse así. Claro que no tengo idea que tipo de relación tenía con Beth, pero su muerte lo había transformado, y de una manera que se veía irreversible. Lo miré, demostrando que quería que me mirara también, pero no lo hizo. Pasó a mi lado y ni siquiera movió la cabeza, o el ojo. Actuó como si yo no estuviese ahí. Desvié la mirada hacia suelo, decepcionada.

Noté que Carl me observaba, pero me quedé mirando el césped, sintiéndome un tanto incómoda por la mirada del chico que buscaba la mía a tientas. En unos minutos todos terminamos, y nos quedamos en silencio, observando el lecho. Ese era un lugar pacífico, bello, perfecto. Pero la tristeza del momento no nos dejaba apreciar el paisaje ni por un momento.

Comenzamos a caminar, dirigiéndonos a los autos. Al llegar, todos nos sentamos en el suelo, sin hablar. Tomé mi mochila, saqué de ella una botella de agua y bebí desesperadamente, luego, le pasé una a Carl, otra a Maggie y la última fue para Sasha, mientras la que había bebido yo, se la entregaba a mi tío, quién la tomó sin siquiera mirarme, las botellas cambiaron de manos, hidratándo al grupo mientras se vaciában. Al final, el agua se terminó. Y abrí algo de comida, que entregué a todos, excepto a Daryl, lo que lo obligó a mirarme.

-¿No hay para mí? - preguntó, sarcástico.

-Oh, lo siento. - dije, alzando mis cejas. -No había notado tu presencia.

Le lanzé una lata de frijoles, que, para mi decepción, recepcionó habilmente. Comí enfadada. Y en ese momento, noté que del enojo no había racionado los alimentos o el agua, ya no había nada, ni siquiera una miga de pan.

Suspiré preocupada, y vi que algunas miradas se clavaban en mí.

-Lo siento. - dije -Ya no queda nada.

Muchos dejaron de comer y me miraron sorprendidos. Glenn me tranquilizó de inmediato:

-Tranquila, Glimmer. No tenías previsto encontrarte con nosotros...