Glimmer Dixon [TWD FANFIC]

Capítulo 23 Entiendes lo que siento

Pensé unos minutos en una buena respuesta para la pregunta de David.

-Sí. Siempre he pensado lo mismo. Sé lo que se siente.

-¿De verdad? - preguntó él.

-Sí, me sucedió con un chico. - dije.

-Ah... tenías un pretendiente, ¿Eh?

-¡No! - casi grité, a la vez que le daba un puñetazo en su brazo izquierdo. -Era uno de mis compañeros de grupo. Se llamaba Marco. Él quería ser mi amigo, pero yo era mala. Hoy me doy cuenta de que tenia una gran persona a mi lado y no aproveché su compañía.

-Oh, ahora entiendo. A mí me sucedió eso con mi hermana. Siempre nos peleabamos, pero cuando me alejaron de ella me arrepentí completamente de no haberla valorado. Ella era mi gemela, mi compañera desde que nací, mi primer amiga. Ahora me siento mal y quiero tenerla aquí conmigo.-una lágrima recorrió su mejilla y yo lo abracé.

-¿Estas bien? - pregunté.

-No. No lo estoy.

Me quedé callada, no sabia qué contestar a eso. Así que me limité a seguir abrazandolo, y decirle un "la encontraremos" al oído. Él me devolvió el gesto y nos quedamos así un rato.

-Quiero pensar que ella está viva. Que se encuentra a salvo y que no le falta nada.

-Si es tan valiente y perseverante como tú, seguro está de maravilla, David.

-Acordaste llamarme Fight. - me dijo sonriendo.

-Suena tonto, ¿sabes? Además, ¿por qué lanzar a la basura un nombre tan bonito como el tuyo?

-Porque yo lo odio. Así como tú odias el tuyo.

-Entonces te llamaré Dave. Es como una abreviatura de tu nombre.

-Dave me gusta.

-Dave será. - dije.

Entonces, un walker apareció desde detrás de los árboles. Fui a matarlo, pero David se me adelantó y lo acuchilló en la cabeza.

-Bien hecho.

-Gracias, Glimmer.

Seguimos caminando. Ninguno habló mucho, sólo soltabamos largos suspiros de cansancio y, a veces, algún "¡Qué calor!", pero nada muy interesante.

Estaba pensando en lo que sentiría cuando me encontrase con Daryl, Carl, Judith, Rick, Maggie, y todos los demás. Quería que llegara el momento de verlos otra vez. Quería estar segura de que ellos estaban a salvo. Apreté los labios: ¿y si ellos no se habían salvado? ¿Si David me había mentido? ¿Si su grupo los había matado? ¿Si en realidad ese chico era una trampa? Comencé a tener miedo de él, cualquier cosa podría pasar en esos días. Incluso me puse a pensar en la posibilidad de que en ese mismo momento nos estuviesen buscando los de su antiguo grupo.

-¿Crees que los chicos con los que estabas estén persiguiéndonos? - pregunté.

-Sí. Sé que nos están buscando. Pero tranquila. Perdieron nuestro rastro cuando nos quedamos en mi casa.

-¿Cómo lo sabes?

-Porque los vi pasar. Ya han de estar muy lejos.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me dijiste que los habías visto?! - grité.

-Porque sabía que no iban a encontrarnos.

-¡Tenías que decirme! ¡Podrían estar en cualquier lado!

-Lo siento. Pero es que... jamás nos encontrarán. Dejé algunas pistas falsas mientras caminábamos. ¿No te diste cuenta?

-No.

-Pues lo hice. Así que no te preocupes.

-Perdón, Dave, pero lo hago. no puedo evitar pensar que ellos pueden estar cerca.

-No confías en mí, ¿verdad?

-Claro que confío.

-No te creo. Eres mentirosa. Crees que esto es una emboscada.

-¡No es cierto! Te creo. - dije, mintiendo un poco. -Confío en tí.

-Eres una mentirosa. ¿De verdad piensas que alguien podría inventarse una historia como la que te conté?

-Dave. - dije, calmada, apoyando una mano en su hombro. -Te creo. No pienses que no. Pero no confío en los de tu viejo grupo. Tengo miedo.

-Lo entiendo. Lamento haberme puesto agresivo. Es que... hubo mucha gente que no confiaba en mí antes de tí.

-Está bien. - dije, mientras retomaba nuevamente el paso. -¿Cuanto crees que falte para llegar a Alexandria?

-No lo sé. Pero supongo que unos veinte minutos con el viento a favor.

-¿De verdad? - pregunté, esperanzada.

-Sí. Pero deberíamos apurar el paso, esta comenzando a refrescar, y si no llegamos antes de que se haga de noche, tendremos que acampar en alguna parte.

Fue entonces cuando recordé mi mochila y todas las cosas necesarias y útiles que había adentro.

-¡Mi mochila! - dije.

-¿Tu qué? - preguntó David, confundido.

-Mi bolso, el que tenía las mantas, la comida y todo eso... lo necesitaba.

-Tranquila. Ya no lo necesitarás. Si llegamos a Alexandria tendrás todo lo que necesitas y más.

-Okay. Espero que tengas razón.

-A menos que tu grupo haya sido engañado por ese tal Aaron, dudo que no la tenga. - sonrió y yo hice lo mismo.

-Y... ¿Qué harás cuando encuentres a tu hermana? - pregunté, cambiando de tema.

-SI la encuentro, querrás decir.

-CUANDO. La encontraremos, Dave.

-Cómo tú digas. - él bajó la mirada. -No lo sé. Creo que la abrazaré. ¿Por qué preguntas?

-Por nada. Es que quiero ver a mi tío. Y a mi mejor amigo. Y a los demás del grupo. Quiero saber que están bien.

-Lo estarán, Glimmer.

-¿Cómo estás tan seguro? - pregunté.

-Si ellos son tan valientes y perseverantes como tú, seguro están de maravilla. - dijo, y yo sonreí.

-¿Sabes, Dave? Creo que no hay forma de agradecerte lo bueno que has sido conmigo.

-Bueno, debes pensar que yo también estaré beneficiado si encuentro a Enid.

-¿Me salvaste sólo por eso? - pregunté, poniéndome un poco triste.

-No, no sólo por eso. Hubo muchos antes que tú que podían conducirme a mi hermana. Incluso algunos afirmaban conocerla. Pero jamás he ayudado a nadie antes que a ti. Nunca les creí, porque sabía que mentían. Sabía que ninguno de ellos tenía idea de como o quien era Enid.

-¿Y por qué me salvaste a mí? - pregunté.

-Cuando abriste tus ojos, pude ver un destello de luz en ellos. Pude mirar dentro de tí. Y supe que, algún día, tú me ayudarías a encontrarla.

-¿Cómo lo sabias?

-Es un misterio hasta para mí. Pero espero no equivocarme. Y sé que a tí de verdad te importa ayudarme. Sé que de verdad te importo. ¿Sabes por qué?

-¿Por qué? - pregunté.

-Porque entiendes lo que siento.

Entonces se acercó a mí, puso una mano en mi nuca y atrajo mis labios a los suyos, haciendo que se encontraran en un cálido beso. Mi primer beso.