A.R.★
Después de un rato con la música y un poco molesto con las preguntas de Rodrigo Diana comenzaba su turno y me dejó a cargo de refrescar a Bruno y retirar las ataduras, seguía febril pero al menos parecía descansar tenía las vendas ensangrentadas a pesar de que se las cambian cada vez que se reabrieron sus heridas en su lucha por escapar.
Al sentir la tela humedecida en agua con hielo sobre su frente, abrió los ojos. Presintiendo su inseguridad lo tranquilizaba diciéndole que estaba en el hospital y que estaba sujeto porque la fiebre lo hacía delirar y atacar a doctores y enfermeras pero que se los podía quitar si lo deseaba, intentó hablar pero noté que la sangre en su boca y aunque no dejan de suministrarle suero, no podía hablar. De todas formas le quité las ataduras y limpiando toda la piel expuesta, lo incitaba a estar callado y a mirar a su derecha para ver a Rodrigo que me mira mal, pero yo no le hice esto a Bruno, en todo caso la culpa es suya por abandonarlo por su hermana y no conseguir hacer una vida aparte.
Mientras Diana le explicaba a Rubén lo que necesitaba para tratar a Rodrigo y al pasar a tomar nota de lo necesario para Bruno, les devolví la gamuza y el agua usada y les pregunté si podíamos ayudar a Bruno a lavarse los dientes, les mostré que tenía sus cosas de aseo y mientras el enfermero se retiraba a tomar todo lo que su jefa le había ordenado, me enseñó cómo ayudar a Bruno.
Nos advirtió de que no puede beber pero sí puede enjuagarse la boca para mantenerla húmeda, le prometimos obedecer y puso una botella de agua y dos vasos en mi mano. Mientras ella levantaba la cama yo pongo la mínima cantidad de pasta dentífrica en su cepillo, primero un pequeño enjuague y luego con cuidado lo ayudé a mantener su brazo arriba para que se aseara, le dejé aclarar su boca hasta que estuvo cómodo.
- Beso- dijo con voz ronca y con mi mega sonrisa fui esparciendo besos por su rostro, tenía el ceño arrugado mientras me hacía el tonto y daba besos aquí y allá, estaban aseando a Rodrigo así que con la cortina dando un poco de privacidad no podía vernos... Cuando ví una mano asomarse para mover la cortina y pasar a tratar a Bruno, me centro en Bruno y lo tiento probando sus labios, se los humedezco con mi lengua y no tarda en darme permiso para profundizar el beso, me deleito en el murmullo de su pecho cuando lo hago y dejo domine, su lengua busca las zonas más húmedas haciendo que salive más de lo habitual y aunque no era una sensación habitual lo dejaba beber de mi boca a su antojo.
El quejido de Rodrigo y la sorpresa de los enfermeros lo sacaron del trance, su gruñido de vergüenza me causaba gracia, él no sabía que esperé a tener público para complacerlo, pero me interesaba que Rodrigo lo viese para fastidiar. No soy un buenazo y el tipo me cae automáticamente mal por meterse con la hermana mientras le prometía amor eterno a Bruno y a pesar de estar convaleciente quiero que se muera de celos por dejar escapar a Bruno.... Cuando su familia le cuente lo que ha pasado, quiero ver de que lado se pone.
Les dije que podían dejar la cortina abierta porque eran familia, recalcando que eran cuñados y bromeando de que esta vez sí tenía a unos chicos para lavarlo, lo hice protestar y amenazarme con vengarse cuando pudiera por mis bromas y me hizo irme a dar una vuelta cuando le ofrecí un final feliz si me daba permiso. Dejé la habitación entre risas para ir al baño y buscar algo para desayunar en lo terminaban de asear a Bruno y cambiar sus sábanas y vendajes.
Al volver Diana me informó de que el doctor estaba por entrar a hacer su ronda y luego tendría su hora de visitas, comprendiendo la situación me pongo en camino a la sala de espera, mientras el doctor informa a los familiares de otros pacientes y los deja pasar en orden, se retira al cuarto de Bruno y reconozco a los Padres de Rodrigo con otra pareja con un bebé en brazos y a un muchacho de traje con una bolsa, me acerqué y enseguida me entregó la mochila con mi portátil, camisetas y calcetines limpios, dejé que se retirara con razón para mi padre de que lo llamaré después de hablar con el médico, el padre de Rodrigo se acercó con precaución al escuchar nuestra conversación.
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Ríndete
Romance"Bruno es tan perseverante que no puedo creer que sea una persona normal, ser un cabezota sería subestimar sus capacidades.... Quizás algún día se arrepienta de ello" pero desde que Adam lo conoció no pudo dejar de pensar en él, ser su jefe lo vue...