¡¡¡Carnaval!!!

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B.I.≒

Toda la semana he estado poseído por el espíritu del carnaval y es que en 10 escasos dias sería martes de carnaval, mañana es San valentín y sé que Adam se trae algo entre manos, yo estoy haciendo bombones de licor caseros y maldita la hora que se ocurrió la idea... la cocina está toda pegajosa por el licor y hay gotas de chocolate por todos lados.

No sé si es que hoy estoy patoso pero me llevará un rato hacer como que aquí no ha pasado nada. Hoy vamos a visitar a Pam por su cumpleaños y le prometí ir por muy gruñón que se pusiera mi jefe. No es que no quiera ir, es que ahora que me siento con más energía salgo de casa, voy a comprar y ni hablar cuando me vió por televisión caminando tan ancho como si no viese a los periodistas... El caso es que tuve la mala suerte de encontrarme con Rodrigo en la tienda, necesitaba comprar unos nuevos vaqueros favoritos para compensar el que corté.

También estaba comprando cosas para carnaval. El sábado iríamos todos de noche de fin de año y el martes una combinación de indios y vaqueros. El caso es que vernos juntos le molesta, no sé muy bien porqué. Está claro que nada va a pasar entre Rodrigo y yo... Pero quizás hay algo que no me esté contando y supongo que será algo del caso aunque ya empiezo a ponerme al día.

A media tarde Adam llegó a recogerme, pasamos una velada encantadora con la familia de Pam y ahora de vuelta en casa mi gruñón preferido está acurrucado a mi lado viendo Armagedon, le encantan las pelis de Bruce aunque esta no tenga tanta accion como de costumbre.

Me desperté sobresaltado con el sonido de una alarma, todo estaba a oscuras así que me imagino que me quedé dormido a la mitad, miré el reloj y apenas pasaba un minuto de las doce, estaba confuso... ¿ Que hacía el despertador sonando a esta hora de la noche?

- wua!! - sentí como Adam me jalaba de un pie hasta ponerme justo debajo de él.

-Feliz San valentín pequeño -

- que susto me diste, no me tires así de las patas que casi se me sale el corazón por la boca - el condenado no hizo más que reírse.

- ven, te tengo una sorpresa... - llegamos al salón y el lugar de encender las luces, fué prendiendo velas que cubrió con unas bolitas azules. Al mirar el resultado me pareció una pasada, puso música suave y nos pusimos a bailar, gracioso porque yo estaba en ropa interior y Adam con su pijama invisible.

No me había dado cuenta de que el suelo estaba espolvoreado con pétalos de flores de toda clase, ni que las velas desprendian ese olor a playa y sal. Después de unas cuantas vueltas me llevó al centro, la mesa de café ya no estaba y los muebles los había desplazado, en el suelo había un colchón con sabanas y toda la cosa. Reconozco que cuando quiere tiene un gran talento para dirigir mi atención hacia dónde le interesa, esta vez, para sorprenderme poco a poco.

Abrió la cama para que me metiese al sentarme me dí cuenta que bajo las sábanas debía haber una funda de plástico o algo similar, supongo que para proteger el colchón por ponerlo en el suelo o puede no. Me ofreció champagne, uno especial sabía a almendras y avellanas, delicioso, le comenté que había algo en el congelador para él, si pongo la caja de bombones en la nevera o por la cocina los encuentra fijo y así el chocolate estaría bien crugiente y el licor no se congela por es muy dulce y tiene una graduación muy alta, use licor de mandarina, tuve que ir hasta el aeropuerto para ajenciarme una botella y el chocolate es negro, el más puro que encontré y super amargo, pero juntos eran perfectos.

Al regresar con su sorpresa, se sentó a mi lado para abrirlo. El papel de cocina recortado que decía:
<<Vale por una proposición indecente y descabellada, el portador tiene derecho a ser obedecido y complacido en todo lo que concierne a la proposición. Este documento sólo podrá canjearse una vez en el plazo de un año>>

RíndeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora