Celos

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B.I.≒

Tengo que dejar de mirarle, ya me resultaba bastante difícil no prestar atención a cada movimiento o gesto suyo.....Ahora con las nuevas experiencias, me estoy volviendo loco.

Después de una noche increíble y una mañana sorprendente me obligo a entretenerme con otras cosas y dejar que Adam descanse, el pobre no querrá moverse de la cama.... Jamás imaginé que algo así me pasaría.

Ver a alguien, tener un flechazo y sin darte cuenta trabajar juntos, pasar tiempo juntos y conseguir un hombre que me trata cómo si fuese lo más valioso de este mundo.

Aún temo que volver a la rutina, toda mi buena suerte se desvanezca, no obstante le quiero... Me preocupa tener tantos defectos y problemas, no es justo que alguien tan atento crea que no tiene corazón.

Preparé un desayuno de lujo en lugar de la comida para que se lo tome en la cama y se recupere. Espero no haberlo lastimado mucho.... no estoy muy seguro de si va a querer repetirlo alguna vez pero estoy tan contento por todo lo que recibo de él que no me importa si no le agrada lo suficiente como para repetir.

- Adam, despierta... tienes que comer algo -
No puedo evitar pasear la vista por su cuerpo, como siempre que tiene la cama para él se tumba boca arriba, pone los brazos por encima del nivel de sus hombros y abre las piernas como los modelos de ropa interior. Es demasiado sensual para su propio bien, sus músculos definidos, la perfección de su piel lista para ser devorada, suave vello rubio en los lugares correctos... un cosquilleo se despierta en las puntas de mis dedos recordando la sensación divina de haber tocado.

Sujeto con fuerza la bandeja y respiro hondo para espantar de mi mente mis deseos de olvidar la comida y comérmelo a él en su lugar. Me llevó más tiempo del que pensaba, porque al sentir cómo aclaraba su garganta, volví a la realidad y esa indeseable ceja formaba un arco perfecto esperando una respuesta de porque me quedé embobado en mis pensamientos.

Sentí que me ardían las mejillas bajo su mirada inquisidora
- te traje algo de comer ¿ qué tal te sientes? - respondí con una vocecilla ridícula mientras esquivaba su mirada.

- En realidad me siento bien, aunque me lleva un rato encontrar la postura correcta para estar sentado y no sentir molestias -

Comimos en la cama y le ayudé a llegar a la ducha, mientras cambié las sábanas y ventilé la habitación. No quería vestirse pero lo convencí de usar ropa interior al menos, tomó prestado de mi cómoda algo que llamase su atención y se apoderó del sofá para ver televisión. No creo que me acostumbre a sus tendencias nudistas, en su casa suele ponerse algo para no traumatizar a algún empleado, pero aquí no había motivos para vestirse, únicamente mi incomodidad con la idea... Mi pobre corazón no podría resistirlo.

- Bruno¿ te vendrás a vivir conmigo ahora? - me preguntó de pronto cuando comenzaron los anuncios de la película que estábamos viendo.

- No? - no pretendía que fuese una pregunta pero algo en su mirada me decía que no me gustaría esta conversación.

- no te entiendo... me quieres y sé que te gusto ¿por qué no podemos vivir juntos? Llevamos semanas sin separarnos y las cosas no han hecho más que mejorar entre nosotros -

- simplemente voy despacio Adam, aún no hemos recuperado la normalidad, tienes que tener tu propio espacio y pensar qué necesitas y lo que quieres sin estar influenciado por mí, mis sentimientos o los cuidados médicos a los que estoy sometido... Quiero que seas libre de escoger vivir conmigo teniendo en cuenta lo que eso significa, si discutimos estaremos bajo el mismo techo y siendo tu casa no quiero acabar pasando la noche en un hotel o pensión por estar enfadado, tampoco quiero no tener a dónde ir si te cansas de mí y decides que una familia es lo que quieres -

RíndeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora