¿Cómo se te puede querer tan fuerte? (II)

Las cosas cambian y las personas también.

Sara

Doy una vuelta más en la cama, no puedo dormir y no sé si es por el maldito calor o si es porque mi mente no deja de dar vueltas y pensar en cosas que no debería; cosas o... más bien personas.

Han pasado exactamente 21 días desde que volví a lo que supuestamente era mi casa y si os soy sincera nunca me he sentido tan fuera de lugar como me siento ahora, nunca antes había deseado irme de aquí como siento que lo necesito. Creía que quizás si me alejaba aún más de Madrid, lograría olvidar todas las cosas que llegué a vivir... lo que no sabía era que todo aquello de lo que necesitaba alejarme, vendría conmigo y me haría añorar todo aquello que siento que echo en falta.

El tiempo pasa y yo sigo igual que cuando llegué, preguntándome si hice bien en querer dejarlo todo atrás, en si hice bien en dejarle a él y, estoy segura que justo ahora os estaréis preguntando si he sabido algo de él, de Dani y... sí. Me ha enviado un mensaje por día, desde que me fui o desde que se fue él, no lo sé; supongo que desde que ambos nos fuimos. Y, joder, veo los mensajes y no sé si odiarlo o quererle aunque muchos ya sabréis que lo primero es imposible porque mi pasatiempo favorito, hasta ahora, había sido quererle.

Noto un vibración encima de la mesita de noche y me giro para coger el móvil, lo desbloqueo y ruedo los ojos al ver que el mensaje era de un grupo de wa de los amigos de aquí. Supongo que muy en el fondo deseaba que fuera Dani aunque hoy ya me ha enviado un mensaje. Muevo inconscientemente el dedo por la pantalla del móvil hasta abrir su conversación.

"He ido a la playa y...¿sabes qué? Echaba de menos tenerte por ahí acariciándome la espalda como siempre hacías."

Ese es de hoy, sonrío de nuevo al leerlo aunque me haya prometido a mi misma no sonreír más con algo que tenga que ver con él pero es leer esto y todos mis intentos por dejarle atrás, se rompen.

"Jesús no deja de escuchar a Justin y no sé a quien odio más, si a mi hermano por ponerme ésta música o a Justin por hacer que piense en ti. ¿Recuerdas que te prometí llevarte a verle? Sigue en pie."

Es el mejor, lo sé. Y por estas cosas me hace echarle de menos pero, no sé. ¿Quién no me dice que si todo vuelve a ser lo que era volverá a engañarme? ¿y si todo sale bien y al cabo de unas semanas tiene que volver a irse? No puedo. Siento que cada vez que se va, se lleva una parte de mi que nunca vuelve. Siento que es muy jodido tener que esperar y seguir esperando...¿qué pasa que voy a tener que esperar sentada a que esto se acabe porque yo ya no tenga cojones de soportar esto? ¿o esperar hasta que encuentre a alguien por ahí que también le haga feliz?

Cierro los ojos intentando no llorar. Me duele que una parte de mi piense que nada de esto va a ninguna parte cuando él realmente ha sabido quererme. Con sus más y sus menos pero ha sabido hacerlo como nadie antes. Y me fastidia sentir que todo esto ha terminado antes de lo que pensaba, me duele verme incapaz de volver a lo que teníamos pero sé que por mucho que lo intente, por mucho que luche contra ello y finja que no me duele ver como se va, al fin y al cabo acabaré destrozada haga lo que haga.

Se me ilumina la pantalla del móvil y vuelvo a la realidad. Veo que es un mensaje de María, ella tampoco ha parado de intentar ponerse en contacto conmigo y yo, cómo no, he pasado de todo y de todos. Sigo en la conversación de Dani y subo hacia arriba leyendo un poco más, cómo si no estuviese ya lo suficientemente dolida.

"Te echo de menos, y... ¿recuerdas aquellas ganas de verte de las que tanto hablábamos? Pues siguen aquí."

Me muerdo el labio intentando por todos los medios no echarme a llorar, no puedo. Otra vez no.

"Sé que me lees nena, ¿por qué nos haces esto? Déjanos ser felices."

Parpadeo un par de veces intentando evitar esas lágrimas que se avecinan, como cada noche desde que no le tengo.