¿Cómo se te puede querer tan fuerte? (II)

Le vales demasiado la pena...

María

Retuerzo uno de mis mechones entre mis dedos nerviosa y no sé por qué si sé que ella me entenderá; siempre lo hace.

-¿Entonces qué? -me pregunta y la miro de reojo con una sonrisa mientras intenta adecentarse en mitad de la calle. 

-Le he dicho a Jesús que le daba una oportunidad- no me deja acabar que ya ha soltado un gritito emocionada, la miro riendo y deja de hacer lo que estaba haciendo para abrazarme- ¿Qué mosca te ha picado? -le pregunto divertida y se ríe separándose de mi. 

-Que ya era hora -me mira ilusionada.

-Pero... -le digo mordiéndome el labio-... eso no quiere decir que ahora estemos juntos.

-¿Eso lo sabe él? -me pregunta curiosa mientras mira que no venga un coche para cruzar el paso de peatones.

-Sí -le respondo y me mira arqueando una de sus cejas- Bueno no -le aclaro y niega con la cabeza sonriendo- Le he dicho que quiero darle una oportunidad porque sabes que le quiero muchísimo pero no puedo hacer como si todo este tiempo no hubiese pasado nada, ¿me entiendes? -asiente levemente- Yo sé que él me quiere y que me lo demuestra a su manera porque es un orgulloso de mierda -digo con una sonrisa al pensarlo- pero no puedo fingir que no ha pasado nada y decirte que confío plenamente en él porque te estaría mintiendo -me sonríe haciéndome entender que me entiende- pero sé que si me hago la dura y paso de él me arriesgo a que acabe pasando de mi, no sería algo fuera de lo normal -nos miramos fijamente- de hecho estoy segura que eso pasa todos los días en la vida de alguien -asiente de nuevo- y tú muchas veces me has dicho que no sirve de nada ser una orgullosa cuando quieres a alguien y sé que si sigo haciendo como que no me importa lo que haga o lo que sea de él, me arriesgo a que se canse y no quiero -niego con la cabeza seriamente- no quiero que por mi culpa se vaya todo aún más a la mierda y quiero creer que con el tiempo voy a poder volver a confiar en él y que si alguna vez no soy lo que él necesita, me lo dirá.

-Eso no pasará -me dice sonriendo- Conozco a Jesús...-asiento mirándola-...sabes que es como si fuese mi mejor amigo que me lo cuenta todo -sonrío aún más al saber lo mucho que se quieren- y sé que te quiere con locura pero también sé que deberías decirle esto; que la oportunidad no significa que ya eres su chica como él cree y que necesitáis tiempo y que ya se verá -asiento sabiendo que tiene razón-, que sabes que aunque no lo parezca, es un inseguro -nos miramos- aunque nunca lo admitirá pero no dejes que dude de todo esto y pon de tu parte, porque sé que también le quieres -confiesa y la abrazo de lado. A veces me pregunto que sería de mi sin ella; mi mayor apoyo, quién más ha dado por mi y quién más me cuida cuando peor estoy. La que sabe cuando debe hablar y cuando solo tiene que abrazarme y dejarme estar. La que siempre me hace reír incluso cuando ella lo necesita más que yo. 

Me separo de ella pero mantengo mi mano encima de sus hombros y ella me rodea la cintura con uno de sus brazos.

-¿Lo arreglaste con Dani? -le pregunto y me mira frunciendo el ceño- ¿Qué? -le digo al ver como me mira- Se notaba a leguas que habíais discutido -sonríe porque sabe que la conozco demasiado bien.

-Siempre encontramos la forma de arreglarlo -se muerde el labio- es lo que tiene quererse tanto y querer intentarlo con todas mis fuerzas con él -me mira con la mirada brillante- Y quiero intentar, de verdad, quiero poder hacer que todo lo de las fans no me afecte.

-No debería afectarte -le reprocho- Mira, yo soy una fan y te acepto -me da un leve golpe haciéndome reír- ¿Qué? Es la verdad.

-Es distinto y lo sabes -me dice riendo.

-No tiene por qué -le sonrío- El problema está que las que no te aceptan es porque no te conocen y porque no saben quién eres y lo que vales pero déjame decirte que eso se acabará pronto.