María
Llevo dos días sin contestar ninguna llamada de Dani, y aún sabiendo que le estoy preocupando por no dar señales de vida, parece que me da igual todo porque siento que mi vida se detuvo hace exactamente cuarenta y ocho horas. Siento que mi vida ha dejado de seguir desde que sé que la cosa ha terminado o al menos así lo siento. Y es raro pero no he vuelto a llorar y no es porque no tenga ganas sino porque creo que ya no me quedan más lágrimas que soltar. Ni siquiera he salido de mi habitación pero nadie se ha dado cuenta porque papá y mamá se pasan el día fuera de casa y creen que todo sigue igual que siempre, que todo sigue bien. Quizás si Sara estuviese aquí las cosas serían distintas, de hecho sé que lo serían. No me dejaría ni un minuto sola y me haría reír hasta el punto en el que acabaría llorando. Ojalá, pienso, pero eso es algo que ahora mismo ya no tengo.
¿Se sentirá ella igual al no tener a Dani? ¿Le seguirá llorando o habrá seguido como si nada como ha hecho durante toda su vida? Ella siempre ha sabido pasar página ante todo lo malo que le ha venido, o eso o ha fingido demasiado bien que las cosas no le importaban tanto como para seguir pensando en ellas.
Miro por la ventana como llevo haciendo durante dos días y todo sigue igual. Y aunque intento engañarme a mi misma y decirme que en breves voy a despertarme, sé que no, sé que ya estoy despierta y que no hay peor realidad que esta. Todo el mundo sigue sin importar si acaban de romperme el corazón, nadie se detiene por ti, ni siquiera la vida cuando necesitas un respiro para coger fuerzas para continuar.
Juego con el móvil entre mis manos y decido terminar con toda esta mierda; abro la conversación de Sara e intento no llorar al ver que llevamos casi un mes sin hablar desde que nos conocemos. Dejo ir todo el aire que tengo dentro y decido escribirle.
"Sara, por favor, llámame." -escribo mientras me muerdo el labio nerviosa.
Me quedo mirando fijamente la pantalla hasta que después de un par de minutos me sale el tick azul confirmándome que lo ha visto y que ha pasado de ello.
"Estoy embarazada." -escribo intentando que no se me escape la risa pero sabiendo que quizás eso sea motivo suficiente como para que me llame.
Sigo mirando fijamente la pantalla y después de comprobar que me sale de nuevo el tick azul, solo pasan un par de segundos cuando en la pantalla de mi móvil se ilumina mostrando su nombre. Suspiro aliviada y le contesto.
-¡NO PUEDE SER VERDAD! -me riñe nada más contestar- No puedes ser tan irresponsable -dice sin dejarme hablar- ¿Es que no sabías lo que hacías o qué?
-Sara para el carro -me río intentando quitarle hierro al asunto -¡QUE ERA UNA JODIDA BROMA! -digo empezando a reírme y deseando que ella también lo haga y, aunque al principio solo escucho silencio en la otra línea, al final oigo una pequeña risa.
-Te mato -dice bromeando.
-Era la única forma que se me ha ocurrido para que me llamaras -admito- Sabía que no pasarías de mi si realmente era verdad.
-Me has asustado -me dice y me río levemente.
-¿Qué pasa que no crees que sería precioso tener como sobrino a un mini Jesús mezclado con una mini María? -la escucho reír- Sería tan perfecta.
-E igual de egocéntrica que sus padres -dice chinchándome.
Suspiro levemente y cierro los ojos unos segundos intentando calmarme para así encontrar la forma de decirle a Sara cómo están las cosas.
-¿Qué pasa? -pregunta preocupada, me conoce demasiado bien.
-¿Podemos hacer skype? -le contesto.
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¿Cómo se te puede querer tan fuerte? (II)
RomanceMucha gente me ha dicho, al largo de mi vida, que las segundas partes nunca fueron buenas y que si hay algo que se ha terminado, hay que dejarlo como está. Que las cenizas que quedan no vuelven a ser fuego... simplemente seguirán siendo cenizas de t...