¿Cómo se te puede querer tan fuerte? (II)

¿La quieres o la querías?

María

-¿Qué es lo que pasa? -me dice la voz de Sara y vuelvo a mirar hacia la pantalla del ordenador. Me paso una mano por el pelo y suspiro como si nada cuando en realidad es como si todo. 

-Me he dado cuenta de que no le he cambiado el nombre del teléfono a Jesús -digo en apenas un susurro- Y mira que he tenido ocasiones para hacerlo pero no puedo -sonrío irónica- porque si lo hago me daré cuenta de que ya está -la miro brevemente- ¿sabes? -escondo la cara entre mis manos- me daré cuenta de que todo se ha terminado.

-María... -susurra- te ha enviado algo, ¿no? -pregunta- ¿es eso? -levanto la mirada y la miro para segundos después acabar asintiendo- ¿y qué te ha dicho? -pregunta y hago un gesto con los hombros para que sepa que no tengo ni puta idea- ¿Vas a mirarlo?

-¿Va a ser peor para mi? -le pregunto aunque no sé exactamente si se lo pregunto a ella o más bien me lo estoy preguntando a mi misma. 

-No sé si será peor para ti -dice Sara y la miro fijamente- Todo depende de lo que tú necesites María -escondo mi cara entre mis manos- ¿Recuerdas cuando Dani me estaba llamando y tú me dijiste que le contestara? -me pregunta pero no respondo- Pues esto es igual pero... -hace una pequeña pausa obligándome así a mirarla- yo no sé lo que le pasa por la cabeza en estos momentos a Jesús y tú sí que sabías lo que sentía y dejaba de sentir Dani -asiento levemente- Es distinto pero... si lo necesitas, si necesitas leerlo -se explica y hace un gesto con la mano- Adelante -me sonríe levemente- pero si después de leerlo crees que te has equivocado y que la has jodido y tienes ganas de llorar -asiento levemente- aquí estaré -cierro un segundo los ojos- Haz lo que te pide el cuerpo si eso te hace feliz aunque creas que es el mayor error de tu vida. 

-¡SARAAAAAAAA! -oímos las dos y me río al ver la cara de fastidio de mi amiga ante el grito de su madre.

-Creo que va siendo hora de que me vaya -me susurra- porque sino mi madre es capaz de subir con la zapatilla en mano solo para que me despegue del ordenador -dice provocando que ría- Cuando llegue a Madrid te avisaré -asiento levemente- Y María... -me sonríe para darme fuerzas- Todo irá bien -dice antes de parar la videollamada sin darme tiempo a decirle adiós, como siempre. Me río al ver que todo vuelve a ser como antes, que vuelve a ser la Sara que conocí y que me hacía tremendamente feliz.

Vuelve a parpadear unos segundos más la pantalla de mi móvil y no puedo dejar de darle vueltas a éste mientras me pregunto que es lo que debo hacer; mirar el mensaje aún sabiendo que lo que dice puede dolerme o pasar de él como si no me importara cuando realmente sí lo hace... joder, ¿por qué tengo que estar tan sensible últimamente? ¿qué pasa que no hay vida después de él o qué?

"Parece que no" dice mi conciencia y eso me molesta.

Pues yo sí quiero que la haya, joder. 

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Dani

Cierro la maleta con un poco de dificultad pero consigo cerrarla; eso me pasa por comprar tantas cosas.. al final voy a pensarme seriamente lo de venir con la maleta vacía y volver con ella llena. Me río ante tal pensamiento y acabo de guardar un par de cosas en los bolsillos pequeños. 

Me acerco a la mesita de noche y cojo una cajita y la guardo con mucho cuidado porque ahí dentro va una pulsera que he comprado para Sara que espero que le guste; la vi y me acordé de ella y no pude evitar comprarla. Tengo tantas ganas de verla por fin. Después de todo un mes creo que ya va siendo hora de poder volver a estar con ella como hasta ahora, de disfrutar de lo que queda de verano y de... no sé... de estar con ella, joder. Estoy muy nervioso, como si no la conociera pero yo creo que lo que pasa es que me da miedo lo que pueda pasar o cómo estará ella; si querrá que todo siga como antes, si quiere volver a intentarlo o si quiere que las cosas estén así como están.