¿No te duele haberla perdido?

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Dani


Tercer tono y nada, no me lo coge. ¿Algún día responderá simplemente porque me echa de menos y me necesita tanto como yo la necesito? Aprieto fuertemente el móvil en mi oreja, va solo un tono más, me repito (cómo siempre hago). Vamos Sara, contesta. 

Dejo que suene otro tono más y nada. Suspiro y cierro los ojos. Me aparto el móvil de la oreja y justo cuando abro los ojos para poder colgar la llamada, escucho algo.

-¿Si? -se oye a lo lejos y noto cómo el corazón se me pone a mil por hora. Sonrío y me acerco el móvil a la oreja. ¿De verdad que me ha contestado?

-¿Sara? -pregunto con miedo pero sin borrar la sonrisa de mis labios.

-Si... -susurra y me muerdo el labio nervioso.

-Dios... -suspiro- No sabes lo mucho que te estoy echando de menos -admito sin miedo a nada, si perder ya la he perdido, ¿qué pierdo diciéndole la verdad?

-Dani... -susurra- No... -cierro los ojos.

-No, ¿qué? -le reto- Sabes que es así y joder -digo intentando sonar cabreado- Llevo días llamándote y queriendo escuchar tu voz porque te echo de menos -confieso y se queda callada- ¿es que tú no me echas de menos? -sonrío- aunque sea un poquito. 

La escucho reír levemente.

-Te pillé -le digo y se ríe aún más fuerte. Me quedo callado escuchándola porque sé que me ha hecho demasiado falta, que me cuesta tenerla tan lejos sabiendo que aunque vuelva, seguirá estando lejos. Me muerdo el labio nervioso- No me has respondido -digo refiriéndome a si me ha echado o no de menos. La oigo suspirar y sé que se está mordiendo el labio al otro lado del teléfono, la conozco demasiado bien.

-Te he echado de menos -admite y cierro los ojos. Lo sabía, todavía me quiere- Pero no ha cambiado nada Dani.

-Tienes razón -digo seguro de mi mismo- Nada ha cambiado, te sigo queriendo -admito y sonrío sin que me vea aún sabiendo que ella sabe que estoy sonriendo.

-Sabes a lo que me refiero -dice intentando sonar seria.

-Te mentí lo sé -digo sin miedo, no quiero perder esto, no puedo- Pero las personas nos equivocamos y aprendemos de ello y... -me paso una mano por el pelo- joder, sé que no debería haberlo hecho pero lo hice y no hay día que no me arrepienta de ello pero Sara -escucho su respiración al otro lado- Te quiero.

-Dani... -me interrumpe.

-Te quiero -vuelvo a repetir y la escucho reír.

-¿Quieres parar con eso? -me pregunta.

-¿Con qué? -le pregunto haciéndome el tonto.

-Crees que todo se arregla con un te quiero.

-¿Y no se arregla así? -digo bromeando y la escucho reír.

-Puede -me río- No sé.

-¿Cómo que no sabes? -la chincho- Será posible, verás cuando te vea.

-Hablas como si fuésemos a vernos.

-Claro que vamos a vernos -digo convencido- En unos días vuelvo y tú vas a volver a Madrid.

-Eso no va así -dice y me muerdo el labio.

-Tienes que volver -digo intentando convencerla.

-¿Por qué? -pregunta curiosa.

-Porque te quiero -contesto de nuevo y se ríe.

¿Cómo se te puede querer tan fuerte? (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora