Capítulo 10 - ¿Wallenstein?

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Han pasado semanas y todo se ha encontrado de una manera normal, el grupo ha asistido a clases, todos van muy bien, Noah ha alcanzado grandes calificaciones, la fama de Beth aumenta con sus obras, Kuzen y Brigitte han dejado de pelear y su relación resplandece de armonía. Lena y Noah han comenzado a intensificar sus conversaciones. Íkaros ha comenzado un trabajo de medio turno, labora en una tienda de comida, despachando y ha conseguido cierta cantidad de dinero para así ayudar a su madre ya que su padre continua en Portugal, y su hermana, Nathalie Fontaine, chica que posee 28 años de edad, encontrándose felizmente casada en Portugal, le envía e-mails para saludarlo.

Todos están reunidos en el comedor, en su mesa ya habitual.

-Siento algo extraño –Dice Noah apoyando sus brazos sobre la mesa-

-¿Cómo qué? –Pregunta Beth-

-Todo está muy tranquilo, mucha paz, ¿No es extraño? –Hace una pequeña pausa- Un caos se aproxima. –Entrecierra los ojos-

-Oye, tranquilo viejo. –Dice Kuzen- ¿No merecemos un poco de tranquilidad?

-Mucha tranquilidad hemos tenido, de seguro se acerca una explosión nuclear o algo así –Noah levanta una ceja y sonríe-

-¿Qué? ¿Una explosión nuclear? –Dice Íkaros mientras ríe-

-Estoy a favor de Noah. –Pronuncian los labios de Lena-

-Realmente no le veo sentido, estoy muy bien así. ¡No-al-cambio! –Exclama Brigitte-

-El caos se aproxima –Sonríe Beth- el caos se aproxima... -Repite y comienza a reír-

-Noah -Hace una pausa- la rompiste. –Dice Íkaros mientras observa a Beth traumado-

-Debo retirarme. -Dice Beth- ¡Caos! –Grita-

-Yo... no tengo la culpa de que haya tomado esa actitud, ¿o sí?

-No será que...

-¿Que qué?

-Debo seguir a Beth –Susurra Íkaros-

Noah y Lena intercambian miradas.

-Me retiro –Dice Lena-

-Bueno, nos vemos luego, yo también debo irme –Dice Noah-

Ahora no se han retirado Kuzen y Brigitte, como estaba acostumbrado el grupo, sino, todos se separaron y quedaron ellos solos.

-¿Todos se han ido? –Pregunta Kuzen-

-Supongo que sí. –Dice Brigitte-

...

-¿Así que la perfección si existe? –Pregunta Lena-

-Sí, la perfección existe. –Responde Noah-

Ambos se encuentran en un restaurante llamado "Les Cocottes". Noah ha invitado a Lena para tener conversaciones interesantes.

-Odio las conversaciones cortas, quiero hablar de átomos, muerte, aliens, magia, intelecto, el significado de la vida, galaxias, las mentiras que hemos dicho, nuestros defectos, nuestro pasado, ¿qué te mantiene despierta por las noches? Saber tus miedos, tus inseguridades, amo las conversaciones con personas profundas, que hablan con emoción de una mente retorcida.

Lena abraza su libro rasgado, sonríe tiernamente y observa a Noah fijamente a sus ojos.

-Los ojos, son las puertas a tus sentimientos, no deberías expresar tanto. –Dice Noah-

-¿Por qué dices que la perfección existe?

Noah sonríe.

-Porque sí, es decir, la perfección está allí, solo que es diferente para cada persona, cada quién tiene un concepto diferente de perfección, que al expresarlo deja de ser "perfecto" ya que otras personas no lo creen de esa manera.

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