Pasaron cuatro años por fin el doctor se dio por vencido le dijo.
-La voy a mandar a medicina interna allí le van a decir lo que realmente tiene, la van a mandar con el especialista para que la cure.
A Ella le dio mucho gusto por fin iba a saber lo que realmente tenía pero lo más importante que la iban a curar, fue a sacar la cita llegó a su casa muy contenta.
El día de la cita en medicina interna, la recibió una doctora como de unos cuarenta y tantos años, le dijo.
-Tome asiento por favor, le voy a abrir su expediente.
-Después de preguntarle sus datos le preguntó
-Cuénteme cómo empezó su problema.
Rosa le contó todo detalladamente.
La doctora apuntaba y por último le dio una orden para que le hicieran unos análisis y unas radiografías le dijo que la quería ver en una semana
- Gracias doctorA.- salió del consultorio fue a sacar la cita para la siguiente semana.
Llegó el día de la cita, Rosa iba contenta por fin iba a saber cuál era su enfermedad y lo más importante que la iban a curar, entró al consultorio se sentó la doctora revisó el expediente y los análisis y radiografías, cuanto terminó levantó la mirada hacia Rosa le dijo con un tono, triste.
-Ya tengo sus resultados y las noticias no son muy buenas.
- Rosa se sobresaltó dijo
- ¿Qué tengo?
- Usted tiene una enfermedad que va a ser compañerita de toda su vida, su enfermedad se llama artritis reumatoide degenerativa. Es una enfermedad muy dolorosa, ataca principalmente a todas las coyunturas del cuerpo, rodillas, codos, muñecas, dedos, cuello, caderas, aparte ataca a los órganos internos, al corazón, los riñones, la vista, oído, y mi deber es prevenirla de todo lo que se le avecina, usted ahora camina por su propio pie, pero poco a poco va a tener que usar un bastón para ayudarse a caminar, después el bastón no va a bastar, va a tener que usar una andadera si sus muñecas se lo permite, porque el dolor es tan fuerte que las personas pierden fuerza en las manos; si ese es su caso usted va a tener que usar unas muletas, pero va a llegar el día en que ni siquiera con muletas va a poder, usted va a tener que usar una silla de ruedas, por último va a estar recluida en su cama.
Rosa la escuchaba sin dar crédito a lo que estaba escuchando, ¿Pero de que está hablando está mujer? Que no me voy a aliviar, que no voy a poder caminar, que voy a quedar paralitica, que no me voy a mover de la cama.
La mujer terminó de dar su sentencia y le dijo
-La voy a mandar al centro médico, es un hospital de especialidades médicas, la voy a remitir con el reumatólogo, él va a ser el encargado de manejar su enfermedad. -Ya para despedirse le dijo
_ Recuerde mis palabras le sugiero que haga una lista de las cosas que usted quiere hacer y empiece a hacerlas antes que ya no las pueda hacer.
Rosa le dio las gracias y salió del consultorio parecía que iba flotando en el aire.
La recepcionista le apuntó una fecha en la que se tenía que presentar en el centro médico, salió del seguro social devastada, cuando llegó a su casa ya no pudo más y lloro, lloro, y lloro así la encontró su marido, él se asustó pensó que alguien había muerto.
-¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?
Ella se abrazó a él le dijo todo lo que había dicho la doctora, -él la conforto lo más que pudo, le dijo
- Espera a ver qué te dice el especialista.
- Pero Rosa no se consolaba con nada.
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Esperanza de vida
RandomLa lucha de una mujer, que tiene que lidiar con una enfermedad crónica degenerativa, casada y madre de cuatro hijos, a la edad de 24 años, empezó su sufrimiento. Rosa fue una mujer muy sana en su niñez y en su adolescencia y parte de su juventud...