Parte / 16

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Una de sus hermanas, le dijo que si la acompañaba con una mujer a que le leyera las cartas, la acompañó;  la mujer le hizo la lectura a su hermana, ella espero en un corredor muy agradable tenía muchas plantas y estaba muy fresco.

Cuando salió la hermana le dijo

- ¿Quieres una lectura?

-No, no yo no creo en esas cosas.

- La cartomanciana se disgustó le dijo.

- ¿Tienes miedo de lo que voy a decir?

-No, no tengo miedo simplemente no creo en esas cosas, además no tengo dinero.

-Para demostrarte que no soy charlatana te voy hacer la tirada sin cobrarte, simplemente déjame ver que veo

-Está bien qué más da

-Toma las cartas  revuelve las haz tres partes, pon la mano encima de las carta y dí,  por mi pasado, por mi presente y por mi futuro.

Ella hizo todo lo que la mujer dijo

-La mujer tomó el mazo de cartas del pasado, las extendió en la mesa Rosa no dijo nada, no quería darle nada de información a la mujer, si era tan buena adivinando,  le dijo

- Hace algunos años, pasó algo grave en tu casa, a causa de eso te enfermaste, esa enfermedad todavía la tienes, esa enfermedad no es natural, esa enfermedad te la provocaron por medio de un embrujo.

Rosa contuvo la risa que le provocaron las palabras de la mujer, ella se imaginó que su hermana le había dicho algo a la mujer por eso sabía lo de la enfermedad.

Siguió callada escuchando ella le dijo

- Tú estabas muy afligida  la persona que te hizo esto te dio a beber algo, si recuerdas bien quienes estuvieron contigo en esa ocasión podrías saber quién fue, -es una mujer que tiene interés en tu marido.

Rosa pensó que patrañas está diciendo está mujer, ella recordó el evento cuando su hija se perdió y efectivamente había muchas  mujeres, cómo iba a identificar a la malvada aún si  creyera algo de lo que la mujer decía.

El presente no salió nada interesante, salieron cosas que ella estaba viviendo en ese momento, el futuro dijo

- Si no haces caso de curarte de embrujo tu vida va a ser muy sombría, quizás todavía estés a tiempo de curarte,  si el embrujo no se cura a tiempo, ya no se quita nunca, busca un buen curandero donde vives,  ve y que te curen.

Pronto se olvidó de  las cartas cómo dijo no era creyente, en otra ocasión estaba sentada en el coche esperando a su marido que había ido hacer algunas diligencias, en eso se acercó una gitana, le dijo

-¿Te leo la mano mujer?

-Tomó unas monedas se las dio a la mujer le dijo

-No gracias yo no creo en eso

 -Me diste con tan buena voluntad esté dinero que te la voy a leer y tomándole la mano le dijo.

Tienes mucha suerte, estas casada con un hombre que te quiere mucho, tienes cuatro hijos, a tu esposo le va bien en su trabajo,  le va a ir mejor, pero hay una sombra que no los deja ser feliz completamente, es un trabajo de brujería que te hicieron, debes de ir con alguien que te quite ese embrujo para que seas completamente feliz.

Le soltó la mano y se fue preguntando a los transeúntes que si les leía la mano, cuando llegó su esposo  le comentó, él dijo

- Mira con esta mujer ya van dos personas que te dicen lo mismo

- Ay tú ya sabes que yo no creo en esas cosas.

En otra ocasión su hija la menor, fiel creyente de las cartas y de todo lo que tenga que ver con la adivinación le dijo

-¿Me acompañas con una señora que adivinaba el futuro con un péndulo?

 Fueron la mujer se quitó un péndulo que traía en el cuello  lo empezó a girar frente a los ojos de su hija y empezó a decirle una serie de cosas.

La hija quedó muy complacida con lo que la mujer le dijo,  la mujer sin preguntarle siquiera empezó a girar el péndulo frente a sus ojos, ella iba a protestar pero su hija le hizo una seña para que no dijera nada, fue la tercera persona que le dijo que ella estaba embrujada, a Rosa  le inquietaron las palabras de la tercera mujer, las tres coincidían en lo mismo, lo más interesante es que ninguna de las tres se conocían no había modo de que se pusieran de acuerdo para decir eso. 


Esperanza de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora