Con los nuevos medicamentos, el dolor hizo una tregua, ella aprovechó para empezar a hacer lo que en algunos años ya no iba a poder hacer, empezó estudiando la secundaria abierta iba a clases todos los sábados.
Se llama secundaria abierta porque estudias en tu casa, nada más vas un día a la semana, te revisan tu libro de tareas, te dan una introducción del nuevo módulo, era fácil nada más se estudia una sola materia. Haces el examen si lo pasas, sigues con otra materia, sólo estudias las clases básicas, matemática, español, ciencias naturales, cuando se termina todo el bloque de materias, sigues con el siguiente año.
En menos de un año ya tenía su certificado de secundaria fue todo un logro hizo algunas amistades, y recordó sus días de escuela donde de lo único que se tenía que preocupar era de estudiar.
En 1979, tuvo una recaída, a causa de una pena muy grande murió su hermano después de un año de lucha contra el cáncer estaba muy joven, 24 años era más joven que ella, los últimos días de su vida fueron muy duros para la familia, nunca se está preparado para el final es duro decir adiós a un ser querido siendo tan joven.
En 1980, se le inflamo la rodilla derecha tanto que ya casi no podía caminar, el doctor la mandó con el traumatólogo le dijo.
-Señora usted necesita a cirugía de rodilla.
Se lo dijo en términos médicos que ella no entendió, pero si con esa operación ella se iba a mejorar, le dijo
- Adelante doctor cuando me tengo que presentar.
En agosto de ese año le hicieron la cirugía de rodilla la primera de muchas que le hicieron a lo largo de su enfermedad, llegó sin miedo nunca le pasó por la cabeza que toda cirugía conlleva un riesgo de morir, llegó al hospital pensando en positivo voy a mejorar para seguir haciendo las cosas de mi lista, -eran muchas.
De esa cirugía quedo muy bien con algo de rehabilitación, vio su lista y escogió tomar clases de hawaiano y tahitiano se dijo para ella misma esto es lo que tengo que hacer ahora que todavía puedo caminar, no lo voy a dejar para después, y se fue a inscribir a un centro que se llamaba el CREA, del gobierno, ahora se llama "CONALEP", sólo cobran cuotas de recuperación.
Antes de inscribirse le dijo al doctor lo que pretendía hacer, -él le dijo
- Adelante mija, todo lo que sea ejercicio te ayuda.
Cuando llegó a la escuela daban de diferentes clases de baile: regional, baile de salón hawaiano y tahitiano, esas dos clases van juntas.
Llegó al salón donde daban las clases de hawaiano y tahitiano y casi se desanimó, las alumnas eran puras jovencitas la más grande era la maestra y no pasaba de unos 25 años, ella tímidamente le pregunto a la maestra.
- ¿De cuántos años admiten y hasta qué edad?
La maestra le contestó
- De doce años hasta 99 años.
- Bueno entonces me quiero inscribir.
Ese mismo día empezaron sus clases, para ella fue más difícil que para las jovencitas, pero con mucha determinación y ensayando en su casa pronto dominó los pasos, asistía tres veces a la semana,
Al final de curso hacían una exhibición al público en la plaza de la liberación, ella se presentó junto con sus compañeras, era un logro más que borró de su lista.
Lo siguiente que estudió fue baile de salón, siempre había querido bailar rocanrol, empezó con sus clases, lo primero que le enseñaron fue el swing de ese baile se derivan los pasos del rocanrol, siguió el cha, cha, cha, mambo, salsa, rocanrol, por último nociones de tango, también logró conseguir su diploma, la escogieron para bailar al final del curso con él único hombre que estudiaba baile de salón.
ESTÁS LEYENDO
Esperanza de vida
CasualeLa lucha de una mujer, que tiene que lidiar con una enfermedad crónica degenerativa, casada y madre de cuatro hijos, a la edad de 24 años, empezó su sufrimiento. Rosa fue una mujer muy sana en su niñez y en su adolescencia y parte de su juventud...