La lucha de una mujer, que tiene que lidiar con una enfermedad crónica degenerativa, casada y madre de cuatro hijos, a la edad de 24 años, empezó su sufrimiento.
Rosa fue una mujer muy sana en su niñez y en su adolescencia y parte de su juventud...
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Cuando su doctor hizo su revisión hospitalaria la vio le preguntó
¿Pero qué pasó? -vio el reporte médico e inmediatamente comprendió todo, le dijo
- ¿Te dejaste de tomar el medicamento verdad?
- Sí doctor
El comprensivamente se sentó a un lado de su cama le dijo
-Yo comprendo que los enfermos busquen medicina alternativa, pero ¡escúchame bien mujer hasta ahorita no se ha descubierto ninguna medicina que cure el artritis! cuándo se descubra nosotros vamos a hacer los primeros en administrarlas -esa enfermedad es muy costosa para las instituciones, ustedes requieren de reumatólogo, traumatólogo, medicina física, cirugías, transporte y medicinas, muchas medicinas. -pon mucha atención tu enfermedad es autoinmune lo que quiere decir que tu cuerpo se daña sólo, tú tienes en tu cuerpo una mamá y un papá esos dos no hacen daño, pero los hijos si, entre más hijos tienen más enferma estás, con la medicina tiene a raya a los papás para que no tengan hijos.
En este momento estas invadida de cientos de hijitos por dejar de tomar la medicina, tenemos que controlar eso, de hoy en adelante, prométeme que tomes lo que tomes, vayas con brujos o con otros doctores, mi medicina no te la dejes de tomar. ¿Me lo prometes?
- Sí doctor
Hasta ahí llego su vida de naturista.
Siempre han surgido remedios milagrosos que las personas con la esperanza de curarse, se toman o hacen todo lo que está a su alcance para encontrar el alivio, no nada más las personas enfermas también los familiares ayudan.
Eso paso con el agua del tlacote, traída de un rancho del municipio de Querétaro, se descubrió gracias a que el perro del dueño lo atropello un carro quedo gravemente herido le dieron a beber agua del pozo y milagrosamente se curó totalmente de sus heridas, cuando se enfermaba algún miembro de la familia bebían el agua y según ellos se curaban.
Las personas de los alrededor empezaron a beberla se fue extendiendo la noticia por toda la república mexicana hasta el extranjero, al agua se le atribuían curaciones milagrosas, de todo tipo, desde un resfriado hasta cáncer, y sida, varias personas importantes fueron por su dotación de agua.
Rosa no fue la excepción sus jóvenes hijas se ofrecieron a ir, se fueron con otros enfermos, las pobres pasaron toda la noche formadas, en medio de un frío espantoso, pero consiguieron el agua que iba a curar a su madre, Rosa bebió el agua, pero en ella no surgió ningún milagro, cuando se le termino la que le trajeron las hijas, ya había personas que se dedicaban a ir y la vendían, Rosa compro otro garrafón pero su salud no llegó, poco a poco, se fue esfumando la euforia del agua milagrosa quizás como ella se dieron cuenta que no era tan milagrosa, afortunadamente no paro en el hospital.
Un buen día la invitaron a una conferencia iban hablar acerca del agua de vida, ese era el título de la conferencia, fue junto con muchas personas aquejadas de varias enfermedades, la conferencista una química que descubrió cómo milagrosamente las personas se curaban con el simple hecho de tomar su propia orina.
Hablo y hablo llevo a personas que testificaban su teoría repartieron volantes donde se explicaba el modo en que se tenía que tomar, era importante seguir las instrucciones al pie de la letra para que hiciera efecto, le dieron su volante, regresó a su casa convencidisima que con su propia orina iba a recobrar su salud y se dispuso a seguir las instrucciones.
Para empezar tenía que ayunar por tres días donde lo único que iba a tomar era la primera orina del día el primer chorro lo tenía que desechar, todo el día tenía que beber, eso era todo, duró los tres primeros días en ayuno, tomándose la primera orina del día y agua.
Lo primero que descubrió es que no tenía diabetes, se dice que la orina es dulce si tienes esa enfermedad la de ella era amarga, ella se la tomaba sin respirar inmediatamente se tomaba un jugo de naranja para que se le quitará el sabor amargo de la boca.
Estuvo tomando la bebida por varios días, aunque no sentía ningún cambio en su salud claramente le dijeron que la salud iba a llegar poco a poco.
Un día estaba tranquilamente dormida, cuando la despertó un dolor muy fuerte en el estómago fue al baño una y otra vez, así duró toda la noche, le daban ganas de quedarse sentada en el inodoro, después empezó a vomitar, su esposo se angustió, la llevó al hospital, quedó internada por una fuerte infección intestinal.
Tuvo que confesar que se estaba tomando el agua de vida, el doctor meneó la cabeza le dijo
Para su consuelo le diré que no es la primera persona que está hospitalizada por ese trastorno, le dio una reprimenda que Rosa le dijo
- Ya no me regañe, ya entendí mi lección.
Llegaron muchos remedios milagrosos más, pero ninguno efectivo los búlgaros. El hongo africano, el ajo, el ajo negro, ninguno le devolvía la salud, pero probaba todo, quizás algún remedio si saliera efectivo.
También dentro de lo religioso había modas, y llegaron los carismáticos son personas o sacerdotes que curan por medio del espíritu santo, la única condición es que debes de tener mucha fé, se hacen grupos de oraciones se dice que muchas personas han encontrado la salud por ese medio.
