Parte sin título 6

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¿Qué sintió Rosa cuando la diagnosticaron?

Primero sintió mucho miedo, miedo a lo que le iba a pasar, al dolor, a quedar paralitica, a perder a su esposo por culpa de la enfermedad, que futuro tan negro le esperaba, cómo iba a hacer frente a todo eso.

Después sintió coraje, coraje hacia todo pero principalmente hacia Dios, a ella desde pequeña le habían enseñado que dios es amor, bondad, que nada pasa si el no autoriza, entonces que pasaba con ese Dios ¿Por qué le mandaba esa enfermedad? Ella era una buena mujer no le había hecho nada a nadie.

¿Le reclamó le dijo dios

- Que te hice, que me mandas este castigo tan cruel?

- Hasta llegó a pensar que Dios era un mito, que era un invento para tener a las personas sometidas.

Sintió arrepentimiento, después de todo quién era ella para juzgar a Dios, siempre escucho a su madre decir que no hay mal que por bien no venga, quizás a ella después de todo esto le viniera una cosa buenísima jajaja.

Se sintió impotente, para resistir todo lo que se le venía encima, después deseo morir, pensó es mejor morir que ser una inútil, si ya no voy a poder hacer lo que tanto me gusta hacer, para que vivir esta vida tan cruel que me espera, hasta se imaginó su funeral.

También imagino los comentarios de las personas.

- Mira y tan joven y sus niños tan chiquitos, yo creo que su esposo pronto se va a volver a casar, ojala encuentre una buena mujer que quiera a sus hijos, pero sí tiene sus propios ya no les va a ser caso a estas pobres criaturas.

Esos pensamientos le hicieron reflexionar y se dijo, no yo no puedo morir mis hijos me necesitan voy hacer todo lo que esté de mi parte para sobrevivir esto, voy a buscar toda la ayuda necesaria, y le dijo a Dios.

-Déjame vivir hasta los cuarenta años para que mis hijos se sepan defender, por favor dame fuerzas, -en esos momentos se dijo.

 -Esta enfermedad no me va a vencer.

Desde ese momento dejó de sentir lástima por ella misma, no permitió que nadie le manifestara su lástima hacia ella, a veces le decían ay pobre de ti, ella contestaba.

- Por qué pobre me ves que ando pidiendo limosna o porque me pobreteas, 

-No, pues cómo estás tan mala.

 Ella contestaba.

 -Estoy enferma no estoy muerta, deja de tenerme lastima, yo estoy más sana que tú.


Esperanza de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora