Cada ser humano debería de disfrutar el tiempo que le toca vivir, una persona adulta siempre se le oirá decir que sus tiempos, cuando eran niños, jóvenes o en la mediana edad eran mejores que el tiempo actual.
Un periodista muy destacado, dice que los mexicanos no tenemos memoria, que se te olvidan todos los acontecimientos, él hablaba del gobierno, la inseguridad, y sobre todo a la corrupción.
A Rosa no se le olvida nada en el tiempo que ha vivido han pasado varios presidentes de la república, y siempre ha sido lo mismo, pero si ha visto varios cambios y se vive mejor en la actualidad que en el pasado.
Su primer hijo nació en 1969, la mayoría de la población eran católicos, por lo tanto el uso de los anticonceptivos estaba prohibidísimo, la diferencia es; las personas de las últimas generaciones, ya no les asusta lo que el sacerdote diga.
- ¡Si tomas anticonceptivos te vas a condenar!
Antes las mujeres creían, si por alguna razón se sabía que tomabas anticonceptivos; te veían como si fueras discípula del diablo.
Las madres eran las primeras en recriminarte por tomar las pastillas, ellas sabían cuando estabas tomando, cuando veían que tu hijo crecía y no quedaras preñada inmediatamente tu te decía
- Ya has de estar tomando tus cochinadas para no encargar niño, estas en contra de Dios cuando te casaste el padre te pregunto estás dispuesta a tener los hijos que Dios te dé y dijiste que sí, te vas a condenar.
Rosa no hacía caso de las advertencias fue con el doctor
-Doctor yo no quiero tener un hijo por ahora, me quiero esperar a que mi hijo esté más grandecito, me puede extender una receta de anticonceptivos por favor.
El hombre la vio con una mirada que si hubieran sido puñales allí hubiera caído muerta al instante.
-Pero qué barbaridad estás diciendo mujer, no ves que eso está prohibido por la iglesia, te quieres condenar y de paso quieres que yo me condene, si nada más a eso viniste sal del consultorio inmediatamente.
Rosa no lo podía creer un hombre civilizado pensando como un ignorante, en fin ella salió del consultorio muy disgustada.
Una enfermera que estaba en el consultorio le dijo
- Señora me permite unas palabras
A Rosa se le iluminó el rostro, pensó creo que el doctor si me va a dar la receta, la enfermera se la llevó a un cubículo que estaba sólo y le dijo
- la escuche decir que no quiere tener otro niño pronto ¿verdad?
-Si pero ya ve la reacción del doctor
-No se preocupe mire, a un lado de la entrada principal del hospital civil está la clínica de planeación familiar, vaya cuando tenga su menstruación allí le van a dar lo que usted necesite para no encargar pronto otro niño.
Ella le agradeció a la enfermera por la información y se retiró a su casa después de todo no había dado la vuelta de en balde.
Cuando le llegó la menstruación se dispuso a ir a la clínica de planificación familiar llegó a la entrada principal camino algunos metros y vio otra entrada ella esperaba ver un letrero que dijera clínica, pero no, había nada. Vio entrar a unas señoras, iban con lentes oscuros y pañoletas que casi les cubría todo el rostro cuando iban a entrar veían para todas partes, parecía que alguien las andaba siguiendo, entró vio a varias mujeres sentadas esperando turno, llegó hasta el escritorio donde estaba una enfermera.
-Pase señora viene a planificación familiar
-Si señorita
-Le voy a abrir su expediente.
Le pregunto su nombre, edad, número de hijos, tenía.
-Le van hablar del consultorio número cinco.
-Gracias
Cuando le tocó su turno la atendió una ginecóloga.
-La felicito señora por haber tomado la sabia decisión de no embarazarse inmediatamente, mire señora hay dos clases de anticonceptivos, pastillas e inyecciones y una operación llamada salpingoclasia para la mujeres y la vasectomía para los hombres, para cuando ya están seguros de no querer más hijos.
Le hizo una serie de preguntas, dijo que lo más conveniente para ella eran una inyección cada tres meses. En ese momento le pusieron su inyección, saló protegida por tres meses, en los que podía disfrutar la relación con su esposo sin ningún riesgo de salir embarazada.
Eso eran los tiempos antiguos en los que para conseguir unas simples pastillas anticonceptivas tenías que acudir a la clínica como una fugitiva porque si alguien sabía que los tomabas tenían el derecho de decirte que estabas condenada a quemarte en las llamas del infierno por toda la eternidad, ahora los encuentras gratis, a tus hijos les dan educación sexual en las escuelas y les dan las pastillas y condones gratis, para mí esa es la diferencia del tiempo antiguo al tiempo moderno.
A Rosa le tocaba tener cuatro hijos hiciera lo que hiciera, las inyecciones surtieron efecto por un año sin ningún problema, pero a la quinta inyección ella sufrió una hemorragia vaginal severa la doctora le dijo que mientras se recuperaba no la iban a inyectar, dijo no hay problema de que te embaraces, pero la doctora estaba muy equivocada en la primera intimidad que tuvo con su esposo zas, embarazada por segunda vez.
Cuando su hijo nació, en 1971, los doctores del seguro social ya tenían permiso de recetar pastillas anticonceptivas, Rosa fue de las primeras en tomarlas, le dijo
-Si por alguna razón se le olvida tomar una noche al siguiente día a primera hora se la toma
-Ella confió,una noche se le olvido tomarse la pastillas al siguiente día lo hizo desafortunadamente esa noche hubo intimidad con su esposo, cuando llegó la fecha de la menstruación, espero sentada porque nunca apareció la criatura tenía escasos cuatro meses cuando ella ya estaba esperando al tercero ¡no lo podía creer¡ ella que no quería estar como su madre embarazada cada año.
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Esperanza de vida
RandomLa lucha de una mujer, que tiene que lidiar con una enfermedad crónica degenerativa, casada y madre de cuatro hijos, a la edad de 24 años, empezó su sufrimiento. Rosa fue una mujer muy sana en su niñez y en su adolescencia y parte de su juventud...