En otra ocasión su esposo la escucho quejarse, él estaba nervioso o eso quiso creer Rosa, le dijo molesto.
- Yo no sé si te quejas porque deberás te duele o por costumbre.
Rosa sintió una rabia por ese comentario que en ese momento deseó que su esposo sintiera un poquito de dolor del que ella sentía.
Dios se lo concedió el hombre se agachó a recoger algo del suelo, un terrible dolor ya no lo dejo ponerse de pie, Rosa acostada en su cama lo miro y se dijo para ella misma.
-Ándele cabrón para que vea lo que se siente.
-Al momento se arrepintió del pensamiento de venganza, su hijo cargó al padre a la cama, ella le dio a tomar medicamento del mismo que ella tomaba para el dolor, el sintió una mejoría momentánea fueron al doctor, le dieron medicamento y unos ejercicios al poco tiempo se compuso, él le dijo
- Pensar que todos los días sientes esos dolores
-A lo mejor si los siento a lo mejor como tú dices sólo es costumbre de quejarme
Él le pidió disculpas, nunca más volvió a dudar de ella jajaja.
La década de 1960 Rosa fue muy feliz, celebró sus quince años con una fiesta sencilla, pero llena de emociones, se casó y nació su primer hijo, el niño nació a los siete meses tuvo algunos problemas en los primeros meses, creció saludable.
La década de 1970, los acontecimientos fueron los siguientes, en 1971, nació su segundo hijo, en 1972, hubo dos eventos uno alegre y otro triste, el alegre fue que nació su tercer hijo, que fue una niña, el evento triste fue que a los cinco meses, murió su abuelo materno, en 1975, Nació cuarta hija, en ese mismo año murió un tío materno, y en 1979 murió su hermano víctima del cáncer, esa década fue muy dolorosa para ella, para mitigar su dolor empezó a practicar yoga eso la ayudo mucho.
La década de 1980, fue su primera operación de rodilla, y en 1986 sucedió la muerte de su segundo hermano en la edad adulta, también hubo eventos agradables conoció a sus amigos del club del seguro social, y recibió la terapia psicológica esa dos cosas fueron muy buenas en su vida.
Pero la enfermedad no descansaba le daba tregua, pero seguía dañando su cuerpo; en 1988 empezó a sentir los mismos síntomas en la rodilla que le habían operado, le practicaron la segunda operación, estuvo bien, hasta 1990 fue la rodilla izquierda la que necesito operación era la tercera intervención por la que pasaba.
Esa operación fue muy agresiva siempre se pregunta si el doctor sabía lo que estaba haciendo, le rompió el hueso del fémur, para estirar la pierna le puso una placa con unos tornillos, le enyeso la pierna desde la ingle hasta el tobillo, duró tres meses enyesada por fin le quito el yeso y si la pierna estaba muy derecha.
Pero le quedó muy débil el hueso, los tornillos le provocaba unos calambres que le estremecían toda la pierna parecía que tenía un ataque epiléptico aparte del dolor terrible que sentía, el calambre duraba unos segundos pero ella quedaba exhausta.
Ella se sintió un poco mejor, pero nada más un poco, le dijeron que se tenía que cuidar mucho por lo que le prohibieron deporte y bailar hasta allí llegó su carrera de bailarina, podía bailar pero lento, nada de rock, ni Hawaiano ni tahitiano, ni yoga podía practicar le recomendaron nadar, le gustó mucho esa terapia en el agua se sentía libre primero fue a unas clases en la alberca olímpica que pertenece al gobierno, se enseñó a nadar empezó a practicar los clavados.
Se sentía tan libre cuando se lanzaba del trampolín y se hundía en el agua cuando salía a la superficie sentía como un nuevo renacer, la alberca olímpica quedaba muy retirada de su casa se cambió a otra academia de natación, eran puras mujeres, eran clases de nado sincronizado, se sintió feliz, cuando empezó hacer gimnasia y más cuando empezó a hacer algunas coreografía fáciles de ballet en el agua.
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Esperanza de vida
RandomLa lucha de una mujer, que tiene que lidiar con una enfermedad crónica degenerativa, casada y madre de cuatro hijos, a la edad de 24 años, empezó su sufrimiento. Rosa fue una mujer muy sana en su niñez y en su adolescencia y parte de su juventud...