Tenía tan solo unos veinte años cuando tuve la necesidad de empezar a asaltar gente para poder sobrevivir, tenía muchas deudas y no tenía un empleo que me diera dinero para pagarlas, me cortaron el servicio de luz, teléfono, internet, etc. No tenía que comer, solucionaba este último problema yendo al restaurante más cercano, siempre en los restaurantes de la ciudad donde vivía solían tirar las sobras que les quedaban de la gente que no acaba su platillo, esto lo hacían en la noche, alrededor de las 12. Siempre iba a esas horas a ver que podía sacar de ese montón. Como dicen, el hambre es canija, pero no solo tenía la necesidad de comer, si no de otras cosas, como bañarme, ropa, aseo, etc; creo que eso tanto tú como yo lo sabemos, ¿verdad?. Era demasiado obvio que aparte de empezar a tomar la sobras de un restaurante, tenía que robar para mantenerme.
Lo mas curioso de todo, es como ya lo había mencionado, comía las sobras que quedaban del día en los restaurantes, eso hacía antes de robar. Un día tuve el deseo de ya no comer sobras, ya quería comer comida bien, no cualquier cosa mediocre que estuviera por ahí, mi decisión fue ir al centro de la ciudad cada noche alrededor de las 11, ya está muy oscuro a esa hora y ya no hay casi nadie, está muy solo, ya no hay policías haciendo guardia por las calles, a esa hora salía para asaltar a alguien inocente que estuviera paseándose por esas horas. No tardé mucho en unirme a un grupo de bándalos, ahora yo era uno de ellos, en una ocasión: iba un hombre, vestía una gabardina negra y grande, este hombre era muy alto, mucho más que cualquiera de nosotros; usaba un sombrero, no se le podía ver el rostro, fue cuando entonces decidí robarle lo que tuviera, no traía nada, ni una mochila o algo, sin embargo una pelea se desarrollo entre nosotros, no se dejaba este hombre, era muy flaco, pero nada débil, golpeaba más fuerte de lo que yo golpeaba, su fuerza era impresionante, después uno de mis amigos se acercó a ayudarme, ese tipo ya me traía por los suelos literalmente, traía mi amigo un martillo y lo golpeó en la cabeza, francamente no sé si lo mató o se desmayo del golpe, pero en cuando cayó al piso, esculcamos todos sus bolsillos y no había nada, solo un celular. Si bien recuerdo era un LG G2, tenía toda la batería llena, decidí quedarme con el teléfono.
Ya en mi casa decidí ver el teléfono, ver que tenía. Estaba protejido por contraseña, impulsivamente empecé a gritar y maldecir al teléfono, no era el primer móvil que robaba, siempre me sacaba de mis casillas que tuvieran contraseña, pero era me relajé y traté de averiguar la tal contraseña, era obvio que tendría contraseña. Estuve unas 2 horas tratando de averiguar la contraseña pero nunca dí con ella, uno de mis amigos conocía a un chico que quietaba contraseñas, y desde luego decidí llevarselo. Pasó un día y me devolvio el teléfono el chico, se veía muy pálido, era igual de blanca como la nieve, y en el momento que me dió el celular me dijo que haga lo que haga no conteste ningún mensaje por más inocente que parezcan, después rompió a llorar pero no se quedo ahí mucho tiempo, tan solo fueron unos 3 segundos y se fue corriendo, quería preguntarle que pasaba pero él se fue, entre más le decía "Hey, ¿Qué pasa?", el corría más rápido y ese llanto no tardo en convertirse en aullidos, decidí volver a mi casa, estaba muy confundido de lo que había pasado cuando me devolvió ese chico el teléfono, sinceramente nunca supe su nombre.
Ignoré por completo el teléfono al llegar a casa. Fue hasta la noche que me arriesgue a ver que cosas contenía en celular, no tenía fotos, vídeos y mucho menos música, ni aplicaciones, estaba muy vacío, de echo estaba vacío, no había mensajes, supusé que para eso ese chico que lo desbloqueó los había eliminado, no sé si quería ocultar algo malo por mi integridad. Lo único que tenía ese teléfono era mucho credito, 500 dolares, era mucho dinero. Tenía tiempo que no checaba alguna red social así que prendí el 3G y me puse a ver mis redes sociales, lo más curioso fue que tuve que hacer esto por el navegador web porque no tenía playstore, lo cual era extraño, que clase de hacker era ese tipo. Cargaba demasiado rápido el telefono el internet, todo iba bien, esa noche me quedé a dormir un poco tarde, ese día decidí no ir a robar a alguien que estuviera por ahí a altas horas de la noche. Como ya lo había dico todo iba bien, hasta que dieron las 3 de la mañana, había llegado al teléfono un mensaje del numero 6666666666, como dije, no tenía nada ese teléfono, ni contactos. El mensaje decia.