Lucius tenía 16, proveniente de una familia... no tan amorosa que digamos, la abuela de Lucius, Raquel era la persona que Lucius mas quería, incluso mas que sus padres, ella, es sus años más jóvenes vivía de la agricultura, tenía las más finas siembras, y era muy famosa porque le iba muy bien en el mercado con sus cosechas, en una oportunidad, Lucius de pequeño ayudó a su abuela a trabajar, desde ahí le empezó el gran afecto que tenia ella.
Un día, recibieron la noticia de que la abuela estaba enferma, iba muy grave, y por los cambios climáticos debido al cambio de estación, le iba aún peor, Lucius todos los días la cuidaba, le cocinaba caldos y sopas que ella misma le había enseñado a hacer, incluso oraba por ella...
A pesar de todo, esto no fue suficiente, la abuela murió 9 días después, por graves enfermedades, la edad y la lejanía de los hospitales y centros médicos.
La abuela, antes de morir había pedido que la enterrasen en el medio de su huerto, uno grande y amplio que tenía en su casa.
Lucius pasó meses sin salir, encerrado en su habitación, pero se decidió que mantendría a su abuela viva de alguna manera, así que, decidió seguir el huerto que había dejado. Lucius notó que por alguna razón las plantas, a pesar de no haber sido cuidadas hace tiempo, estaban vivas y crecían muy bien, ademas, los frutos eran los mejores y mas deliciosos que jamás hubiera visto o probado.
Al pasar el tiempo, Lucius, por casualidad notó algo raro, en el sitio donde estaba la abuela enterrada, había un árbol, después de observarlo notó que su tronco tenía una forma peculiar, como de una persona, siguió observando cada detalle, hasta que se dio cuenta de que aquella figura era igual al cuerpo de su abuela
No sabía por que, pero le daba la sensación de que algo le faltaba, pasó por alto esa sensación y entró a su casa.
Esa noche le costó mucho dormir, pero al fin logró conciliar el sueño, pero se despertó sintiendo un tarareo, un tarareo igual al de su abuela, la cual le cantaba esa canción cuando él no podía dormir, aunque esto en vez de tranquilizarlo lo alarmó un poco, trató de ver quién era, pero en su lugar, solo vio un árbol, igual al que había crecido en medio del huerto. Parece que de alguna forma el árbol metió sus ramas y parte de de su tronco por la ventana, el tarareo seguía emitiéndose, y Lucius casi se duerme pero volteó una vez mas para ver ahí a su abuela, Lucius en pánico se levanto y le habló, pero ella sólo se limitó a abrazarlo y decirle que fuera con ella a un hermoso lugar, mejor que cualquiera en este mundo, Lucius sin saber qué hacer, fue con ella
La abuela guió a Lucius hasta el árbol, donde se abrazaron un largo rato, cuando Lucius abrió los ojos, vio como sus brazos y piernas se convertían lentamente en madera, en lugar de huir, Lucius abrazó mas fuerte sintiendo un cálido tronco, porque sabía que ahora estaba completo.