¿Sabes lo que te queda de vida y en qué momento todo se detendrá?
Tus latidos son como un reloj y cada año que creces, cada segundo que vives, es uno más hacia la muerte. El tiempo que vives se resta continuamente. La muerte espera paciente, con las manos abiertas.
Tu vida es un reloj y cada latido son dos segundos menos. Porque si no aprovechas la vida, el infierno disfrutará con tus torturas para toda la eternidad.
Aprovecha la vida, porque no hay segunda oportunidad.