La Gran Steven-tura

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Treinta y siete segundos, ese es el tiempo que te tomas para revisar un poco mas alla de la habitacion, como no descubres nada que te interese, regresas con rapidez a tu puesto y subes a la capsula de escape.

Treinta y siete segundos es tambien el tiempo exacto en el que Peridot logra llegar hasta la sala de controles de la nave principal, activando el apagado de emergencia y dejando su nave detenida, impidiendoles salir.

Treinta y siete segundos despues, las Crystal Gems, Lapis, Steven, Connie y tu salen del vehiculo, preguntandose que es lo que ocurrio.

Treinta y siete segundos mas tarde, Peridot activa una red electrica que se expande sobre donde ustedes estan parados, todos quedan noqueados al instante y caen al piso, incapaces de moverse.

Treinta y siete minutos despues, Jaspe sugiere que es mejor destruir sus cuerpos, pero Peridot, sabiendo que ya no hay ninguna posibilidad de que Diamante Amarillo regrese, se pone al mando y le comunica que tiene una mejor idea.

Treinta y siete horas despues, tus amigos y tu despiertan en un paramo desertico. Perla y Garnet lo reconocen como la zona exterior de la Capital del Planeta Madre. Revisas tus bolsillos y descubres con tristeza que Peridot te dejo el Inhabilitador Mineral alli, solo que completamente destrozado.

- Tienes algo en el brazo – te dice Lapis Lazuli, aun aturdida -

Te miras y, efectivamente, tienes una especie de marca en el hombro. Tres circulos concentricos, unidos por siete barras paralelas, todas de un intenso color fluorescente, revisas a tus compañeros uno por uno, todos tienen iguales marcas, en el mismo lugar.

- Es un signo de nuestra cultura – indica Perla con tristeza – Nos han catalogado como renegados, rebeldes que escapan de la justicia. Adonde sea que vayamos en este planeta, si alguna Gema descubre que tenemos esta marca, nos atacara sin piedad. Sospecho que Peridot solo nos libero para que los habitantes de aquí nos den caza.

- Hay alguna posibilidad de que regresemos a la Tierra? - Inquiere Connie -

Garnet se ajusta sus lentes y anuncia:

- Una minima oportunidad. Una en dos mil, quizas

Nadie sabe que mas decir, el silencio los invade cuando la vision futura de la Gema mas alta les revela la mala noticia. Sin embargo, Steven es el unico del grupo que se pone de pie y señala hacia adelante, oteando el horizonte.

- Es una posibilidad – afirma -

- Acaso no la oiste? - Estalla Amatista – Es minima!

- Pues no nos vamos a rendir asi como asi! No podemos! – responde el joven -

Uno a uno, todos ustedes comprenden que tiene razon, se levantan del suelo, se sacuden las ropas, y, con extrema lentitud inician el camino que, quizas, en una de esas, con muchisima suerte, los conducira de vuelta a la civilizacion humana.

(FIN)