Capítulo 36

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Los días siguientes fueron tranquilos; Ercole logro convencer a Guillermo –el productor– de darle la primera vista a la letra un par de días antes de que Gianluca se fuese. Bárbara, aunque estaba molesta, no quiso discutir el asunto, solo serían 3 días de los cuales pasaría el mayor tiempo en un avión.

Gianluca tomó el avión para Venezuela la madrugada del 9 para llegar en la tarde-noche a Venezuela, el vuelo directo le tomaba casi 12 hrs de trayecto. Durante todo el vuelo él no dejaba de pensar en su situación, no quería terminar con Julianna pero tampoco quería que su carrera se fuera por la borda; tenía que tomar una decisión y debía hacerlo pronto, pues la noticia de la canción con Kathrine empezaría a correr en dos semanas. Sin duda no sería algo fácil, al menos no para él. Su eterna pregunta era "¿Por qué él y no Piero o Ignazio?", pero tristemente no tenía la respuesta exacta o al menos la que él quería escuchar.

Julianna lo fue a recibir al aeropuerto de Valencia junto con su madre. Cuando llegó la abrazó fuertemente evitando hacerle daño alguno pues aun seguía convaleciente. Ella lo recibió de la misma manera. Era un momento muy tierno. Momentos después fueron hasta el hotel en el que se hospedaría esos 3 días. Luego fueron a la casa de ella y ahí pasaron un rato hasta que se hizo de noche y él tuvo que regresar al hotel. Ese día no tuvo el "tiempo" ni el "momento" para comentarle su situación. Así que decidió que se lo diría al día siguiente. Pero de nuevo le fue imposible, era su cumpleaños, no quería herirla el día de su cumpleaños, así que solo le quedaba la mitad del día 11.

Ella fue temprano al hotel para desayunar con él ahí. Él ya la estaba esperando en el restaurante.

-Buongiorno –saludó ella sonriente mientras besaba la frente de su novio, él sonrió al verla.

-Ey, ¿Cómo estás? –preguntó él mientras le pasaba la carta.

-Bien porque estás aquí –dijo alegremente–. ¿Y tú? ¿Cómo amanece mi italiano favorito? –él rió un poco por su expresión.

-Feliz de estar aquí contigo –se le acercó lo suficiente para sentir la respiración de ella en su piel y luego la besó dulce y delicadamente. Luego ordenaron su comida y el mesero se retiro con sus órdenes, las cuales estuvieron listas minutos después. Desayunaron tranquilamente, no dijeron mucho, él solo la veía y le dedicaba sonrisas y ella con cada mirada su rostro le se tornaba cada vez más rojo. Parecían dos adolescentes en la primera cita.

-¿Qué harás para tu cumpleaños? Es en un mes, no creerás que lo olvidé –dijo ella mientras le daba un sorbo a su jugo.

-Aun no tengo idea, pero espero verte allá, sería el mejor regalo que podría recibir.

-Haré lo posible para quedarme hasta San Valentín.

-Esa idea me gusta mucho –dijo él. Ambos rieron, pero el momento fue interrumpido por el mesero que iba a retirar los platos y traer la cuenta. Gianluca pagó esta vez. Luego fueron al área del jardín y la piscina para seguir hablando.

-Gian... -dijo ella serenamente, él la vio fijamente, sabía a dónde iría con eso–. ¿Recuerdas lo que me dijiste el otro día? –Él asintió– ¿Qué es eso tan importante que debías decirme? –Gianluca se detuvo, ubicó un par de sillas con la vista y luego la guió hasta allá. Se sentaron tranquilamente, pero él no dejaba de suspirar, ella solo lo veía confundida.

-Hay algo pasando desde diciembre, tenías razón, me pasa algo pero no quería preocuparte entonces, además yo quería decírtelo en persona así que, bien...

-Solo dime y ya –dijo ella mientras tomaba una mano de él con la suya y la acariciaba gentilmente.

-Recuerdas la canción, bueno la cantaremos junto a una cantante española llamada Kathrine, pero Bárbara quiere más que solo una canción, ella quiere... –suspiró nuevamente– esparcir un rumor sobre esa chica y yo. Entonces le dije sobre nuestra relación, ella se puso molesta porque no le había dicho antes. Y ahora me exige que tome una decisión. Pero yo realmente no quiero, le pedí ayuda a mi padre y él está haciendo lo que puede, él me ayudo a convencerlos de dejarme venir, porque empezaremos a grabar la canción –dijo finalmente. Julianna solo lo veía y murmuraba "Mmmm", ella no sabía que decirle realmente, no sabía ni qué pensar–. ¿No dirás nada?

All of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora