Capítulo 38

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[Narrador]

Al día siguiente Julianna se levantó temprano, se arregló y cuando estuvo lista salió para la cocina, para su suerte estaba Gianluca despierto pero él estaba revisando algo en la nevera, ella se apoyó de un mesón que estaba en el centro mientras lo veía con una sonrisa en su rostro.

-Buen día –dijo ella calmada. Él levanto su cabeza y rápidamente volteó a verla.

-Buen día para ti también hermosa –dijo él mientras se le acercaba lentamente, la tomaba entre sus brazos y la besaba tiernamente.

-¿Qué estabas buscando? –preguntó ella mientras él volvía hacia la nevera.

-Algo para desayunar, ¿tú tienes hambre?

-Sí... ¿quieres que cocine contigo?

-Me encantaría –dijo él. Ella sonrió y se le acercó. Luego empezó a decirle lo que debía sacar. Cuando el desayuno estuvo listo él fue a despertar a sus padres, pero para su sorpresa no estaban, le habían dejado una nota que saldrían todo el día y que Erny saldría con sus amigos en la tarde. Después de eso fue a despertar a su hermano.

-¿Qué desayunaremos? –Preguntó ansioso mientras entraba a la cocina–. ¡Hola Julianna!

-Hola Ernesto ¿Qué tal todo? –dijo ella sonriente, él se le acerco y la abrazó.

-Bien, ¿esto lo hicieron ustedes? –preguntó mientras veía la mesa.

-Sí, espero te guste –respondió Gianluca. Erny se fue a sentar y Gian se le acercó a Julianna–. Mis padres salieron y nos dejaron a cargo a Erny hasta la tarde.

-Ah ok –respondió ella y luego se unieron a mesa con Erny.

El resto de la mañana lo pasaron en el sofá viendo la TV. En la tarde salieron los tres, una vez que dejaron a Ernesto con sus amigos ellos se dirigieron al hotel en el que se hospedaría Julianna.

-Y esta es su habitación –indicó el botones. Ellos agradecieron–. Si necesitan algo en la mesa de noche esta el teléfono y el número de la recepción. Que disfruten su estadía –dicho esto se retiró. Luego ellos entraron.

-Es lindo este hotel –dijo Julianna mientras veía toda la habitación–. Tiene una vista hermosa –dijo ella mientras veía a través de la ventana.

-Sí, me gusta. Me gusta mi vista –dijo él viéndola fijamente y con una sonrisa en su rostro, ella sintió su mirada y enseguida sus mejillas se tornaron rojas. Él se le acercó y empezó a besarla pero ella lo detuvo.

-Y si salimos a tomar aire... -sugirió ella en un tono bajo.

-Lo que tú quieras está bien para mí.

***

Al día siguiente fue su último ensayo, como regalo les darían el día 13 de febrero libre –el cual tenían muy bien merecido–. Ese día cada quien estuvo en lo suyo descansando a su manera. Por otra parte Gianluca y Julianna pasaron un día agradable: él le dio un pequeño recorrido por Roma, fue corto pero valió la pena, no les importaba el lugar con solo estar juntos ya era más que suficiente.

Por fin llegó el gran día. Todos estaban ansiosos y nerviosos a la vez. Llegaron al lugar del concierto un par de horas antes, mientras calentaban, hacían su ritual de la suerte, se pasaron las dos horas y ahora sí, saldrían al escenario a presentar la canción en la que habían estado trabajando. Al principio interpretaron sus propias canciones, las del último cd que habían sacado, y al final cantaron la nueva canción: empezó cantando Gianluca, luego Piero seguido de Ignazio y al final Kathrine. Cuando finalizaron el público se puso de pie y empezaron a aplaudir con furor, ellos agradecieron y después volvieron a tras bambalinas.

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