Capítulo 3

161 9 4
                                    

{Gianluca}

-Creo que ahora soy yo el que hará la pregunta –dije mientras soltaba una risa– ¿Y eso que estas aquí? Piero me dijo que tú vives en Margarita.

-Es algo del trabajo, se suponía que ayer hablaría con Piero, pero nunca se contacto conmigo, yo llegue ayer en la noche.

- ¿Y de que trabajas?

-Bueno, yo trabajo en la parte turística, actualmente soy la coordinadora de guías turísticas en un hotel de allá, y me pidieron que viniera para acá para entregar unos documentos –respondió mostrándome las carpetas que tenía a su lado.

-Wow... Ey deberías darme un tour por Venezuela.

-Cuando gustes –dijo mientras se reía, creo que me volveré adicto a su risa. Ya entiendo a Piero.

- ¿Puedo preguntarte algo? -tenía demasiada curiosidad sobre cómo se conocieron ella y Piero, pero él jamás me lo cuenta, espero que ella sí.

-Sí, claro, dime qué pasa.

-¿Cómo se conocieron ustedes? Ya sabes, Piero y tu –creo que esta pregunta la incomodó un poco pues dio un respiro profundo.

-Es....complicado –respondió– Que acaso jamás vendrán por nosotros –agregó de repente para cambiar el tema. Luego levantó y pulsó el botón de alerta varias veces.

Después de eso me quede en silencio, no sabía que mas decir. Tampoco tenía mucho que decir, es decir, jamás he hablado con ella.

­-Se lo que estas pensando –dijo ella mientras se cruzaba de brazos– Pero no te hablaré sobre eso, no porque no confíe, sino es que, me incomoda, ¿sabes?... Si quieres pregúntame otra cosa, yo con gusto te responderé.

Por lo menos es algo más de lo que Piero me ha dicho, y sí, quiero saber todo de ella, así que aprovechare y le preguntare.

-Está bien ¿Y tú naciste allá en Margarita?

-No, yo nací en Valencia, en Margarita me fui a estudiar en la universidad y por suerte me salió trabajo allá de una vez.

- ¿Y cómo es allá?

-Es lindo, me gusta despertar y escuchar el mar, ver como el sol se oculta detrás del mar, es, hermoso, relajante, cuando vayan les daré un recorrido, como Piero me dijo que se quedaran una semana allá.

-Eso sería maravilloso. ¿Alguna vez has ido a Italia?

-No, nunca, pero me gustaría ir algún día.

-Después de la gira, iremos para allá, ven con nosotros, te regalo el viaje de cumpleaños – dije con una sonrisa, sin querer le pregunte sobre su cumpleaños.

-No, eso es demasiado, además mi cumpleaños ya paso.

-¿Cuando fue?

-El 10 de enero, un mes antes que el tuyo –dijo con una sonrisa en su rostro.

-Bueno con mucha más razón debes aceptar –ella me vio y soltó una pequeña risa, lo seguiré diciendo, su risa es adictiva.

Seguimos hablando de muchas cosas, ella es una chica muy interesante. Minutos después hubo un silencio, ella se encontraba a mi lado, sentada con la cabeza recostada sobre la pared del ascensor con los ojos cerrados, yo solo la mire por unos minutos, podía sentir su angustia, sus nervios, aun seguía asustada. Y yo por mi parte, pensando en lo que dije hace unos meses, no puedo creer que esto esté pasando otra vez, y con alguien que apenas acabo de conocer, no puedo permitirme esto, no por ahora. Para salir de mis pensamientos vi mi reloj y pude notar que ya iban a ser 2 horas desde que nos quedamos encerrados, di un profundo suspiro que hizo que ella abriera sus ojos y me viera, no hacía falta hablar, solo con mirarnos era suficiente, hubo una conexión en ese momento. '¿Qué te pasa Gianluca? ¡Retrocede!' pensé, pero era inevitable: Nos mirábamos fijamente, de un momento a otro, nos fuimos acercando poco a poco, hasta quedar con milímetros de distancia, podía sentir su respiración acelerada ¿o era la mía? No lo sé, en ese momento no pensaba, solo quería besarla.

All of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora