Capítulo 30

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Una semana para la presentación de Navidad en el Coliseo. Los chicos de Il Volo estuvieron ocupados desde una semana andes de Diciembre preparando el gran show. Estaban más atareados que nunca pues debía salir perfecto. Ellos no cantarían solos, al menos no en todas las canciones: ellos cantarían tres de las cuales una sería acompañada por otro artista.

Era fin de semana, solo faltaban 5 días para el gran día, pero aún así decidieron dejarles el fin de semana libre; habían trabajado muy duro esas tres últimas semanas, debían descansar un poco.

- ¿Qué harán este fin de semana? –les preguntó Ignazio mientras salían del estudio de grabación.

-Supongo que descansar, no tengo planes realmente ¿y ustedes? –respondió Piero.

-Llamare a Julianna, no he podido hablar con ella últimamente –dijo Gianluca.

-Espera ¿De verdad no han hablado? –pregunto Piero sorprendido por la situación.

-No realmente, si hemos hablado, bueno mensajeado pero muy poco –dijo Gianluca.

-Pero ella sabe que has estado ensayando ¿no? –dijo Ignazio.

-Sí, por supuesto que lo sabe, pero aun así... ustedes entienden.

-Claro hermano –dijeron Ignazio y Piero casi al unísono.

Se subieron a la camioneta directo hasta el hotel. Piero e Ignazio fueron por unas bebidas al bar, por otro lado Gianluca subió a su habitación.

{Gianluca}

Entre a mi habitación y lo primero que hice fue marcar su número. Necesitaba hablarle, por algún motivo sentía que algo no andaba bien, quizás era una estupidez, o tal vez porque llevábamos una semana sin hablar.

Cuando marqué su número enseguida me llevo al buzón de voz, indicio de que estaba apagado. Aun así marque otras tres veces, pero todas me llevaron directo al buzón. Esto es extraño.

¡Su whatsapp! Pensé. Enseguida revise su perfil. "Última vez el 3 de diciembre". Eso fue hace una semana. Algo está pasando.

Decidí bajar rápidamente para encontrarme a los chicos y hablarles de lo que acababa de ver. Para mi suerte aún estaban en el bar sentados; me vieron y alzaron la mano, yo me les acerqué rápidamente.

-Ey, ¿Ya hablaste con ella? –me preguntó Piero mientras acercaba una silla para mí.

-No... ¿Tú has hablado con ella? –pregunté preocupado.

-¿Qué pasa? –pregunto Ignazio quién se veía confundido por la situación.

-No, no he hablado con ella ¿Qué paso Gino?

-La llamé varias veces y todas me llevaban al buzón de voz. Revise su whatsapp y dice que no se conecta desde el 3 de diciembre, eso es hace una semana.

-Tranquilo, seguro no es nada –dijo Piero colocando una de sus manos en mi hombro para tranquilizarme un poco. Quizás tenía razón, tal vez estaba exagerando.

Pasó la noche, no pude dormir bien, el no saber dónde y cómo estaba me hacia imaginarme cosas malas, no dejé de pensar en ella toda la noche. De vez en cuando marcaba su número con la esperanza de que me atendiera, cuando me resigne a que contestara, seguía marcando solo para escuchar su voz diciendo "no estoy disponible, deje su mensaje hablamos luego".

El fin de semana fue una eternidad para mí, a decir verdad desde que sabía que no podía hablar con ella los minutos se hacían cada vez más lentos. Revisaba su cuenta de twitter y nada desde hace un tiempo bastante considerable. Decidí colocar un tweet con la esperanza que alguien que sepa de ella se contacte conmigo para decirme que ella está bien, solo eso quería saber, que ella estaba bien.

All of usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora