Capítulo 40 -parte 1-

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Después de que Piero hizo su confesión, Julianna se quedó callada por un momento, ella no sabía que decir, no sabía siquiera si había una palabra correcta para decir, pues ella no le podía preguntar "¿Cómo sabes?" porque es obvio, tampoco si es verdad o mentira porque ella no creía que Kathrine mentiría en algo así.

-Fui un estúpido –dijo Piero con clara frustración en su voz.

-Todos hacemos cosas estúpidas alguna vez.

-Lo peor es que ella no me gusta, pero seguro me obligaran a casarme con ella.

-No creo, eso ya es cultura vieja, además ustedes son adultos, ustedes pueden decidir. Lo que no puedes hacer es abandonarlos, tendrás que tomar responsabilidad.

-Lo sé...

-¿Me dejarías hablar con ella?

-¿Con Kathrine? ¿Y para qué quieres eso? No es como que tengas que decirle algo realmente. Ella está enojada no creo que quiera hablarte tampoco.

-Pues tendrá que pasársele algún día, ya no hay vuelta atrás.

-Dime algo que no sepa...

-¿Ignazio y Gian lo saben?

-No exactamente... saben que tuvimos relaciones más no que la protección falló. Pero tendré que decirles, se enterarán de alguna u otra manera –Julianna solo murmuraba "Mmmm" mientras él hablaba–. Tú ganas, te llevaré con ella.

***

Ese mismo día más tarde, Piero llevó a Julianna con Gianluca e Ignazio, quienes estaban en un estudio de grabación. Ambos estaban felices de verla otra vez. Ella se quedó con ellos hasta que terminaron la grabación del día. Ignazio y Piero se fueron al hotel mientras Gianluca y Julianna recobraban el tiempo perdido, ellos habían salido a cenar.

-¿Cómo ha estado todo? –le preguntó Gianluca mientras le daba un sorbo a su bebida.

-Bien, ya sabes. Creo que renunciaré, no lo sé –dijo ella dándole un sorbo a su vino antes de continuar– ¿Y tú? ¿Qué tal el disco?

-¿Lo harás? ¿Por qué? Si ese es un gran trabajo. El disco va bien.

-No llena mis expectativas. Pero igual no creo hacerlo todavía, al menos hasta que consiga uno que si tenga lo que busco.

-Sí, es mejor que esperes. Por otro lado... he notado a Piero un poco extraño ¿Qué era lo que te tenía que decir?

-Creo que no soy la indicada, pregúntaselo a él... solo te pido, no lo juzgues.

-No lo haría a menos que eso te incluya a ti –dijo él. Julianna solo rió un poco, luego Gianluca se le acercó lo suficiente para plasmar un dulce beso en los labios de ella–. Te extrañé.

-Y yo a ti –dijo ella devolviéndole el beso.

Un par de horas más tarde ellos volvieron al hotel, como Julianna se hospedó en el mismo hotel que ellos, no tuvieron que desviarse del camino. Gianluca la acompañó hasta la habitación de ella.

-¿Quieres pasar? –le preguntó ella una vez que abrió la puerta. Él solo asintió y cerró la puerta detrás de él una vez que estuvo dentro– ¿Quieres agua? –le preguntó ella mientras revisaba en la nevera, él se le acercó por detrás rodeando la cintura de ella con sus brazos. Ella intentaba hacer caso omiso a la situación a pesar que tenía sus mejillas rojas, así que se sirvió un vaso con agua el cual se tomó rápidamente.

-¿Cuántos días más te quedarás? –le preguntó él mientras depositaba pequeños besos en el cuello de ella.

-Solo hasta el domingo en la noche –dijo ella intentando apartarse un poco de él.

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