Capítulo 9

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{Julianna}

'Tengo cáncer' esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza, yo estaba en shock... Esto no podía pasar.

-¿Qué? –dije en estado de shock

-Sí. Por eso me fui a Portugal. Se suponía que ahí me iban a curar, pero no. Ya estaba muy avanzado. Todo fue en vano –dijo con la cabeza gacha. Tenía lágrimas en sus ojos.

-Julianna lo siento por no decírtelo antes. Me lo descubrieron un mes antes de que termináramos. Te lo juro, quería decirte pero no sabía cómo. Te amo, por favor no me olvides. No te pido que vuelvas conmigo, solo que no me olvides –Él estaba llorando y yo en shock. ¿Buena dupla no?

-No... No tienes porque disculparte. Yo soy la que te debe una disculpa, te juzgue mal, pensé que tenías... Discúlpame –mi instinto fue abrazarlo y llorar junto con él. ¿Por qué él? El es una muy buena persona.

Nos abrazamos durante bastante tiempo. No quería soltarlo. Lo quería. Aun lo sigo queriendo. Es alguien que jamás olvidare.

Después de un largo rato sin decir palabra, él rompió el silencio.

-No solo vine a despedirme. Vine a traerte algunas cosas que me gustaría tuvieras. Prefiero dártelas yo mismo que alguien más que suponga que yo te las quería dar. Las tengo en mi habitación. ¿Vamos? - me dijo. Yo solo asentí.

Lo acompañe porque no creo que él mintiera sobre eso solo para aprovecharse de mi, el no es así. Además él y yo jamás nos pasamos más allá de un beso. Me sentía segura a su lado.

Yo estaba detrás de él. Cuando pasamos por el bar. Le pedí que me esperara un segundo. Sabía que lo de los obsequios no sería algo de minutos así que debía despedirme de los chicos.

-Elliot. Espérame un segundo –entré al bar y me acerqué a la mesa en donde estaban ellos, quienes solo me veían con cara de confundidos.

-Chicos. Lo siento por no poder seguir acompañándolos. ¿Nos vemos en el desayuno?

-¿Paso algo? –me pregunto Gianluca. Piero solo me veía.

-Es complicado... Mañana con más calma les digo –les dije. Piero no dejaba de verme

-Ok, a las 9 –dijo Gianluca. Yo solo asentí y me fui.

Llegamos a su habitación. Había al menos unas 2 cajas.

-No te preocupes, no pesan mucho –dijo mientras se acercaba al par de cajas y las agarraba. Yo me le acerqué para ayudarlo, ya que al levantarlas hizo un gesto de dolor, pero él se negó. Luego nos fuimos a mi habitación.

-Ponlas ahí en el sillón –le indiqué a Elliot una vez que estuvimos dentro.

Elliot puso las cajas en el suelo cerca del sillón y luego se sentó con cuidado, pero en el intento empezó a hacer unos gestos de dolor, yo me asusté y además de eso no sabía que hacer. Él al ver mi expresión de preocupación dijo...

-No te preocupes pasa todo el tiempo –dijo con una media sonrisa.

Nosotros nos sentamos frente a frente en el mueble. Él abrió una de las cajas. Esta contenía muchos álbumes de fotos. 2 años no son tan fáciles.

-Esta caja –dijo señalando la que tenía sobre las piernas– contiene solo fotos. La otra tiene cosas que quiero que conserves.

Estábamos sentados en el mueble, juntos, él tenía uno de sus brazos alrededor de mi cuello y yo tenía mi cabeza recostada en su hombro. Ya llevábamos más de 1 hora viendo fotos. Recordando viejos tiempos. Sin darnos cuenta que ya eran más de la 1 am.

Terminamos de ver las fotos. Sin querer se me salieron algunas lagrimas. Yo puse mi cabeza en su pecho, no quería que me viera llorar. Luego lo abracé. Él poso su cabeza sobre la mía y me dio un beso en la cabeza y me abrazo. Nos quedamos así por al menos 15 minutos.

-Quédate conmigo esta noche... –le dije casi como un susurro.

-No creo que eso sea buena idea.

-Eso no importa. Si es la última vez que te veré, al menos acompáñame hasta que me duerma... por favor –le dije. Sentía un nudo en la garganta, quería llorar.

-Te amo –me dijo levantando mi rostro– No llores por mí por favor.

-Es inevitable. Lo siento. Te amo también –le dije mientras lo veía y le dedicaba una sonrisa, la mejor que podía fingir con la tristeza que llevaba dentro.

Él se me acerco más. Con una de sus manos agarro mi mentón y lo acariciaba. Yo solo cerré mis ojos. Las lágrimas seguían saliendo y rodando por mis mejillas. Él beso una de mis mejillas. Yo abrí mis ojos y le sonreí.

Al día siguiente. Cuando desperté pensé que todo había sido un sueño extraño, tenía miedo de abrir mis ojos. Luego solo escuche a alguien diciéndome "Buenos Días" yo solo quería llorar no había sido un mal sueño.

-Gracias por quedarte –al fin abrí mis ojos. Él me veía con sus tiernos ojos cafés.

-Ahora si debes irte... ¿No? –le dije un poco triste.

-Sí. Solo era una noche. Cuida bien esas cajas. Y de ti. Por favor.

-Lo prometo –le dije sonriéndole.

Momentos después él ya se había ido. Yo estaba en mi cama acostada viendo el techo, recordando todo. Luego volví a la realidad y vi el reloj '8:45'. Ay dios. Recordé que a las 9 comería con los chicos... ¡Los chicos! ¿Cómo se supone que les explique? Bueno esto es obvio que lo omitiré. Ellos no tienen por qué saber.

Me levante rápido, cepille mis dientes, me vestí rápido y baje a desayunar. Cuando llegué al restaurante vi mi reloj 9:20. Entré y vi que ellos ya estaban ahí, suspire y me les acerque.

Ellos me vieron y sonrieron, yo les di una sonrisa forzada, no estaba feliz ¿que se suponía que hiciera?

-Buen día... –les dije fingiendo una sonrisa y podría decir que había cierta tensión.

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Y este fue el capítulo 9 :) espero que les haya gustado! 

Ahora ¿Ella será capaz de decirles? y de ser así ¿Cómo reaccionaran los chicos a esa noticia de Julianna? 

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