¡BOOM!

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Mierda. Mientras me ponía los zapatos, traté de pensar en una manera de decirle a la... "sobreprotectora" Elektra que había dormido ( y solo dormido) con el gaurdián. Por si no había quedado claro, Ele jugaba el rol de una especie de madre para todas. Miré a Fran con preocupación, y ella soltó un leve suspiro, para acto seguido esbozar una de sus bonitas sonrisas. .-Si es que... te pierde el vicio, Derderián-. Aquello me arrancó una risa divertida, y a ella le granjeó un pequeño golpe en la nuca. .-Ai...Pero que violenta. Anda, vamos. Ele y Madds estarán ya en el comedor-. 

Hicimos el recorrido hasta el comedor rápidamente, para que las otras dos chicas no tuvieran que esperarnos demasiado. Justo antes de entrar, me topé con una familiar figura rubia... que no, no era Steph. Era Eydís, y sus ojos azules me dirigieron una mirada tan fría y asqueada, que casi me asustó. Simplemente, bajé la vista y pasé hacia el comedor con Fran. .-Bueno, ¿A dónde vamos a comprarlo todo?-. Pregunté una vez que ya estábamos sentadas las 4 en nuestra mesa de siempre y con un apetitoso desayuno frente a nosotras. .-Primero hay que pasar a buscar a Mo por la panadería, luego iremos al supermercado que hace esquina en  la plaza mayor, ese pequeñito  donde también venden flores.- me contestó la escocesa. Después de eso, estuvimos un rato todas calladas, concentradas en nuestro desayuno. Aproveché para mirar de reojo a Madds que parecía algo alicaída. Recordé que tenía que preguntarle que le había ocurrido la otra noche, y me disponía a hacerlo cuando Frankie me cortó. .- Menuda sorpresa me he llevado hoy cuando he entrado a ver a Selene-. dijo de pronto, con una voz que intentaba ser neutral pero que estaba teñida de socarronería. Le lancé una mirada asesina para que se callara, pero ya era tarde, las palabras habían llamado la atención de Elektra. .-¿Y eso? No me digas que ha vuelto a tener problemas con el fuego.- preguntó en tono preocupado. Frankie soltó una carcajada divertida y me miró antes de contestarle. .-Más bien... con la telequinesis.- Ele la miró desconcertada... Pero de repente la entendió. Sus ojos grises centelleaban cuando giró su cabeza para mirarme, pero no habría sabido de decir si era de rabia o de preocupación. .-¿Selene?-. preguntó. Hasta Maddie había levantado por fin la cabeza, de modo que tenía dos pares de ojos mirándome exigiendo una explicación y un par de ojos que me miraban riéndose de lo que me esperaba. .-Em...Pues....-. carraspeé, valorando la posibilidad de ...No, no podía mentirles a mis amigas, eran como mi familia. Suspiré pesadamente y elevé mi verde mirada hasta los ojos de Maddie, y luego a los de Elektra. .-He dormido con Steph.- Bomba soltada. La empaht, dada su naturaleza sentimental, soltó un gritito emocionado, aplaudiendo como una niña pequeña. Pero Elektra... Se quedó mirándome con expresión neutra unos segundos, para después preguntar en un intento de tono calmado. .-¿ Solo...Solo dormir?-. Yo asentí con suavidad, provocando que parte de mi cabello se deslizara hacia delante como una cascada granate y ondulante. Mis palabras parecieron relajar la tensión que se había instalado en el cuerpo de Elektra, quién esbozo una amable sonrisa. .-Ah bueno, que susto. Por dormir... -.Alzó los hombros antes de seguir .-No creo que pase nada. Pero... ten cuidado Sel, ¿vale?.- Yo volví a asentir con la cabeza, echando de mis pulmones todo el aire que había acumulado por la tensión de la reacción de la escocesa. .-Ojala yo pudiera dormir con...-susurró Mads, bajando de pronto la mirada. No hizo falta que dijera con quien, todas sabíamos a quién se refería. Tomé una de sus manos y la acaricié con cariño. .-No te pongas triste Maddie, solo es cuestión de que tracemos otro de nuestros planes geniales...- dije intentando animarla, a lo que me respondió con una fugaz sonrisa. Las 4 bandejas estaban ya vacías, de modo que nos levantamos y salimos del comedor, en dirección a la puerta principal que nos llevaría a la ciudad.

Adivinad quién estaba vigilando la puerta cuando llegamos ahí. Si, esta vez si que era Steph. Pude notar como se me aceleraban las pulsaciones cuando su mirada topó con la mía, y su maldita sonrisa burlona reapareció en sus labios. Pude sentir las miradas de reojo que me lazaban mis amigas, tan a la espera como yo de ver lo que iba a suceder. Tragué saliva, ralentizando casi imperceptiblemente el paso. Me daba mucha vergüenza y algo así como miedo que si iba a decirle algo me ignorara, así que opté por refugiarme en mi escudo y traté de pasar a su lado sin mirarle. .- Pero bueno, pelirroja, ¿y esta manera de ignorar a tu príncipe salvador?-. Me detuve nada más oír eso. ¿En serio habría creído que me iba a dejar pasar así sin más? Respiré hondamente y me di la vuelta, topándome de frente con esa sonrisa que tan nerviosa conseguía ponerme. - Te noto...tensa pelirroja, ¿pasa algo?-preguntó burlón, acercando aún más su rostro al mío. Que diablos, si quería jugar, pues yo también iba a jugar. .-No.- contesté antes de tomarlo por la nuca y , poniéndome de puntillas, besarle allí en medio, como si fuera lo más normal del mundo. El gruñó de satisfacción, respondiendo a mi beso al tiempo que me atraía hacia si por la cadera. Todo se difuminó, pues tenía el asombroso poder de logar que me olvidara de todo lo demás cuando me besaba, y no se cuanto rato habríamos estado así... si la gran araña de cristal que colgaba del techo frente a la puerta no hubiera estallado de repente. 

Nos separamos automáticamente, y el guardián usó su don para colocar a la altura de su cabeza una daga flotando, lista para ser lanzada si era necesario. Lancé una rápida mirada a  mis amigas, y cuando comprobé que estaban las tres sanas y salvas, volví mis ojos hacia la lámpara, que estaba en el suelo hecha pedazos. AL otro lado de la nube de polvo de cristal, que el impacto había levantado, pude distinguir una figura.... .-¿Pero se te va la puta cabeza o que, Eydís?.- preguntó colérico Stpeh, bajando la daga.

Academia MiolnirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora