Demasiado Rápido

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Mi cuerpo se puso en tensión, y todas mis alertas se dispararon. Mientras su mano avanzaba inexorablemente, alzando mi túnica a su paso, mientras sus besos se tornaban mas alocados, mi mente daba mil vueltas. Por un lado sabía que era demasiado pronto, y además yo era (y soy) una de esas chicas que se hacen ilusiones muy rápido, y no quería salir malparada de aquello. Pero mi cuerpo me decía a gritos que lo deseaba, y por un momento mi instinto "animal" se impuso a mi racionalidad. Pero cuando su mano alcanzó mi cadera , dejando mis piernas totalmente descubiertas, y empezó a deslizarse por el borde de mi ropa interior, mi sentido común volvió de pronto.

En todo ese rato nuestros labios habían permanecido unidos, así que cuando los separé el guardián ya dedujo que algo iba mal. Sus ojos dorados buscaron los míos con un brillo de preocupación. -¿Va todo bien?-. No me vi capaz de mentirle, así que le di un rápido beso y susurré .-Creo que...es demasiado pronto para esto-. Tragué saliva antes de continuar y exponerle todos mis miedos .-Todo... Esto ha ido muy rápido, n-necesito un poco de tiempo para conocerte mejor... Supongo que estoy un poco pasada de moda en estos temas-. Dije bajando aún más la voz y desviando la mirada. Pero si algo había aprendido a lo largo de mi vida, era que no se debía confiar en alguien sin estar seguro de poder hacerlo, porque es probable llevarse grandes decepciones. Sentía sus ojos clavados aun en mí, y pocos segundos después de lo oí resoplar. Se pasó una mano por el pelo al tiempo que decía .-Quizás si ....deberíamos ir un poco mas despacio. Lo siento pelirroja... Es que cuando estoy contigo realmente me cuesta controlarme-. Volví de nuevo la vista hacia él, mordiéndome el labio con fuerza. - A mi también... Pero aun así hay una vocecita dentro de mi cabeza que me dice que frenemos... .-Pelirroja... Me gustaría dejar clara una cosa, para evitar posibles problemas futuros-. Sus palabras me inquietaron, y más aún la mirada de determinación que me dirigió, pero traté de no dejar que se me notara. .-Yo no soy tu príncipe azul, bueno, ni el tuyo ni de nadie. No creo que realmente exista el amor,aunque sé que siento algo por ti, y no soy romántico. Sea lo que sea que ... Tengamos, no esperes paseos de la mano bajo la luna llena ni bombones por San Valentín. Yo soy un espíritu libre,pelirroja, no un novio de película -.  Sus palabras resultaron ser mas dolorosas de lo que me gustaría admitir, pero aparenté indiferencia ante ellas. Puse una sonrisa sarcástica sobre mis labios y dije .-Vaya por dios... Con lo que me gusta a mi el chocolate. ¿Qué puedes ofrecerme entonces, Clearwater?-. Pregunté con tono burlón. El pareció complacido con mi respuesta, puesto que rió y me besó entre las risas .-Todo cuanto puedo ofrecerte, pelirroja, es diversión, libertad... Un poquito de peligro... y un poquito de lujuria-. Añadió finalmente guiñándome un ojo. No pude evitar reír ante su último comentario, echando ligeramente la cabeza hacia atrás. Sin pretenderlo, mi mirada reparo en el reloj, que marcaba las 8:30. "Vaya, parece que he estado mas de un par de horas dormida". Volví a mirar al guardián con una sonrisa de burla .- Y, ¿puede ofrecerme el señor comida? Por que el horario de la cena ha empezado hace 10 minutos-. Repliqué señalando la esfera del reloj. El se levantó de la cama y se encamino hacia la puerta, abriéndola y sujetándola mientras me dirigía una reverencia burlona .-Cuando la señorita quiera-. yo sacudí con diversión la cabeza, avanzando hacia la puerta abierta y saliendo de la habitación. Steph cerro la puerta tras de si y recorrimos juntos el pasillo de las habitaciones. Pero en el inicio de las escaleras nos topamos  con mis amigas, que me dirigieron una variedad de miradas divertidas y preocupadas, asi que me despedí del guardián con un rápido beso en la mejilla y camine hasta mis amigas. Mientras bajábamos las escaleras, con las chicas lanzándome un millón de preguntas acerca de que habíamos estado haciendo, unos ojos azules e irlandeses me siguieron, centelleando de rabia por el beso que habían presenciado.

.-Bueno, entonces mañana por la mañana, pero no muy temprano,   vamos a por las bebidas y eso ¿no?-. preguntó Maddie una vez estuvimos sentadas en nuestra mesa y con una bandeja de comida caliente frente a nosotras. .-Sí, pero aun no hemos pensado que queremos cada una...-. Frankie y yo  cruzamos una mirada cómplice y replicamos al mismo tiempo .- ¡Cerveza¡-. gritamos comenzando a reír justo después, y provocando que Ele pusiera los ojos en blanco. .-Vale, vosotras ya lo tenéis claro-. luego, con un tono menos brusco, se dirigió a Maddie. .-¿Tú también lo has pensado ya?-. Ella negó solo con la cabeza, pues en ese momento estaba masticando parte de su ensalada. .-Vale, ¿qué te parece si compartimos dos botellas de algo diferente? No sé... ¿Ginebra con limón y...Mojito?-. añadió recordando la predilección de Maddie por la bebida caribeña. Mi mirada volvió a toparse con la de Frankie, que en esos momentos sonreía de la misma forma burlesca que yo. Sabía perfectamente lo que estaba pensando "¿Mojito? ¿De Verdad?". Aún sonriendo, bajé la vista hacia mi plato, pues no quería que Ele se diera cuenta de que nos estábamos riendo de ellas, se pondría hecha una furia. Sin embargo, Maddie parecía encantada con la idea. Después de eso, un breve silencio se instaló entre nostras, mientras cada una masticaba su cena. Tragué un pedazo de carne y me aclaré a garganta para volver a hablar. - ¿Qué os parece si antes de ir a dormir vamos a los jardines traseros? La verdad es que me apetece mucho ver lo que habéis progresado todas-. miré de reojo a Ele, pues al ser la única que estaba en un nivel superior al mío, sus habilidades despertaban mayor curiosidad en mí. Maddie y ella accedieron sin demasiado entusiasmo, pero Frankie estaba encanta con la idea. Por fin podía manipular a la perfección el crecimiento de las plantas y su movimiento, y estaba ansiosa por mostrarlo. Unos minutos después los platos de las 4 estaban vacíos, de modo que llevamos las bandejas hacia las estanterías de donde la camarera las recogería y abandonamos el comedor.  Antes de salir por la puerta del mismo, eché una disimulada mirada hacia la mesa donde siempre se sentaba Steph, pero estaba vacía.

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