¿El amor existe? #Wattys2015

Velada de Navidad.

Luna Evans

Luego de vivir la experiencia de ser perseguida por un loco (Ok no tampoco tanto), pasó el tiempo.

Harry y yo ibamosde aquí a allá. Era navidad. Las tiendas decoradas con el típico rojo y verde que me hacían recordar melancólicamente, esos tiempos en familia donde recibíamos regalos del "Niño Jesús" y compartíamos en familia comiendo las comidas típicas de la época.

Harry también parecía melancólico. Parecía recordar también cuando era niño...o bueno; lo que sea que recordara.

Decidí ir a comprarle un regalo, porque, bueno, el era la persona más importante para mi.

Le compré un suéter negro (¡wow! Que color tan alegre) y lo envolví con dedicación. Y aparte, le compré un chocolate. Y, por último, le anexe una carta...

Harry Dark.

Luna me dijo que iría a comprar algunas cosas, así que, aproveché y le compré una caja de bombones (que yo me quise comer). Nos volvimos a encontrar y nos fuimos a casa. Pasamos la velada cocinando -o bueno, intentándolo- nos divertimos mucho y después nos sentamos a comer. Hablamos...y ella me contó algo que nunca imaginaría de Luna:

-Te voy a decir algo...mi familia también tuvo y tiene problemas.
Mi madre se fue para siempre cuando tenía diez años. Padecía cáncer. Mi padre y yo siempre hicimos lo que pudimos para ayudarla...pero termino de esa manera. Yo fui su única hija. Mi padre, por ese trauma que vivió, le ganó miedo a la muerte; por lo tanto, se volvió muy sobre protector.
Mi madre era una mujer maravillosa. Amable y dulce, siempre dedicada a lo que hacía, una persona magnifica. Cuando yo tenía ocho años le diagnosticaron cáncer de pulmón, ya que, cuando era pequeña su familia fumaba mucho. Hicieron de todo para ayudarla; todo su cabello largo, hermoso, del mismo color que el mío, fue cortado. Ella se había puesto muy débil... Y cuando parecía que se iba a curar...falleció.
Yo soy muy parecida a ella... Y por eso mi padre se preocupa tanto por mí. Lo malo de eso es que nunca me dejaba hacer lo que quisiera... Siempre tenía que estar junto a mi... Y bueno...

La abracé. Ella también tenía problemas, como yo.
Nos fuimos a dormir. No podía dejar de pensar en lo que me dijo Luna...

Se hizo de día. Fui a despertarla, y para mi sorpresa, al parecer, ella había pensado lo mismo, y chocamos en el pasillo.

-F-feliz navidad -dijo ella, entregándome un paquete.
-Feliz navidad a ti también.

Le di mi regalo. Nos abrazamos, como si nada hubiera pasado nunca, como si los problemas no existiesen.

Yo la tomé en mis brazos y bajamos por la escalera. Hicimos el...desayuno (malpensados) y comimos -obvio.

Luego de comer, salimos, y vimos que todo estaba nevado. El frío era delicioso -como amo el frío; lo adoro.
Nos pusimos unos suéteres y salimos a jugar.

Jugamos de todo. Hasta jugamos con los niños -así de aburridos estábamos.

La tarde cayó, y entramos a la casa. Delante de la chimenea nos calentamos y bebimos ->o<- chocolate caliente.

Esa noche, hablamos como tarajallos sin poder dormir...ya que no había sueño.

Unos días después, se hizo año nuevo. Y decidimos salir a ver las tiendas...o bueno, a caminar.

Cuando nos encontramos con Ashley.

Que gritó:

-¡Oye, Lunática de la luna lunar! Dime...¿Cómo Harry te puede soportar?
-Deja el fastidio, Ashley.
-Venga, dime...¿o es que es una respuesta tan mala?
-Que la dejes -dije yo, ya me estaba impacientando, puesto que mi paciencia era nada.

Luna Evans.

Harry, no te metas.

Ella y yo hemos tenido "roce" desde que nos conocimos. Nunca nos caímos bien.

Primero: era una persona muy superficial. Pero con muy, me refiero a extremadamente.

Segundo: desde siempre se burlaba de mi timidez.

Tercero: fue ella que inició el rumor de que era hiperactiva y agresiva...

De verdad que la odio... Y ya colmó mi paciencia.

Esto se va a poner bueno *sonrisa macabra*