Bajé las escaleras con la esperanza de encontrarme con alguien, una persona que me hiciera sentir mejor, incluso podría ser alguien que me apuñalará, solamente deseaba sentirme viva de nuevo. ¿Por qué estaba mortificando mis días? Lo sabía, lo había hecho parte de mi vida. Todo lo que hiciera tenía que estar junto a él. Sí, había cometido el gran error.
Todas las chicas me observaban con pánico, algunas se reían pero con temor, sí, era la muerte en carne y hueso. Intenté adentrarme al circulo y buscar a alguien con quien hablar, pero todas parecían molestas incluso algunas más lloraban.
—¡Kelcy! —escuché a mis espaldas—, ¿qué haces aquí?
—Necesito una pelea —gruñí—, volveré.
Amadeo me observó con dureza, sí, era algo estúpido e ignorante volver a pelear, desde el accidente no había vuelto, no me habían llamado ni para saber de mi salud, me había sentido completamente olvidada pero a la vez libre, sin embargo parte de éste lugar me hacía volver, una parte de mí quería quedarse allí por siempre.
—Sabes las reglas Kelcy... —decía negando con la cabeza.
—Haré lo que me pidas —rogué—, pelearé con más, daré...
—¿Me estás pidiendo entrar a las peleas mayores? —levantó una ceja.
Lo pensé un instante, estaba a punto de negarme, pero ¿qué me detenía? Incluso mis piernas ya estaban ansiosas por moverse. Asentí con la cabeza y él gruño.
—Buscaré un lugar —me tomó por el hombro—. Suerte.
Se alejó tomando un par de llamadas, yo me quedé ahí de pie tomando con fuerza mi móvil, susurrando cualquier cosa para hacerme de una buena compañía, suspiré al sentirme tan patética creyendo que ya había olvidado las peleas, comenzaba a hacerse una adicción.
Di la primer zancada, olvidando las miradas de mi alrededor, no me incomodaban, comenzaban a hacerse algo de todos los días. Escuché entre las voces ''¿no estaba muerta?'', iba a girar para responder, pero ¿que ganaba con eso? Me encogía de hombros y continué hacía el final del salón, dónde estaban todas los cuartos de baño.
Me daba curiosidad saber si mi anaquel aún existía, y estaba en lo correcto, estaba intacto. Había un par de flores dentro de él, incluso estás estaban marchitas. Las tomé con dureza y las lancé al suelo, ¿por qué todos me había matado? ¡Estaba en pie! Me habían llevado al hospital y aquí estaba de pie.
—¿Fue muy difícil?
Una chica pelirroja que jamás había visto, con un tatuaje de león recorriendo todo su brazo derecho hasta llegar a su clavícula. Se movía con cierta gracia, sus ojos olivas observaban con precaución e incluso todo su cuerpo estaba alerta. Era nueva aquí, pero algo me decía que llevaba peleando más delo que parecía.
—¿A qué te refieres? —me recosté en el anaquel tomando mi toalla de baño.
—Todas aquí te vieron morir —su acento era tan inglés que me estremecí.
—No morí —aseguré molesta.
—Sí lo hiciste —se sentó frente a mí.
La observé con temor, ¿en realidad había muerto? Negué con la cabeza, me senté junto a ella, me sentía con la libertad de hacerle las preguntas.
—¿A qué te refieres?
—Estabas en una bolsa de desechos —me observó asombrada.
—Pero... —¿bolsa de desecho?—, un hombre me llevó al hospital.
—¡No! —se movió incómoda—. Estabas dentro de una bolsa al igual que la chica.
¡Qué! ¿Qué había pasado? Observé mis manos, ella tomó mi hombro.
—Suerte.
***
Corrí en línea recta hasta el cuadro de pelea, quería ser la primera en llegar. Todos me observaban estupefactos, sí, ella había tenido razón, me habían visto morir, y algunos otros me observaban con normalidad porque era la primera vez que nos conocíamos.
Subí entre las ligas y me coloqué en mi esquina. Mi hermano subió y me observó nauseabundo y se acercó a mí, me tomó de los brazos y me agitó.
—¿Eres tú? ¿Kelcy?
Asentí. Él no dijo nada, se colocó de pie frente a mí y golpeó mi hombro con fuerza, gemí. El alcohol estaba dominando más rápido de lo que pensé a mi organismo. Me sentía mareada y fuera de tiempo, pero ¿qué importaba? Me iban a dar una pelea fuerte estuviera sobria o no.
Subió la contrincante, un escalofrío recorrió mi espalda, era la mujer más idéntica a mí que había visto en mi vida, en ella había algo tan oscuro que me hacía temer y querer correr. Advertí que gritaban mi nombre, pero también el de ella, con euforia voraz e incluso sentí como líquido cruzaba por mis piernas, sin importarme nada me sumergí en la mirada de la chica, tan fría y alejada de la realidad.
Me hipnotizó de cierta manera no podía creer lo que veía, ella se acercó a toda velocidad y me golpeó el abdomen, el aire se me escapó del cuerpo, no hice nada, me levanté sin alejar la mirada de la suya, se lanzó de nuevo contra mí pero está vez logré esquivar su golpe, ella sonrió benévola.
Retrocedí unos pasos antes de sentir un abismo ante mis pies. Estábamos solas, mirándonos con odio, sus ojos me escanearon, hice lo mismo. Entonces me di cuenta de que era una faceta mía, el odio que tenía en la pelea. Sentí las primeras lágrimas caer por mis mejillas, ella sonreía en cambio.
—¿Creíste que sería fácil? —me dijo con la mandíbula presionada.
Tragué con dureza, solía decir eso al inició de las peleas, solía escupir en la cara de la chica perdedora. Sentí un vacío más grande, todo se estaba oscureciendo, la gente había desaparecido, incluso la barra de bebidas estaba cerrada. Amadeo se había escabullido también, mi hermano y la gente que me odiaba. Podía solamente advertir el suelo rojo y de lona sobre el que estábamos peleando.
—¿Tienes miedo Kelcy?
—¿Quién eres? —tartamudeé sosteniéndome de las ligas.
—Miedo a caer —señaló mi espalda.
Temblé, sollocé e incluso caí sobre mis rodillas. Supliqué pero ella me lo negó... Caí al enorme hoyo negro, sentí como mi estómago subía a mis fauces y caía de nuevo, traté de tomarme de alguna pared pero fue inútil, ya estaba muriendo, corrección, había muerto.
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1. With You
Fanfiction∆ LOKI FANFIC ∆ Los Asgardianos lo consideran un escape, incluso una mentira... Loki es condenado a muerte después de ser capturado por Thor en Midgard. Todas las acciones de Loki hicieron daño a muchos lugares, sin embargo a Frigga, es lo contrario...