7. Parte III

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Este es la parte final de este capítulo, pero tambien es la última parte de la historia. No hay un epílogo así que sí, este es el final :')

—Bien, estoy muy adolorida como para soportar algo más que no sea mi cama —Comenté cambiando de tema radicalmente—.

—Déjame llevarte a la enfermería por favor —Me pidió suavemente, negué—.

—No me gustan los médicos o enfermeros —Él suspiró—.

—Lo sé y muy bien —Me miró de manera muy tierna—. Era un problema cada vez que tenías que vacunarte o cuando te cortabas, sólo dejabas que yo estuviera contigo y aún así me pedías que me fuera, pero solo una vez lo hice y estuviste molesta conmigo un mes entero —Me sonrió—. Te conozco demasiado Adele Baker. Y te conozco tanto que sé cuánto te duele el cuerpo, sabes que solo un calmante, antibióticos, una buena cura de las heridas, y una buena cama te curara pero para tu desgracia esto incluye médicos o enfermeras que por cierto para ti son lo mismo —Pensó en algo—. tu los llamabas "los señores que el diablo..."

—... "contrató para torturarme" —Le interrumpí—. Debería tenerte miedo —Él se acercó a mi y rodeó mi cintura—. ¡Auch! No me toques por favor, duele

—Lo lamento ¿Podemos ir a la enfermería? —Me sonrió yo suspiré, la mentira no es lo mio—.

—No —Miré detrás de él a Adrien—.

—Bien entonces, ya que evidentemente no irás a clases y yo tengo el resto del día libre supongo que podré curarte las heridas —Sentí la molesta de Adrien, intenté calmarle—.

—Tienes cinco minutos —Nicolás asintió—.

—Te veo en cinco minutos —Y se fue—.

No me moví ni un centímetro de donde estaba, Adrien tampoco lo hizo. Nos miramos mutuamente sin decir absolutamente nada por un par de minutos, ni siquiera nuestras respiraciones se escuchaban. El silencio comenzó a desquiciarme por lo que tomé la iniciativa.

—Sé que tenemos que hablar acerca de esto —Él asintió lentamente—.

—Pero primero déjame preguntarte qué fue lo que te pasó —Sonreí un poco—.

—Tenía que descargar la molestia que sentía —Miré al piso al recordar el por qué lo había hecho—. He cometido un error muy estúpido y lo lamento mucho Adrien

Esperé por su respuesta pero no llegó en los siguientes segundos.

—Supongo que sabes de que hablo

—Sí —Intenté mirarlo pero me sentí muy avergonzada—. Lo sé bien, estuve vigilándote anoche, no es algo que me agrade admitir pero tu lo sabias

—Sí —suspiré—. ¿Te parece si vas a mi habitación cuando Nicolás se vaya? —Pregunté sintiéndome esperanzada—.

— ¿Para qué?

—Necesito que hablemos —Me atreví a mirarlo—. Por favor

—Si eso te complace entonces me quedaré por los alrededores —En ningun momento hubo una sonrisa de su parte—.

—Puedes venir y esconderte en las escaleras —Le ofrecí—.

—Bien

Caminó a mi lado durante el trayecto a mi habitación. No me permití mirarle, tenía temor de lo que fuera que viera en sus ojos, además de que claramente él había visto todo lo que había sucedido, dios ¿Que tan avergonzada se puede llegar a estar?

Mi bolso vibró antes de que llegáramos. Busqué mi celular en medio del desastre que tenía en mi bolso.

—Un mensaje —Dije a nadie en particular—.

Devotus [Versión Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora