Devotus [Versión Borrador]

5. Parte II

Bien, aquello era algo completamente precipitado para pensar, además yo solo sentía amor hacia Nico en la manera en que los mejores amigos sienten hacia el otro, yo quería a Nico, eso era cierto, pero no lo quería en la manera suficiente como para aceptar "Casarme" con él, así que era una locura que incluso lo pensara.

Un frío recorrió mi cuerpo al mirar a Adrien, quien miraba de Nico a mí con una expresión martirizada en el rostro que intentó ocultar, por la posición de su cuello y de sus hombros supuse que estaba bastante tenso ¿Aquella noticia le había afectado? Parecía imposible considerando el hecho de que era él quien siempre me rechazaba, el que intentaba arduamente hacerme entrar en razón y que olvidara lo que sea que estuviera pasando entre nosotros.

La atención se desvió hacia mi pecho, cosa que me hizo recordar el dolor que estaba sintiendo. De mi boca se escapo un jadeo de dolor, cerré los ojos intentado concentrarme en otra cosa.

— ¿Que tiene? —Dijo mi madre sonando preocupada. Las manos de Nico me ayudaban a mantenerme de pie—.

—Se supone que debe mantener reposo debido a que los golpes que recibió —Le comunico Nico con una clara nota de enojo hacia mi descuido—.

—Estoy bien —Les dije ahogadamente, el aire comenzaba a fallarme—. Sólo denme un minuto y estaré bien

Intente respirar pero el hacerlo solo me provocaba más dolor del que ya tenía, me aferré a Nico que no me soltaba. ¡Genial! No debí haber corrido, ni abrazado tan fuerte ni todas las demás cosas que no fueran quedarme tranquila en mi sitio, debía ser más cuidadosa. Intente respirar hondo sin importar cuánto dolor mas añadía, necesitaba llenar mi cerebro de oxigeno, de lo contrario me desmayaría allí mismo y claro, no era un escenario que quisiera darles a mi familia.

— ¿Mejor? —Pregunto Nico suavemente, negué con la cabeza mientras botaba el aire por la boca—.

La aguja invisible comenzó a atravesar mi pecho con más fuerza que antes cosa que hizo que mis piernas flaquearan y un grito de dolor saliera de mi boca.

— ¡Adele! —Gritó mi madre asustada, podía suponer que intentaría ayudarme, pero algo la detuvo—.

—La tengo —Dijo Nico—. Salgan un momento por favor, cuando este mejor les avisare —Les pidió con calma y urgencia—.

Escuche los pasos de mi audiencia alejarse cada vez más, cuando estuve segura de que nadie nos observaba decidí abrir los ojos, mi cabeza estaba inclinada por lo que lo primero que vi fueron los pies de Nico.

—Ayúdame a sentarme por favor —Le susurre intentando levantar mi cabeza—.

—Claro —Dijo pasando un brazo por mis rodillas y la otra en mi espalda—. Aguanta

En el momento en el que Nico me levantó grite sin importar quién me escuchara, el dolor era grande y no podía contenerlo, mi pecho se sentía como si se estuviera abriendo, comenzaba a desquiciarme. Por unos segundos perdí la noción del tiempo, todo se tornó completamente confuso para mí, no podía decir si aun estaba en los brazos de Nico o si ya este me había acostado, o si estaba despierta o si había caído en la inconsciencia.

— ¿Mejor? —Le escuche preguntar a Nico, sentí como una de sus manos sostenía algo en mi rostro, en ese momento fui consciente (en parte) de que había tenido los ojos cerrados por lo que los abrí—.

Nico me miraba preocupado, solté una risita contenida ¿Que era lo gracioso? No tengo ni la menor idea, quizás lo tonto que era todo. El rió conmigo recuperando su acostumbrado semblante tranquilo y me miro con ternura.

— ¿Aprendiste la lección? —Pregunto suavemente—.

—Sí, no mas estupideces —Respondí haciéndole reír—. ¿Qué es...?